Del escritorio del pastor: Un acercamiento al Padre nuestro, el pan nuestro de cada día, dánoslo
hoy (Lucas 11:1-4).
Si
hemos de escuchar a Dios, debemos acudir a Él con expectación, ¿qué me dirá Dios hoy a mí? Debemos dar por cierto que Dios quiere
hablarnos, Jeremías 33:3 dice, Clama a
mí, y YO te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no
conoces. En las Escrituras
encontramos la promesa que Dios nos habla, pero para ello es importante acercarnos
con fe. Hebreos 11:6 nos recuerda, Pero sin fe es imposible agradar a Dios,
porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es
galardonador de los que le buscan. Esto
debe ser un aliciente en buscarle, hay recompensas cuando nos acercamos a
Él. Para escuchar a Dios, es necesario
estar en buenas relaciones con Él.
Debemos aprender a andar en Su Espíritu.
Efesios 4:30 dice: Y no contristéis al Espíritu Santo de
Dios. Recordemos que el ES nos ayuda
en nuestra comunicación con Dios Padre.
Romanos 8:26 agrega: ….el Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad, pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el
Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Esta sección del Padre nuestro, es
de mucha enseñanza en la vida del hijo de Dios.
Nuestro Señor, está sumamente interesado en suplir nuestras
necesidades. El pan, simboliza todas
aquellas necesidades que tenemos tanto físicas, espirituales, familiares, de
sabiduría, de salud etc. En el tiempo de
Cristo, las tres áreas de mayor preocupación eran la comida, la bebida (agua) y
el vestido. En Mateo 6:25 Jesús
dice: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de
beber, ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. La gente sufría mucha escases de alimentos,
agua y el cambiar de vestido era casi un lujo no accesible para todos. Quizá para hoy día, y tomando en
consideración el medio donde vivimos no entendemos en su totalidad el llamado
de Jesús para sus oyentes de entonces.
Jesús dice, el pan nuestro de cada día. Es
un fuerte llamado a no caer en el afán. No os afanéis (Mateo 6:25, 31, 34). El afán es innecesario debido a que nuestro
Padre Dios desea lo mejor para Sus hijos.
Mateo 7:11 dice, Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los
cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Dios mismo alimenta a Sus criaturas (v. 26, Mirad las aves del cielo…no siembran, ni siegan…y vuestro Padre
celestial las alimenta. ¿No valéis
vosotros mucho más que ellas?. Nosotros valemos mas que los pájaros y no permitirá que padezcamos de hambre, Salmos 37:25 dice, Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su
descendencia que mendigue pan. Así
también, el afán es innecesario. Mateo 6:27 nos recuerda, ¿Y
quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura? Jesús compara el crecimiento físico en el
cual se da naturalmente y aunque queramos hacer algo por esfuerzo propio en la
mayoría de los casos sin resultado alguno aunque nos afanemos por
lograrlo.
Debemos confiar en la provisión
diario y fiel de Dios. La experiencia del pueblo de Israel en el
desierto es una muestra del amor y cuidado divino para Su pueblo y hoy a nosotros. Moisés instruido por Dios mismos, transmite
la forma cómo debían recoger la provisión de alimento que vendría del cielo por
medio de un alimento desconocido que llamaron maná que significa ¿qué es
esto? Ellos debían recogerlo
diariamente (Éx. 16:4, …yo os haré llover
pan del cielo, y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día,
para que yo lo pruebe). Así también recogerían lo que pudieran comer
cada quien (v. 18) sin dejar nada para el día siguiente (v. 19). Sin duda alguna, era una buena prueba de
confiar en al provisión diaria y que a Dios no se olvidaría al día siguiente
enviarles de nuevo el maná. Únicamente
el día sexto debían recoger doble porción (v. 22-24, 30). Era un llamado a la obediencia y confianza en
la provisión del pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Debemos aprender a tener un espíritu
de contentamiento (Fil. 4:11). Dos
detalles que debemos considerar. Pablo
dice, he aprendido. El tener contentamiento es un proceso en
la vida que debemos aprenderlo. No nacemos con ello. Estar satisfecho con lo que tenemos. Proverbios 10:22 dice, La bendición de Jehová es la
que enriquece, y no añade tristeza con ella.
En un mundo lleno de consumismo de no dejarnos llevar por ello. Estar contentos con lo que Dios nos ha
dado. Así también no estar comparándonos
con lo que tienen los demás. Eso tiende
a robarnos la felicidad. No codiciarás dice Éxodo 20:17. La comparación es la actitud de
insatisfacción con lo que Dios nos da y que produce la obsesión de tener más y
más y más. Proverbios 15:16 dice: Mejor
es lo poco con el temor de Jehová que el gran tesoro donde hay turbación. Hay serios peligros en caer en las
comparaciones. Podemos llegar a creer
que tenemos derecho a todo. Vivir sin
límite alguno y tener todo lo que deseamos en la vida. Algunos llegamos a pensar que si sólo tuviera …..sería muy feliz. El hijo de Dios debe vivir su vida bajo
la confianza en un Dios que es fiel en Su provisión diaria. Así que digamos no al afán y estar
satisfechos con Su provisión.
Bendiciones a todos.
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