Del escritorio del
Pastor: Una perspectiva bíblica de la soltería (1 Corintios 7:8-9).
Muchos
solteros después de una desilusión amorosa tienen como slogan: Mejor
solo que mal acompañado. Desde luego
no siempre es así. En nuestra cultura
hispana, hemos estereotipado la edad para casarse y cuando la persona no lo ha
logrado, entramos en un proceso de presión como por ejemplo: Hey, se
está pasando el tren. Debemos estar
claros, que no hay una edad límite para casarse y que si no lo logra en esa
edad, ya perdió toda esperanza. Veamos
qué dice la Biblia respecto a la soltería.
Hay
algunas causas del por qué la persona está así.
Por ejemplo estudios, anda en la búsqueda de su media naranja, quizá es
una persona tímida y no puede entablar una relación con el fin de
formalizarse. Por el otro lado, hay
personas en esta de soltería por decisión propia. Se sienten bien así y no tienen ninguna
intención de cambiar su estado. En la
soltería podemos encontrar ventajas y desventajas. Algunas ventajas están el poder desarrollar
personal y profesionalmente. Ya que
disponen de tiempo lo saben aprovechar muy bien. Facilita el desarrollo de amistades
profundas. Tiene mayor privacidad y
obviamente más libertad de movimiento.
Algunas desventajas: fomenta la
soledad. Pueden haber sentimientos de
ser rechazado y hasta marginados por la sociedad. Puede provocar frustración y presiones de
índole sexual mayormente en los solteros que no desean serlo.
Veamos
qué nos dice el apóstol Pablo en el pasaje arriba indicado. Digo,
pues a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo. Pablo no está promoviendo la
soltería. Aquí se dirige a un grupo de personas que pueden ser viudos
adultos y que quizá les resultaría muy duro iniciar una nueva relación y tener
hijos lo cual no es fácil. Esto mismo se
aplica a las mujeres. Pero en el
siguiente versículo deja la puerta abierta, pero,
si no tienen el don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse
quemando. Pablo no reprocha a las
personas que entran en esta categoría ni tampoco son descalificadas por
Dios. Pecado es aparentar que está bien
cuando no lo es así. Por lo tanto, todas
aquellas personas solas que no desean estarlo, deben buscar la guianza del
Señor en buscar el cónyuge que llene sus expectativas. Dios nos ha creado con necesidades sexuales
que deben ser satisfechas dentro de matrimonio únicamente. Haciendo un pequeño paréntesis, Pablo en 1
Corintos 7:12-15 cuando en la pareja uno de ellos es creyente y el otro
no. Si el no creyente acepta
vivir con el creyente, Pablo dice, no abandonarlo, no se separe. Pero sí es lo contrario, Pablo dice que el
creyente lo deje ir. Dios nos ha llamado a paz y si no hay otra alternativa con
tal de promover una atmósfera de paz, debe separarse.
En
Mateo 22:30 Jesús nos adelanta que el matrimonio es un estado temporal mientras
estemos aquí en la tierra. Porque en la resurrección ni se casarán, ni
se darán en matrimonio. Tener
presente, el matrimonio en el presente es necesario para ayuda mutua y la
procreación. Es un estado temporal aquí
no en la eternidad. Sin duda alguna, sin
desmeritar el matrimonio, las relaciones en la eternidad serán perfectas y
mucho mejor que el matrimonio. No habrá
egoísmo, pleitos, celos, contiendas,
ofensas, no habrán lágrimas. Por
ello, se debe aprovechar la soltería para servir al Señor (1 Corintios
7:32). Quisiera, pues, que estuvieses sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del
Señor, de cómo agradar al Señor. En
cierta manera, el soltero tiene alguna ventaja en el servicio al Señor. Puede manejar su tiempo con toda
libertad. En el campo misionero hay
muchas mujeres y hombres solteros sirviendo al Señor. Pueden administrar sus recursos con criterio
propio. Un soltero está libre de las presiones
familiares (v. 32-34), No así los
casados. Así que como iglesia, debemos tener en alta estima este sector de la
congregación y no menospreciarles. En la
eternidad ¡todos lo seremos! Bendiciones
a todos.
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