lunes, 24 de septiembre de 2012

Encarcelado, olvidado y promovido, la historia de José (Génesis 40:14-23)


Del escritorio del pastor:  Encarcelado, olvidado y promovido, la historia de José (Génesis 40:14-23).
Una manera de probar la autenticidad de un diamante es por medio de lo que los joyeros denominan la prueba del agua.  La imitación de una piedra nunca brilla igual que una auténtica, pero no siempre resulta fácil detectar el contraste por medio del análisis común a simple vista.  Los joyeros saben que poner un diamante genuino y una imitación uno junto al otro en agua revelará las diferencias.  El auténtico continuará resplandeciendo con el mismo brillo debajo del agua, mientras que la imitación pierde prácticamente todo el brillo. 
            Según la medicina de hoy, es asombroso que con toda la tecnología disponible cuando se le da el diagnóstico al paciente, lo que hace la diferencia entre uno y otro es la actitud.  La actitud lo determina todo.  Cuando cambiamos la actitud, podemos cambiar las cosas.  En la vida de José podemos aprender cómo su correcta actitud pudo hacerle frente a tantas situaciones adversas y pudo perdonar, olvidar y ser promovido a lugares tan privilegiados como ser Primer Ministro de Egipto.  José fue encarcelado (Gn. 39:20-23).  En la vida de José vemos la soberanía de Dios.   José tuvo que aprender a vivir bajo ese aspecto y nosotros también. Muchas cosas vendrán y quizá no nos agradarán.  La cárcel no era el destino final de José.  Tuvo el respaldo divino.   Pero José estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel (39:21).  De nuevo, José tuvo una buena actitud en la cárcel y Dios lo promovió con el encargado de la prisión y como en casa de Potifar.  Dios nunca le abandonó.  Desde luego tuvo que ser perseverante. 
            José es olvidado en la cárcel (Gn. 40:23).   Como hemos visto, José recibe la responsabilidad de estar a cargo del cuidado de los prisioneros.  Debido a que estaba libre de toda amargura y resentimiento, podía hacer su trabajo lo mejor posible a pesar del maltrato recibido en casa de Potifar y llevado a ese lugar injustamente.  Nuestras actitudes permitirán que las circunstancias de la vida nos fortalezcan o nos destruyan (caso de Job  su esposa y Caín y Abel).  José decidió ser instrumento de Dios (40:6-14).  Demuestra interés en la vida de los demás. Dos altos funcionarios de Faraón, el copero y panadero son enviados a la cárcel.  Ambos tienen sueños que los pone tristes.  José, demostrando interés en sus vidas, los miró, y he aquí estaban tristes.  Y él preguntó….