Del escritorio del pastor: Enfrentando correctamente los temores de la vida (Números 13:25-33)
¿Cuál es nuestro peor temor? ¿Fracasar en público, perder el trabajo, temor a las alturas, no casarse, alguna enfermedad, quedarse atrapado en un ascensor? Cuando no controlamos esos u otro tipo de temores, esto nos puede llevar a convertirse en alguna obsesión y no disfrutar de la vida correctamente. Jesús constantemente decía a sus discípulos: No temáis. Con ello observamos que nuestro Señor considera nuestros temores con seriedad. Nunca leemos que se haya burlado de ellos por causa de sus temores. El temor en sí no es pecado, pero si no lo controlamos, puede llevarnos al pecado. Los temores causan preocupaciones en nuestra vida. Pre-ocupación, es ocuparse de antemano de algo que en muchos de los casos no suceden nunca.
El libro de Números, en el Antiguo Testamento, describe el fracaso de la primera generación que salió de Egipto y debido a sus temores y falta de fe, no supieron enfrentar las adversidades y no entraron a la tierra prometida. Ellos estuvieron a las puertas de Canaán y no entraron por falta de fe y convicción (Hebreos 3:19, Y vemos que no pudieron entrar a causa de su incredulidad).
La primera manera de cómo enfrentar los temores de la vida es buscando sabiduría para hacer las cosas. Moisés recibe la petición del pueblo y Dios mismo confirma esa petición de enviar espías a la tierra prometida. El pueblo está en la frontera de la tierra que Dios prometido darla a los descendientes de Abraham. Moisés envía doce personas de importancia. Uno de cada tribu, cada uno príncipe entre ellos…. y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel. Al mismo tiempo, todos ellos recibieron instrucciones específicas qué hacer y qué informe debían traer. Observad la tierra cómo es, y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso, cómo es la tierra habitada, si es buena o mala, y cómo son las ciudades habitadas….en pocas palabras, Moisés requirió de ellos que fuesen observadores de lo que viesen. La sabiduría consiste en vivir la vida de acuerdo al principio bíblico y no como queremos vivirla. Después de cuarenta días, los espías regresan y dan su informe.
Un segundo principio es ver las circunstancias de la vida desde el lente de Dios. Diez espías afirman, la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel, y este es el fruto de ella. Y no había duda. La tierra era buena y traían evidencia de ello. Fluye leche y miel es una expresión que describe la abundancia y fecundidad de la tierra. Sin embargo, ellos inmediatamente agregan comentarios que reflejaron sus propios puntos de vista sin considerar los planes y propósitos de Dios para con ellos. ¿Qué vieron estas diez personas? Un pueblo mejor armados que ellos. Militarmente mejor preparados. Ciudades imposibles de conquistar. Vieron gigantes y un grave problema de autoimagen, éramos nosotros a nuestro parecer, como langostas, y así les parecíamos a ellos. es importante tener en mente que los demás nos perciben como nos percibimos nosotros mismos. Pablo en Romanos 12:3 afirma, … no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura…). No pensar que somos los mejores, pero tampoco los peores. En pocas palabras estas diez personas tenían una imagen distorsionada de ellos mismo. Cuarenta años después, Rahab afirmó lo contrario acerca de cómo ellos les veían, Sé que Jehová os ha dado esta tierra, porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros…. Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del mar Rojo…. (Josué 2:9-10). Somos el pueblo de Dios y debemos ver las circunstancias de la vida confiando y estando seguros que Dios está en control de todo. Tristemente ellos no lo vieron así.
Un tercer principio es, viviendo y confiando en las promesas divinas. Los diez espías dijeron, No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Sin embargo, contrario a la opinión de la mayoría, Josué y Caleb llenos de fe y confiando en las promesas divinas, afirmaron, Subamos luego, y tomemos posesión de ella, porque más podremos nosotros que ellos….y con nosotros está Jehová, no los temáis. Tener presente que como creyentes no debemos permitir que la duda invada nuestro corazón. Sin fe es imposible agradar a Dios… es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que la buscan. Todos anhelamos seguridad sin arriesgar nada. Hoy existen muchos tipos de seguros con diferentes coberturas. Pero el mejor seguro lo tenemos confiando en el Dios Todopoderoso. Dios nos premia cuando le creemos a Él. Finalmente, Santiago 1:6-8, nos pide no vivir la vida con doble ánimo Una persona con ese estilo de vivir, es alguien que duda. No tiene estabilidad y vive de acuerdo a las circunstancias y no de acuerdo a su fe en Dios. Es una persona inestable. Si vivimos apoyados en las promesas divinas la duda vendrá pero la rechazaremos porque vivimos creyendo en Aquel que todo lo puede. Así que Jesús nos dice hoy, No os afanéis por vuestra vida. Dios sigue en control de todo. Bendiciones en sus vidas.
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