Del
escritorio del pastor: funciones
bíblicas en la vida matrimonial (Efesios 5:21-33)
Las
estadísticas son alarmantes. Estamos al borde que la familia desaparezca. Estamos en crisis. ¿Por qué hemos llegado a esta
situación? Debemos indicar que esta
crisis se debe principalmente a que nos hemos alejado de los principios
bíblicos donde se nos orienta cómo debemos funcionar para bien. La Biblia describe el diseño de Dios para el
matrimonio. Las Escrituras son muy
claras con respecto al lugar que Dios ha designado para los hombre y las
mujeres en la familia. Sin embargo, la
meta de Satanás desde el comienzo ha sido destruir el diseño de Dios para la
humanidad. Para no seguir cometiendo los
mismos errores, todos debemos acudir a la Biblia y ponerla en practica.
El concepto humanista del matrimonio
es que la familia, es el grupo social
caracterizado por tener una residencia común.
Puede estar constituido por dos cónyuges (del mismo sexo si es el
caso) o de diferente sexo. Pueden estar casado legalmente o no. Por el otro lado, el concepto bíblico del
matrimonio es muy diferente. Veamos
algunos elementos importantes sacados del relato sagrado. Dios creó una pareja de ambos sexos (Génesis
2:22, hizo una mujer, y la trajo al hombre). En la mente de Dios no hay lugar para
matrimonios del mismo sexo. Ese es el
diseño de Dios. Ambos somos imagen de
Dios (Génesis 1:27, Y creó Dios al hombre
a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó).
Veamos algunas funciones bíblicas
del hombre. Como esposo, el hombre es sacerdote de su casa. Deuteronomio
describe que es el hogar el centro de la educadora de la fe en los hijos siendo
el padre el mayor responsable en ese papel.
La pascua era una de las fiestas principales del pueblo judío. Era una fiesta familiar, celebrada en el
hogar. El padre era el encargado de
dirigirlo. Debe amar a su esposa (Ef. 5:25, maridos amad a vuestras esposas).
Toda relación matrimonial inicia en Efesios 5:18, sed llenos del Espíritu. Hombres
y mujeres renovados interiormente. Eso
producirá mejores matrimonios (no perfectos).
La espiritualidad del hombre se mide de la manera cómo trata a su esposa
e hijos en casa cuando nadie lo observa.
En ningún lugar se prueba mejor nuestra relación con Dios que en la
relación que llevamos en nuestra familia.
Como padres (Ef. 6:4), el padre debe implantar un modelo de disciplina
bíblico. No provoquéis a ira a vuestros
hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Criadlos, formarlos, nutrirlos, educar,
dirigir etc. Es una pena cuando los
padres descuidamos la disciplina y estamos formando una generación rebelde que
no respetan la autoridad de nadie.
La mujer también tiene su cuota de
aportación. Sujeción a su esposo (Ef.
5:21-22). La sujeción es la disposición
voluntaria de la esposa a estar bajo la autoridad de su esposo. Esta situación fue diseñada por Dios en la
creación y afirmada por su acto jurídico en respuesta a la caída (Génesis
3:16). La sujeción ayuda para un mejor
funcionamiento dentro del matrimonio. Ella
debe ser ayuda idónea (Génesis 2:18, No es bueno que el hombre esté solo, le haré
ayuda idónea para él). Ella es
alguien especial para él. No es sinónimo
de inferioridad. Ella es la única
persona que puede llenar ese vacío sentimental y la soledad del hombre. Dios no se agrada de la soledad del
hombre. Prov. 18:22 dice, el que halla esposa, halla el bien. Debe tener una conducta ejemplar (1 Pedro
3:1-3). Buen testimonio, ganados sin palabra. Es la capacidad de ganar al esposo que no
conoce a Cristo por medio de un buen testimonio. Su conducta es suficiente. Buena reacción, considerando vuestra conducta casta y respetuosa (v. 2). Es tener una vida pura, conducta
irreprochable y fiel a Dios y su
esposo. El esposo quizá estará
observando cómo su comportamiento.
Vestimenta (v. 3-4). El aspecto
personal debe tenerlo muy en cuenta una esposa temerosa de Dios. Pedro no está prohibiendo en ningún momento
que ellas se arreglen. Es un llamado al
equilibrio de los valores. El aspecto
interno, mediante un espíritu afable y
apacible. La importancia de la
belleza interna sin descuidar lo externo.
Una mujer tranquila a pesar de la tensión que pueda estar
experimentando. Una mujer controlado por
el Espíritu Santo. Todo lo anterior es
de gran valor para Dios. Para evitar la
crisis matrimonial, sigamos y respetemos el diseño de Dios impreso en la
Palabra de Dios. Eso hará mejores
matrimonios. Bendiciones a todos.
Excelente mi querido compañero de milicia.un abrazo de la familia Missly Panduro
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