¿Por qué parecen hoy mal vuestros semblantes?   José era quien debía estar triste.  Sin embargo debido a su actitud, demuestra interés en la vida de estas dos personas.  No se centró en sus propias necesidades únicamente y olvidarse de los demás.  Honra a Dios al reconocer su don de interpretación de sueños no lo contrario.    Después de la interpretación, pone su confianza en el copero para salir de la cárcel.  Este al salir , no se acordó de José, sino que lo olvidó (40:23).  José debía aprender a confiar en Dios únicamente.  Él saldría la prisión no por la intervención humana sino la de Dios.  El Señor nunca se olvida de nosotros (Is. 49:15). 
            José es promovido por la mano de Dios.  Debido al don sobrenatural de interpretar sueños, Dios permite que descifre los sueños de Faraón y sale de la cárcel.  En el día menos pensado, sale apresuradamente de la prisión (41:14, …Y lo sacaron apresuradamente de la cárcel, y se afeitó, y mudó sus vestidos, y vino a Faraón).  De nuevo José honra a Dios en la interpretación de los sueños.  No está en mi, Dios será el que de respuesta propicia a Faraón.  Todo lo que somos y hacemos lo debemos a Dios.  Esa debe ser nuestra correcta actitud, no otra.   José da las recomendaciones adecuadas a Faraón para hacerle frente a lo que está por suceder.  Lo hace sin ninguna intención  o interés a optar a ese importante cargo.  Sin embargo la mano de Dios se manifiesta con la decisión de Faraón al promoverlo a ese puesto tan delicado.  ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?  (41:38).  Definitivamente que no.  Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo….Y lo puso sobre toda la tierra de Egipto (41:41-43).   José fue perseverante.  Tuvo siempre una buena actitud y por ello el éxito, la prosperidad y bendición de Dios llegaron a su vida.  Tiene una nueva familia.  Los nombres dados a sus hijos demuestran lo que había en su corazón (v. 51-52,  Dios me hizo olvidar todo mi trabajo….Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción).  Olvido y fructífero se resumen la vida de José.  Un hombre que supo enfrentar las adversidades de la vida con una buena actitud.  No se dice que tuviese alguna queja contra Dios.  Ni tampoco la amargura, el resentimiento o enojo lo afectaron.   ¿Cuál es nuestra situación hoy día?   Aprendamos de José y sepamos superar toda adversidad con buena actitud y confianza en el Dios que todo lo puede y nada escapa a Su soberano control.  Así como un diamante auténtico, sepamos brillar en medio de nuestras adversidades.  Bendiciones a todos.  

