Consecuencias al servir a Cristo (una evaluación bíblica del
servicio cristiano) 2 Corintios 4:7-18.
Creí que a religión me haría feliz. Siempre supe que una botella de vino podría
lograrlo. Si lo que usted busca es una
religión que lo haga sentirse confortable, no le recomendaría el cristianismo (C.S.Lewis,
apologista cristiano, literario y académico nacido en Irlanda del Norte, autor
de Las crónicas de Narnia). Cuando leemos la vida de los grandes hombres
de la Biblia y fuera de ella que sirvieron a Cristo, nos damos cuenta que el
común denominador es que no tuvieron una vida cómoda (Hebreos 11:36-40). Sin caer en un pesimismo es menester que nos
enfoquemos en el mensaje bíblico sobre el precio a pagar en el servicio al
Señor. Dos detalles importantes que
todos debemos tener presente:
1.
A través de la Biblia hay una enseñanza y advertencia a enfrentar el
sufrimiento (2 Timoteo 2:3, Tú, pues,
sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo). 1 Pedro 4:12-13 nos advierte a no tener
ningún tipo de sorpresa cuando venga la prueba.
2.
Nada, pero nada de lo que experimentemos aquí se compara a lo que usted
y yo disfrutaremos en la gloria (Apoc. 21:1-5, Romanos 8:18, Tengo por cierto que las aflicciones del
tiempo presente no son comparables con la gloria venidera…).
Hay
sufrimiento por hacer el bien (1 Pedro 2.20-24). El apóstol Pedro nos hace una observación. No debemos sorprendernos cuando hacemos mal y
debemos pagar por ello. Al mismo tiempo,
cuando hagamos lo correcto y no somos recompensados nos recuerda, Pues para ello fuisteis llamados….hay
una prohibición a la venganza como también a que debemos servir al Señor para
Su gloria y Honra. En Cristo encontramos
el mejor ejemplo de sufrimiento, padeció por nosotros, dejándonos ejemplo para
que sigáis sus pisadas.
Tendremos
tribulación (2 Cor. 4:8).
Tribulación es, estar apretados,
puestos en estrecho. En pocas
palabras una vida nada fácil. Presión de
múltiples problemas que debemos soportar.
Tensión provocada por las diferentes circunstancias de la vida
(económicas, espirituales, emocionales,
sentimentales, empleo, migratorias etc).
Debemos aceptar la vida con todos aquellos capítulos que vienen sin caer
en el fatalismo, resentimiento o amargura contra nadie ni contra Dios
tampoco. Hay apuros (2 Cor. 4:8). Es
el cuadro de confusión en que no se sabe dónde ir ni a quién acudir en busca de
ayuda. Es como cuando estamos sin
recursos, nos sentimos acosados por las deudas y no sabemos qué hacer. Hoy y siempre, el mejor recurso de auxilio
debe ser Dios (Salmos 46:1-2, Isaías 41:10, 40:28-31). Qué tragedia sería que a Dios se le frustraran
sus planes respecto a nosotros después que hayamos sufrido. ¡Sería espantoso! Pero que alivio, nada escapa al control
soberano de nuestro Dios y al final su tratamiento hacia nosotros
triunfará. Tranquilos, nada puede
malograrse ni se frustrará nada al plan perfecto de Dios (Romanos 8:28).
Hay
persecución (2 Cor. 4:9). La
esclavitud en tiempos del imperio romano era enorme. Según los estudios, entre el 25-40% de la
población eran esclavos. Sus tareas eran
variadas. Habían amos que les trataban
bien otros no. Para hoy, la esclavitud
como también la persecución suena un poco raro.
Si embargo tristemente hay lugares que todavía hoy ser cristiano es
sinónimo de persecución y amenaza de muerte.
Países musulmanes, asiáticos, africanos y hasta en América encontramos
persecución (iglesias cristianas en USA quemadas). Una verdad incuestionable, la iglesia ha sido
perseguida desde sus mismos inicios (Hechos 8:1-4). Hay
rechazo (2 Cor. 4:9).
Desechados. Es la experiencia
donde podemos sentirnos rechazados o derribados (catástrofes naturales, un
accidente de vehículo, muerte de un ser querido, divorcio o separación, una
grave enfermedad). ¿Cómo hacerle frente
a todo lo anterior? Es un alivio que la
Biblia tiene una respuesta de cómo usted y yo debemos enfrentar las
tribulaciones o adversidades en la vida por servirle. Según Santiago 1:2-4,
debe haber aprendizaje como también una actitud de gozo (Fil. 4:4, 1 Tes. 5:16,
18). No debe ningún tipo de sorpresa y debemos estar preparados para ello (1
Pedro 4:12-13). Al final el propósito de
Dios al permitir cualquier adversidad en nosotros es: perfección, afirme, fortalezca y establezca
(1 Pedro 5:11). No hay nada al
azar. Dios sigue en control de
todo. Una palabra de ánimo, el
sufrimiento es temporal, las recompensas son eternas (Romanos 8:18). Bendiciones a todos.
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