Del escritorio del pastor: Razones del por qué debemos dar gracias a Dios (2 Reyes 4:1-7).
Es interesante la razón del por qué Canadá y Estados Unidos celebran el día de acción de gracias. La historia sobre este día, se remonta hasta noviembre de 1623. Después de recolectar la cosecha, el gobernador de la colonia de peregrinos en Plymouth, Massachussets, declaró: Todos ustedes, peregrinos, con sus esposas e hijos, congréguense en la casa comunal, en la colina….para escuchar al pastor, y dar gracias a Dios Todopoderoso por todas sus bendiciones. Este es el origen de la celebración de este día. El 1 de enero de 1796, el primer presidente de los Estados Unidos, George Washington, escribió que es nuestro deber como personas con reverente devoción y agradecimiento, reconocer nuestras obligaciones al Dios Todopoderoso, e implorarle que nos siga bendiciendo y confirmando las muchas bendiciones que de Él experimentamos.
Por qué debemos dar gracias, debemos dar gracias a Dios por su cuidad constante en nuestras vidas. El pasaje arriba citado, describe la angustiosa petición de una viuda pobre. Su esposo ya fallecido había dejado deudas y corría el grave peligro que sus hijos fuesen llevados como esclavos hasta que la deuda fuese saldada. Aunque la ley mosaica protegía a las viudas (Éxodo 22:22-23, Dt. 24:17, No torcerás el derecho del extranjero….ni tomarás en prenda la ropa de la viuda). Esta pobre mujer está en grave apuro. Al hacer la petición de ayuda al profeta, éste le responde: ¿Qué te haré yo? En otras palabras, ¿Qué puedo hacer por ti? Así como Elías se identifica con ella, el Jehová Jireh (Dios proveedor), lo sigue haciendo y la historia misma avala tal afirmación. Al pueblo de Israel, te sustentó con maná….tu vestido nunca se envejeció, ni tu pie se te ha hinchado. Por cuarenta largos años en condiciones inclementes Dios fue fiel con Su pueblo y lo sigue siendo con nosotros, Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros (Efesios 3:20). Dios sigue siendo fiel
Debemos dar gracias porque provee en medio de circunstancias difíciles. El profeta pregunta a la viuda, qué tienes en tu casa. Una vasija con aceite fue le respuesta de ella. No era mucho humanamente. Sin embargo, esa es la especialidad de nuestro Dios. No hay nada imposible para Él. Israel experimentó eso y estamos seguros que muchos de nuestros lectores también hemos sido beneficiados también. Esta pobre mujer no tenía gran cosa para colaborar en mitigar la deuda. Pero en las manos de Aquel que todo lo puede, esa vasija de aceite era más que suficiente. No hay circunstancia por muy difícil que sea que Dios no pueda resolver. Jesús con apenas cinco panes y dos peces alimentó cinco mil personas y ¡sobró!
Debemos dar gracias a Dios por su fidelidad en Su provisión. Enciérrate, fue la instrucción del profeta a la viuda y sus hijos. Y es que sería Dios mismo y no Elías que haría el milagro. Una buena lección para hoy día. Dios no es exhibicionista. La viuda obedientemente obedece las instrucciones del profeta y el milagro sucede. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo al hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite. No sabemos cuántas vasijas tenía, pero el profeta le había dicho, pide para ti vasijas prestadas….no pocas. ¡Asombroso para la viuda, sus hijos y nosotros hoy día!. El pequeño recipiente seguía fluyendo y seguía fluyendo….de forma incesante llenando vasija tras vasija tras vasija. No hay más vasija. Entonces cesó el aceite. No fue antes sino hasta que el milagro se completó. La provisión fue adecuada a la necesidad. Dios es capaz de hacerlo ayer y hoy también. Con toda naturalidad, el profeta recibe la gran noticia. Sabiamente Eliseo orienta a la viuda qué hacer. Paga a tus acreedores….y vivid de lo que quede. Sucedió ayer y sigue sucediendo. Dios sigue fiel a sus atributos y principios como el Jehová Jireh. El apóstol Pablo en Filipenses 4:19 afirma, Mi Dios, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. ¡Amén! Al momento de celebrar el día de acción de gracias, le invitamos a tomarse el tiempo de expresar gratitud a nuestro Dios por su fidelidad. Bendice alma mía, a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios (Salmo 103;2). Bendiciones a todos.
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