lunes, 17 de septiembre de 2012

Principios de integridad en la vida de José (Génesis 39:1-12)


Del escritorio del pastor:  Principios de integridad en la vida de José (Génesis 39:1-12).
            Cuando hablamos de valores, nos referimos a aquellas creencias correctas que moldean nuestra vida.  Cuando no tenemos valores, andaremos errantes en la vida.  Santiago 1:8 dice:  el hombre de doble ánimo, es inconstante en todos sus caminos.  Esta persona no tiene principios ni valores que lo rigen para saber cómo actuar en determinado momento.  Al tener fuertes valores en las circunstancias de la vida no nos moverán fácilmente.  El término integridad (estar completo, no dividido), ayuda mucho para ubicarnos a la vida de José.  Hoy día, debido a la falta de valores e integridad, los patrones morales se desmoronan a la caza de placer y buscar éxito por medio de atajos.  Una persona íntegra no tiene que esconder nada.  La vida de José se distingue por ser un hombre íntegro y Dios recompensó enormemente su integridad.
            Una persona íntegra, disfruta lo que hace.  José era un esclavo en casa de Potifar.  De ser el hijo favorito y consentido de papá, en pocos días su vida da un cambio radical.  Un esclavo era considerado como un objeto de propiedad del amo que podía hacer con él lo que quisiese.  Debido a que José demostró ser un joven responsable que hacía su labor con esmero, Potifar su amor, nota en él un esclavo dedicado y que disfrutaba hacer su labor lo recompensa ascendiéndole como su administrador general de todos sus recursos.  José no tuvo ninguna recomendación.  Todo se debió a su propio esfuerzo y la ayuda constante y fiel de nuestro Dios (v. 2, Mas Jehová estaba con José).  José fue fiel.  Lucas 16:10 dice:  El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel….la Biblia nos pide que seamos fieles en nuestra mayordomía cristiana (1 Cor. 4:2).  No se trata de ser inteligente o sagaz.  Se trata de ser fiel.  En la parábola de los talentos en Mateo 25:21, 23, el amor recompensa la fidelidad de ambos llamándoles: buen siervo y fiel,  sobre poco has sido fiel…..la fidelidad nos abre posibilidades.  ¿Estamos disfrutando lo que hacemos?  ¿somos fieles con nuestras responsabilidades?  Recordemos, ser fieles es nuestro llamado de parte de Dios.
            Dar lo mejor que somos (v. 3).  En Proverbios 22:1 hallamos una palabra que debemos considerar con atención y tratar de retenerla:   De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro.  La reputación,  es la opinión que se tiene de alguien o de algo.  Dice la Escritura que una buena reputación vale más que las riquezas.  Proverbios 20:7 agrega:  Camina en su integridad el justo, sus hijos son dichosos después de él.  Debemos tener presente que nuestra reputación será beneficiosa para nuestros hijos dependiendo de cómo nos hemos conducido en la vida.  A nadie le gusta tratar con una persona adicta al alcohol, drogas o que no sea responsable en su trabajo o graves problemas de inmoralidad o que no cumple con sus obligaciones financieras.  José fue un hombre leal dando lo mejor de sí mismo.   José halló gracia en sus ojos y le servía, y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía (v. 4).   No hay otro mayor que yo en esta casa (v. 9).  José para lograr ese ascenso tuvo que trabajar fuerte, fue leal, íntegro, disciplinado y muy paciente.  Todos debemos aspirar a tener esas virtudes en la vida y demostrarlas con una buena actitud.  Casi siempre, las personas con malas actitudes no llegan muy lejos.  No vemos en José quejándose o lleno de amargura.  Servía y hacia su trabajo fiel y leal.  ¿Lo estamos siendo nosotros?
            Conciencia de la presencia de Dios (v. 7-12).  Todo creyente debe estar listo a los ataques del enemigo.  En 1 Pedro 5:8 se nos advierte que el diablo anda como león rugiente buscando a quién devorar.  Es después que José es ascendido que la esposa de su amo, Potifar que inicia una caza de seducción contra el joven José.  En muchos de los casos,  la tentación puede venir en los momentos de mayor bendición o éxito.  David cometió  adulterio con Betsabé cuando era ya un rey famoso, poderoso y respetado por todos. El diablo nunca duerme.  Las respuestas dadas por José a esta mujer, demuestran que estaba consciente de la presencia de Dios en su vida.  Se mantuvo firme ante el ofrecimiento de ella.  ¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?   Tengamos en mente que José es un joven lleno de emociones lejos de su familia sin embargo tenía conciencia que no podía escapar de la vista y presencia de Dios no importando lo lejos que estaba de casa y familia.  No podemos escapar de la presencia de Dios (Salmos 139:7-11).   Ceder era lo más fácil y normal del mundo.  Dios recompensó la integridad de José aunque tuvo que esperar un tiempo más.  ¿Cuál es nuestra situación hoy día?   Si estamos pasando un momento donde nuestra integridad está siendo probada, recordemos que Dios nos ve y que Él no es injusto para respaldarnos tarde o temprano.  Guarda silencio ante Jehová, y espera en él (Salmos 37:7).  Bendiciones a todos.  

