Del
escritorio del pastor: Promovamos el estímulo unos a otros (Hebreos
10:23-25)
Una de las razones de congregarnos
aparte de adorar al Señor es para estimularnos al amor y a las buenas
obras. ¿Por qué es importante que como
iglesia tener presente lo anterior?
Porque sencillamente a través del estímulo muto, desarrollamos
relaciones fraternales sólidas, sanas y honestas entre nosotros. Cuando tenemos buenas relaciones generalmente
la pasamos bien. Cuando es lo contrario,
casi nadie la pasa bien. A través de la
Biblia hallamos muchas demandas a
amarnos, aceptarnos, tolerarnos y estrechar nuestros lazos de amistad
unos con otros. ¡Eso causó un gran
impacto en la iglesia del libro de los Hechos! (Hechos 2:42-47). ¿Podemos seguir ese modelo hoy día? Sí, sí podemos. 2 Corintios 1.3-4 nos da algunas pautas sobre
la consolación (uno que viene a nuestro lado para ayudarnos oportunamente
cuando pasamos por alguna prueba).
Según el apóstol Pablo al respecto dice:
1.
Tenemos un Padre de toda consolación.
2.
Tenemos un Padre que nos consuela constantemente en todo tiempo y en
toda clase de aflicción, sin excepción.
3.
Somos consolados para consolar a otros.
Dios tiene propósitos para consolarnos.
¿Qué es el estímulo? Es dar ánimo a alguien. Es la idea de apoyar a los demás. Todos necesitamos ser estimulados muchas
veces. Hemos sido consolados algunas vez
ya sea por Dios o por alguien. La Biblia
dice que si hemos recibido el consuelo es para que hagamos lo mismo con los
demás. Para ello es importante tener un
corazón compasivo hacia los demás. Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis
(1 Tes. 5:11). Animar y edificarse
unos a otros. Es un buen ejemplo que
como iglesia CCF debemos seguir. Ayuda
mutua ofreciendo ánimo para fortalecer la fe de los hermanos, es una
responsabilidad de todos. Debemos tener
el corazón como el de Jesús.
¿Razón para estimularnos? Según Hebreos 10:24, la Palabra nos
recuerda: Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. Considerémonos, es la actitud de
preocupación que debemos tener para buscar la manera, tener la motivación
de….estimularnos al amor. ¿Cómo debe
ser el amor? Pablo en Romanos 12:9 dice
que el amor sea sin fingimiento. Un amor
honesto libre de malos pensamientos.
Cuando no existe la gracia de Dios, nace la amargura y el amor de Dios
está lejos de nosotros. Sobrellevad los unos las cargas de los
otros, y cumplid así la ley de Cristo (Gálatas 6:2). Sobrellevad es tener un espíritu de
solidaridad de ayudarnos unos a otros.
Como iglesia somos el Cuerpo de Cristo.
Las cargas son aquellas dificultades o problemas que no se pueden
resolver fácilmente con sus nuestros propios medios. De esa manera, cumplimos la ley de Cristo
(Mateo 22:36-40). Esa ley consiste en
amar al prójimo nos debe motivarnos a apoyarnos unos a otros.
¿Cómo podemos estimularnos? Por medio de la palabra. Ellas son
un poderoso medio para alentarnos.
Una lengua amable debe iniciar en casa.
Es hablar con gentileza, con verdad y sin ofender (Ef. 4:15). Un poco de amor puede controlar una lengua
descontrolada (Prov. 12:18, 25, 25:11).
Una lengua contenta. No estarse
quejando por todo. Una lengua agradecida
comunica buenas cosas y promueve un buen ambiente de relación. La amistad es otro medio para estimularnos
unos a otros. En todo tiempo ama el amigo, y
es como un hermano en tiempo de angustia (Prov. 17:17). Así también, por medio de un corazón libre de
toda amargura (Hebreos 12.15). La amargura
es un sentimiento de tristeza, frustración o resentimiento. Somos llamados a cuidarnos o mantenernos
vigilantes para evitar que caigamos en la amargura. Si no lo hacemos podemos contaminarnos y así
evitar que nos estimulemos unos a otros.
La amargura nos contamina, mancha y afecta nuestras vidas y relaciones
interpersonales. Quitemos de nosotros
ese mal sentimiento. Todo lo contrario,
promovamos el estímulo y así fortalecer la amistad unos con otros. Dios lo demanda y nosotros lo
necesitamos. Bendiciones a todos.
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