Dios llama a Josué
(Josué 1.1-9)
¡Feliz
año nuevo! Todo inicio de año, trae
consigo nuevos retos, sueños, planes, ilusiones, compromisos y muchas cosas
más. En todo ello para que se logren,
es menester tener un firme compromiso y especialmente en la vida espiritual
tener un compromiso genuino con nuestro Dios.
¿Por qué Dios llamó a Josué y no a
otro? Dios llamó a Josué, porque
demostró su firme compromiso. Junto con
Caleb, dieron un informe lleno de fe y confianza de que podían tomar la tierra
prometida (Números 14:6-9). Cuando
hablamos de compromiso, nos referimos a los acuerdos que hemos adquirido para
cumplir con lo pactado y asumir las responsabilidades respectivas. El compromiso debe darnos tenacidad
(persistencia, perseverancia, resistencia etc). Si todos queremos un mejor
rumbo en nuestra vida matrimonial, estudio, laboral, ministerial, espiritual,
debemos tener un firme compromiso con Dios y Su obra. Sin duda alguna, es todo un reto adquirir
compromisos. Todo lo queremos fácil sin
que nos cueste nada. Lo barato casi
siempre sale caro. Hoy Dios anda en la
búsqueda de hombres y mujeres con firme compromiso que seamos fieles
cumplidores de nuestras promesas y que no importa las circunstancias que
enfrentemos, seguiremos adelante.
En medio del llamado de Dios para
Josué, dice la palabra que Moisés había muerto (Josué 1:1). A Moisés se le llama siervo de Jehová. Sin duda
alguna es todo un reto ser conocidos bajo ese título o cualidad. La enorme influencia de Moisés en la vida del
pueblo de Israel se dejó notar claramente
Reemplazarle no era muy simple.
Moisés dirigió el éxodo. La gran
liberación del pueblo judío después de 430 años de esclavitud en Egipto. Fueron unos 2 millones de personas a través
del árido desierto lleno de grandes dificultades por 40 años. A Moisés le tocó establecer las instituciones
religiosas del pueblo (El libro de Levítico es un manual de cómo el sacerdote y
el pueblo debían acercarse a Dios). Su
muerte fue muy dolorosa para el pueblo.
En Deuteronomio 34:10-12 se dice de él:
Y nunca más se levantó profeta en
Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara, nadie como él….Desde
luego que las comparaciones nunca son adecuadas. Dios nos ha hecho de manera diferente y nos
usa de la misma manera, diferente. Sin
embargo, es menester tener presente la estatura espiritual de Moisés y el gran
reto de Josué en reemplazarle.
Josué se le identifica como el
ayudante de Moisés (Éxodo 33:119. Fue
testigo ocular del éxodo y las plagas ocurridas en Egipto donde Dios demostró
su gran poder sobre los falsos dioses de esa nación. Durante los 40 años de travesía en el
desierto, Josué demostró fe, firmeza de carácter y valentía. Frente a la gran oposición, junto con Caleb,
afirmó que mediante la ayuda divina, los israelitas serían capaces de
conquistar la tierra prometida. Debido a lo
anterior y a una cualidad descrita en Números 27:18….Toma
a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu….esa última
expresión nos describe un Josué lleno del ES o por lo menos sujeto a la
voluntad del ES (entendiendo el contexto dispensacional de entonces donde el ES
no estaba de manera permanente en las personas sino temporalmente, situación
que cambia en el NT en la vida de los creyentes que es permanente).
¿Qué nos enseña la muerte de Moisés
y el reemplazo de Josué? Sencillamente
que Dios tiene recursos ilimitados. Que
nadie es eterno y que la obra de Dios no depende de una sola persona. La obra depende de Dios (1 Cor. 3:5-7). Sólo Dios es eterno. Moisés había muerto pero no el Dios de
Moisés. Estamos seguros que no dejó de
ser una gran preocupación para el pueblo qué hacer ahora y quién nos va a
dirigir. Sin embargo Dios tiene y sigue
todo bajo Su control. Como hemos dicho,
en medio de esa grave situación (digo grave a los ojos nuestros no a los de
Dios) Josué recibe la orden divina de introducir al pueblo a la tierra
prometida. Jehová habló a Josué….ahora pues levántate y pasa este Jordán….a la
tierra que yo les doy….(Josué 1:1-2).
Haciendo a un lado el gran compromiso, Josué tenía en sus manos el gran privilegio de hacer
realidad la promesa hecha a Abraham muchos años antes (Gn. 12:7, 13-14) sus
descendientes heredarían esa tierra.
Josué es comisionado a dirigir al pueblo para pelear por la tierra
prometida. En medio del llamado divino,
por un lado Josué recibe varias promesas divinas: Recibirían la tierra como regalo (aunque
debían pelear por ella), Yo os he
entregado como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de
vuestro pie….será vuestro (v. 3-4).
Josué tendría una vida victoriosa, nadie
te podrá hacer frente en todos los días de tu vida (v. 5). A nadie le gusta perder. Seguridad de la presencia divina, ….como estuve con Moisés, estaré contigo (v.
5b). ¡Eso hizo la gran diferencia con Moisés y ahora con Josué! Dios honró su promesa en la vida de
Josué. No te dejaré, ni te desampararé (v. 5c). Pero al mismo tiempo que vemos hermosas
promesas hallamos también algunas demandas importantes: Debía esforzarse y ser valiente (v. 6-7, 9). La responsabilidad que Josué está tomando o
le están entregando es enorme.
Recordemos que toda su vida fue el ayudante de Moisés, ahora no está más
él y le toca asumir ese rol. Ser el
líder principal. Eso pudo ser causa de
desánimo y quizá abandonar todo. Así
también debía hacer buen uso de la Palabra de Dios. Nunca
se apartará de tu boca este libro de la ley….meditarás en él. La Biblia ha sido y sigue siendo, el
mejor manual de instrucción de nuestra vida.
Harás prosperar tu camino, y todo
te saldrá bien. Estamos seguros que
eso lo deseamos para este 2013. Sigamos
las recomendaciones dadas a Josué y hagamos de este año, un año diferente
siendo valientes, esforzados, siendo
hombres y mujeres con firme compromiso y obedeciendo los principios bíblicos. Bendiciones a todos.
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