lunes, 10 de septiembre de 2012

Disfrutando correctamente de la juventud (Eclesiastés 11:9-12:1-7)


Del escritorio del pastor:  Disfrutando correctamente de la juventud (Eclesiastés 11:9-12:1-7).
            Juventud divino tesoro, ¡ya te vas para no volver!  Cuando quiero llorar no lloro, y a veces lloro sin querer….Juventud divino tesoro, ¡te fuiste para no volver!    Vivir con sabiduría, sin duda alguna es una fuerte demanda para todo joven cristiano.  De esa manera,  su vida depende del Señor como también de Su guianza y Su palabra.  Todo joven debe apegarse a los principios que encontramos en las Escrituras para disfrutar de una vida correcta y agradable a Dios.  Las noticias diariamente nos informan de tristes incidentes protagonizados por adolescente y jóvenes muchos de ellos menores de 20 años.   ¿Por qué sucede lo anterior?   En muchos casos por la falta de responsabilidad de los padres en no tomar un papel activo en la educación y disciplina de los hijos.  Pero así también, se debe a la rebeldía de una juventud que no gusta de reglas y no desea someterse a nadie.  Como iglesia y padres de familia, estamos conscientes que debemos tener un acercamiento a nuestra juventud con amor, un espíritu de comprensión pero con autoridad y darle la oportuna enseñanza y explicarles cuáles son las reglas de Dios para un mejor vivir y tener una vida agradable a los ojos del Señor.
            Alégrate joven, en tu juventud dice Eclesiastés 11:9.  En pocas palabras, el escritor sagrado permite al joven disfrutar de esa etapa de la vida única, especial, llena de ilusiones, retos y tantas cosas más.  Joven, vive tu vida con alegría.  La juventud pasa muy rápido.  Pero, también el versó agrega:  ….pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.  Dios no está contradiciendo lo que afirma al principio, lo único es que deja bien claro que esa etapa debe vivir con responsabilidad.  No es vivir la juventud locamente.  Sin ningún tipo de restricción alguna.  Al final de nuestra vida daremos cuenta a Dios.  A todos nos gustan los privilegios pero no las responsabilidades.  Aquí notamos la importancia de una vida con sabiduría y responsabilidad.   No ignoremos lo que la Biblia pide.
            Joven, quita de tu vida el enojo (v. 10).   Un fuerte llamado de atención a la juventud a no vivir con preocupaciones y a los padres no cometer el error de trasladar nuestras preocupaciones a ellos.  Enojo significa:  quitar de nuestra vida todo aquello que provoca exaltación, enojo, ira, discusión, agitación etc.   No es saludable y tampoco es la edad para enfrentar situaciones como ser:  limitaciones económicas, emocionales, familiares etc.   Aparta de tu carne el mal (v. 10).  Es un fuerte llamado a vivir lo más lejos posible del pecado.  Una vida agradable a Dios (Salmos 119:9, 11).   La Palabra de Dios es nuestro mejor recurso y fuente de sabiduría para vivir en armonía con nuestro Padre celestial (Prov. 3:5-7).   La adolescencia y la juventud son vanidad (v. 10c).  El joven no debe vivir su vida en esta tierra como si fuéramos eternos aquí.  Los preciosos años de la adolescencia y la juventud pasan muy rápidos y no debemos perderlos en asuntos sin importancia y lo peor aún, lejos de la presencia de Dios y debemos prepararnos para el futuro (caso del hijo pródigo, Lucas 15:12-16).   Este joven perdió valioso tiempo y grandes oportunidades que después se lamentó (v. 17-18).  
            Joven, acuérdate de tu juventud (12:1).  Es la exhortación principal en este pasaje.  Como hemos dicho, es la mejor etapa de la vida (dependiendo de donde se vea).  No tenemos las presiones de la vida de un adulto con familia y limitaciones financieras y de otro tipo.  No hay graves problemas de salud y nos superamos más fácilmente.  Es una atapa donde podemos servir al Señor con mucha libertad con pocas restricciones.  Recordemos que la juventud es corta.  Conforme pasan los años, vienen muchas situaciones novedosas y muchas de ellas poco agradables.  No desperdiciemos la vida haciendo cosas que después nos lamentaremos.  Joven acuérdate de tu Creador hoy que estás joven y libre de muchas preocupaciones.  Bendiciones al CCF juvenil de nuestra parte.  

lunes, 3 de septiembre de 2012

La vida de José, ejemplo a seguir en perdón (Génesis 41:42-52)


