Del escritorio del
pastor: Beneficios al promover una nueva relación con Dios (Romanos 5:1-5)
Estamos
a pocos días que el 2011 sea historia.
Creemos que es un buen momento para que todos, podamos tomar decisiones
en nuestras vidas para mejorar nuestra relación con el Señor en el 2012. ¿Qué les parece si nos proponemos promover
una nueva y mejor relación con nuestro Dios?
El hacerlo es para nuestro beneficio únicamente (Salmo 73:25 dice, Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es
el bien….). Somos beneficiados al
mejorar nuestra relación con Dios. De
esa manera, el Señor podrá trabajar mejor en nuestra vida y formar y forjar
nuestro carácter (lo que somos realmente).
Si hemos sido transformados genuinamente, siempre dejaremos huellas en los
demás (2 Cor. 3:18, Por tanto, nosotros
todos, mirando a cara descubierta, somos transformados de gloria en gloria en
la misma imagen, como por el Espíritu del Señor). A continuación en estos versículos, el
apóstol Pablo nos muestra algunos beneficios que disfrutamos cuando nos
proponemos mejorar nuestra relación con Dios.
Tenemos paz con Dios (v. 1). Esto viene como resultado de ser justificados (declaración legal que se
hace una sola vez en la cual en vez de ser declarados culpables, somos
declarados justo). La justificación
cambia todo. Disfrutamos de la paz y una
correcta relación con Dios. Ya no somos
más enemigos. Hemos sido reconciliados
con el Señor. Estar en paz con Dios es
un gran alivio. El mundo necesita estar
en paz con Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús (Fil. 4:7). Esta paz no la entiende el mundo. Jesucristo
nos introduce a la gracia (v. 2).
Tenemos entrada a la presencia misma de Dios y agrega Pablo, en la cual estamos firmes. Tenemos acceso a un lugar que antes se
nos había negado. Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo
por la sangre de Jesucristo (Heb. 10:19).
Como sabemos, en el AT el tener
entrada al Lugar Santísimo era un privilegio especial y reservado para el Sumo
Sacerdote una vez al año (Hebreos 9:7, pero en la segunda parte, sólo el sumo
sacerdote una vez al año…). Éxodo
28:35 explica que el sumo sacerdote debía usar una campanillas y al escuchar su
sonido, daba entender que estaba vivo.
Cristo cambió todo eso y somos beneficiados de ese privilegio.
Tenemos esperanza (v. 2). La esperanza, es la confianza de lograr una
cosa o que se realice lo que se desea.
La esperanza es una virtud cristiana del presente (1 Corintios 13.13). En el futuro cuando estemos en le presencia
del Señor no se necesitará más. Nuestra
esperanza es disfrutar de la gloria de Dios, nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Antes estábamos en el equipo de los perdedores y excluidos,
pero ahora tenemos la esperanza de entrar y disfrutar de la gloria de Dios. Gloriarnos ahora, es demostrar ¡júbilo,
alegría, gozo! No debemos temer al
futuro (1 Timoteo 1:1….del Señor
Jesucristo nuestra esperanza).
Nos gloriamos en las tribulaciones (v.
3). Tribulaciones son todas aquellas
herramientas divinas usadas para formar nuestro carácter. ¿Qué busca Dios al permitir las
tribulaciones en nuestras vidas? Primero
debemos aceptar que a nadie le gusta pasar
por tribulaciones. Dios desea promover
en nosotros la paciencia (Stg. 1:3).
Paciencia es un fruto del ES (Gál. 5:22). Es la capacidad de resistir, perseverar, permanecer bajo presión. Dios busca en nosotros por medio la
paciencia, madurar en nuestro carácter y vida cristiana. Es saber cómo manejar la vida y no lo
contrario. Es mantenernos firmes cuando
las circunstancias son adversas.
Finalmente, Dios busca un carácter
probado en nuestra vida (v. 4, y la paciencia, prueba….). Probar es el proceso del joyero que prueba
los metales si son genuinos o no y así demostrar su pureza. Cuando Dios permite la prueba, debemos darnos
cuenta que Él está trabajando en nosotros.
No quejarnos y exclamar, ¿por qué
Señor? Sino más bien, ¿para qué esto Señor? Al final el Señor espera de nosotros una
reacción madura y espiritual al venir y pasar la prueba. No a la amargura, enojo o reproche. Si reaccionamos así, Dios NO puede producir
en nosotros ninguna transformación alguna.
Si estamos en Cristo, nuestra reacción será llena de paz, esperanza y
gozo. Que el 2012, sea un año de más
bendición, madurez y crecimiento espiritual por medio de una mejor relación con
Dios. Bendiciones a todos.
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