lunes, 27 de agosto de 2012

Haciendo un pacto familiar con Dios (Josué 24:15)


Haciendo un pacto familiar con Dios (Josué 24:15).
            La vida de Josué es fascinante.  Se le recuerda como el servidor de Moisés, (pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor nunca se apartaba de en medio del tabernáculo, Éxodo 33:11).  Dios le usó en un momento clave de la historia del pueblo de Israel.   Junto con Caleb dieron un informe positivo y lleno de fe para ir a conquistar la tierra prometida (Números 13:30, 14:6-9).   Vivió en un momento de transición.  De 400 años de esclavitud, después 40 años en el desierto y otros después en la conquista y distribución de la tierra prometida.  Le tocó ser el sucesor de Moisés, el gran líder de Israel (Deut. 34:7-129.   Fue el instrumento divino para distribuir la tierra prometida.  Por estas y muchas otras razones, Josué fue una persona especial.  Hoy, nuestro Dios anda en la búsqueda de personas que tengan sus mismas cualidades y hacer de la familia de hoy, una familia comprometida con Sus principios y que hagan un pacto con Él (pacto bíblico  son los convenios o compromisos donde Jehová Dios hizo con Su pueblo o algunas personas en particular)
            Josué les recuerda a un Dios que ha sido fiel (Josué 23.1-10).  A modo de despedida, Josué ya en los últimos días de su vida, reúne a todos los líderes de Israel  y hace un repaso histórico de lo fiel que Dios ha sido con ellos.   Y vosotros habéis visto todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho con todas estas naciones por vuestra causa (v. 3).    Dios mismo había sido Su escudo y defensor.  El contexto de Israel era de un pueblo con 400 años de esclavitud y no estaban preparados para la batalla.  En medio de todo ello, vemos dos elementos relevantes.  Primero, la responsabilidad del pueblo:  Esforzaos (v. 6)….Mas a Jehová vuestro Dios seguiréis (v. 8).  Hay un llamado a la obediencia.  Segundo, la responsabilidad divina:  Jehová vuestro Dios es quien pelea por vosotros, como él os dijo (Éx. 14:14, Deut. 3:2). 
            Josué exhorta al pueblo hacer pacto de fidelidad con Dios (v. 11-16).  Hay una serie de demandas que el pueblo recibe.  Amar a Dios (v. 11, Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis a Jehová vuestro Dios).  La obediencia a los principios bíblicos es demostración de amar a Dios (Deut. 6:4-7, Juan 14:15).  No a los matrimonios mixtos (v. 12, Deut. 7:1-4, 2 Cor. 7:14, Números 25:1-2).   Tristemente esta demanda no ha sido obedecida y los resultados los hemos visto con nuestros propios ojos.  Creyentes uniendo sus vidas con inconversos al final separándose por no tener los mismos principios.  Dios es Sabio y sabe por qué de esta prohibición.  Hay advertencias si el pueblo no obedecía (v. 13-16):  las mismas naciones que no expulsen serían sus mismos azotes.   Dios mismo les castigaría,  Entonces la ira de Jehová se encenderá contra vosotros.  Toda desobediencia tiene su consecuencia.
            Josué describe cómo Dios ha sido fiel (Josué 24:1-14).   Dios mismo les ha hablado (v. 1-2, Así dice Jehová, Dios de Israel….).  Josué como líder de turno con autoridad venido de lo Alto, dice claramente que lo que está a punto de compartir viene de Dios mismo.   Dios ha estado presente en la historia del pueblo desde siempre.  Desde el llamado de Abraham (v. 3, Gn. 12, 15, 17).  Dios llamó a Moisés y Aarón y estuvo presente en el éxodo (v. 5-7, Éx. 13:21-22).  Les acompañó en la travesía del desierto (v. 8-10, Yo os introduje….). Fue el Dios de la conquista (v. 11-13, 5:13-15).  Pasasteis el Jordán….y YO los entregué en vuestras manos y envié delante de vosotros tábanos (Éx. 23:28, Deut. 7:20-21).  Tábanos son avispas.   Josué describe las demandas divinas (v. 14, ….temed a Jehová….servidle con integridad y en verdad….quitad de entre vosotros lo dioses….y servir a Jehová).  Era parte del pacto que el pueblo debía hacer:  obediencia, servicio, honra y fidelidad en adorarle sólo a Él.
            Josué anima al pueblo hacer un pacto de servir a Dios (v. 15-28).  Un reto a cumplir:  escogeos hoy a quién sirváis…(1 Reyes 18:21)…..si mal os parece (quizá habría oposición a las demandas).  No se puede imponer servir a Dios.  Debe salir del corazón.  Josué ya había tomado su firme y clara decisión (v. 15b, ….pero yo y mi casa serviremos a Jehová).  Debido al buen ejemplo de sus líderes, el pueblo responde solemnemente (v. 19-21,   él es Dios santo, y Dios celoso….No sino que a Jehová serviremos).   Finalmente vemos cómo el pueblo hace un pacto con Dios.   A Jehová nuestro Dios serviremos, y a su voz obedeceremos.   Entonces Josué hizo pacto con el pueblo, el mismo día, y les dio estatutos y leyes (v. 24-25, Éx. 15:25, Deut. 29:1).    Hemos dicho al principio, que pacto es un compromiso que se hace entre dos o más personas.  Le invitamos a usted que haga lo mismo junto con su familia comprometernos a servir al Señor con toda fidelidad.    Bendiciones a todos.  

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