Del escritorio del pastor:  La vida de José, ejemplo a seguir en perdón  (Génesis 41:46-52).
Cuando hablamos de convicción, nos referimos al convencimiento o firmeza en creer en algo.  No voy a correr el domingo, es el día del Señor. Fueron las palabras llenas de convicción y seguridad de Eric Liddell.  Lo anterior ocurrió en el marco de las Olimpiadas de París en 1924.  Liddell se había preparado para correr la carrera de 100  metros y según los pronósticos, era el gran favorito para ganarla.  Sin embargo cuando Liddell descubrió que las eliminatorias iban a ser el domingo y según su convencimiento, competir el domingo Día del Señor deshonraría a Dios.  Rehusó competir.  Muchos lo catalogaron como loco.  Pero se mantuvo firme.  Decidió entrenarse para correr los 400 metros, carrera que no había corrido antes.  Liddell terminó ganando y de paso, estableció un record mundial.  Dios honró su espíritu fiel.  Sin duda alguna, la vida cristiana no puede vivirse separadamente de Dios.
            Cuando leemos en la Biblia sobre la vida de José, nos damos cuenta que estamos frente a un hombre que decidió vivir su vida con convicciones y firmeza de lo que creía.    Su vida ocupa mas espacio que Adán, Noé, Abraham, Isaac y su padre Jacob.  José aunque maltratado, sin embargo estuvo muy por encima de nuestras típicas reacciones humanas como ser:  la ira, resentimiento, amargura y la venganza.  Él decidió pasar por encima de todas las faltas injustas recibida y hasta hoy día, sirve como modelo a seguir.  Supo perdonar, olvidar y fue un hombre de integridad.   José es digno de admirar porque supo sobreponerse a la adversidad y al final Dios mismo le honró enormemente.  ¿Qué aprendemos nosotros hoy de la vida de José?   Pablo en Romanos 15:4 dice:  Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron.  En 1 Corintios 10:6 encontramos:  Mas estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros….Así que si Dios en su Soberanía ha permitido que sepamos de la vida de José, es para que aprendamos de él. 
            José fue el hijo favorito de Jacob y de su esposa también favorita Raquel (Génesis 30:22-24).    Debido a ese favoritismo de su padre, provocó un ambiente antagónico entre sus demás hijos y José.  Génesis 37:3 describe que Jacob tuvo a José  en su vejez y debido a eso,  amaba a José más que a todos sus hijos…y le hizo una túnica de diversos colores.  Jacob cometió el mismo error de sus padres en cuanto a tener hijos favoritos.   Génesis 25:28 nos recuerda:  Y amó Isaac a Esaú….mas Rebeca amaba a Jacob.    Jacob demostraba ese favoritismo entregándole a José una hermosa y llamativa túnica de colores.  Con ella, señalaba a su propietario como aquel a quien el padre quería designar como el futuro cabeza de familia, un honor dado normalmente al primogénito.  José usando esta túnica no estaba sujeto a las labores que sus demás hermanos hacían.  Debido a esta muy mala decisión, José fue maltratado y aborrecido por sus hermanos. ¿Qué hizo Jacob para evitarlo?  Sencillamente nada.  Fue un padre demasiado pasivo que fue indiferente a esta situación antagónica entre sus hijos y José.  Le aborrecían (Gn. 37:4)…le tenían envidia (v. 11)….hubo maltrato y hasta planearon matarle (v. 18-35).  Finalmente fue vendido como esclavo por ellos y llevado a Egipto (v. 27-28). 
            José es ejemplo en perdonar porque a pesar de todo el sufrimiento experimentado supo perdonar a sus hermanos.    La Soberanía de Dios se nota en toda esta interesante historia.  José demuestra ser un hombre lleno de misericordia y nunca abrigó la venganza como respuesta a su sufrimiento.  Demostró gracia ante sus malos hermanos.  Era un hombre que vivía bajo la perspectiva divina.  En Génesis 45:5-9, José repetidas veces afirma ante sus asustados y llenos de sorpresas de sus hermanos:  me envió Dios…Dios me envió….sino Dios…Dios me ha puesto por señor de todo Egipto…No los vio como enemigos todo porque había perdonado todo lo experimentado.    ¿Cuál es nuestra situación hoy día?  Quizá usted y yo no hemos sufrido como José  pero tal vez hemos sido ofendidos y abusados de alguna manera.   ¿Estamos cargando esa ofensa?   ¿No hemos perdonado todavía?   José es un buen modelo de perdón que todos debemos seguir.  En Efesios 4:32 encontramos lo que debe ser un principio de vida:  Antes sed benignos unos con otros….perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.  Hoy Dios quiere que tengamos la convicción que el perdón es un distintivo del cristiano.   Bendiciones a todos.