Del
escritorio del pastor: Adorando al Señor por
medio de nuestro servicio (Juan 12:1-8).
A
cierto director de una orquesta se le
preguntó una vez: ¿Cuál músico es más
difícil de hallar para una orquesta? El
que toca el segundo violín dijo el director.
¿Por qué? Sencillamente porque a
todos les gusta tocar el primer violín.
Nos hemos puesto a pensar que de cierta de manera, la iglesia es como
una gran orquesta también. Todos de
alguna manera tocamos algún instrumento de forma figurada. Como todo instrumento no todos suenan
igual. Algunos somos como trompetas,
otros violines, trombones, guitarras, bombos, flautas etc. Lo importante de ello es que estemos tocando
el instrumento adecuado y que lo estemos haciendo como adoración a nuestro Dios. Hoy veremos cuatro distintos músicos que el
Señor permitió tocar con diferentes instrumentos. Al final, debemos tomar una decisión en cuál
de ellos nos ubicamos.
El primer músico se llama Marta, una mujer que adora por medio del servicio (Lucas
10:38-42). Marta, hermana de María y
Lázaro se le recuerda como una mujer servicial pero muy afanada y preocupada en
hacer muchas cosas dejando de lado lo principal que era escuchar la palabra del
Señor. El hogar de estos hermanos le
brindó cariño, hospitalidad y todas las atenciones que Jesús necesitaba. Cristo tenía un afecto especial por ella
(Juan 11:5). Al momento de la llegada de
la comitiva del Señor donde eran quizá unas quince personas, la demanda de
servicio era demasiado para ella sola.
Llegó un momento donde explota y con tono de enojo exclama: Señor,
¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡dile que me ayude! (NVI).
En su reclamo critica la actitud pasiva de María como también del Señor
por permitirlo. En tono dulce, Jesús le
reprende, Marta, Marta, afanada y turbada
estás con muchas cosas, sólo una cosa es necesaria, y María ha escogido la
buena parte, la cual no le será quitada (v. 42). En Juan 12:2, vemos que Marta aprendió la
lección, se describe sirviendo pero no enojada y sin reclamo alguno. Había madurado y estaba tocando su
instrumento adecuadamente.
El segundo músico, es María hermana
de Marta. En Lucas 10:39, se le describe
sentada a los píes de Jesús, oía su
palabra. Después del fuerte reclamo
de su hermana Marta, Jesús mismo la defiende y honra su actitud de devoción y
deseo de escucharle. Solo una cosa es necesaria, y María ha
escogido la buena parte, la cual no le será quitada (v. 42). En Juan 12:3, nuevamente aparece María y de
forma creativa adora al Señor y con gran atrevimiento, tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los
píes de Jesús, y los enjugó con sus cabellos, y la casa se llenó del olor del
perfume. María demuestra su
adoración y devoción al Señor derramando completamente un perfume que tenía el
precio de casi un año de salario. Todos
se vieron beneficiados al sentir el grato olor del perfume. Nuestro servicio en la iglesia debe hacerse
con el objeto de adora al Señor y bendecir a Su pueblo (la iglesia). Ella sin saberlo está preparando el cuerpo de
Cristo para su sepultura (v. 7). Ante la
crítica recibida, María es defendida de nuevo por Jesús (v. 7, Déjala, para el día de mi sepultura ha
guardado esto). En Marcos 14:9,
María es honrada de nuevo por Jesús: …dondequiera que se predique este evangelio,
en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella).
El tercer músico, es Lázaro, hermano
de Marta y María. Su presencia en la
cena es muy significativa (Juan 12:1-2, 11:43-48), había sido resucitado por el
Señor días antes y este hecho había sido tan impactante que los líderes
religiosos estaban sumamente preocupados por el testimonio dado por
Lázaro. Vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a
Lázaro, a quien había resucitado….por causa de él muchos de los judíos se
apartaban y creían en Jesús. Lázaro
era un testimonio viviente del poder y autoridad de Jesús.
El cuarto músico era Judas. En Juan 12:1-8, después que María derrama
completamente el costoso perfume, Judas fingiendo una preocupación, exclama en
tono de protesta, ¿Por qué no fue este
perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Sus motivaciones no eran puras y carga con
una crítica destructiva contra María.
Juan afirma que Judas eran ladrón y
teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella (v. 6). Ahí radicaba su verdadero enojo. Se había perdido una buena oportunidad de
sustraer más dinero y estaba muy molesto contra María y con Jesús al
permitirlo. Judas se describe como un
músico con un espíritu de crítica contra los demás músicos de la banda del
Señor. Finalmente, ¿dónde nos ubicamos nosotros
dentro del banda musical de Jesús? La
respuesta es muy personal. Tomemos hoy
la mejor decisión y seamos músicos ubicados ejecutando el instrumento que
nuestro Dios nos ha dado y lo estamos haciendo para Su gloria y adoración
únicamente. Bendiciones a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario