Jesús
vino a buscar y a salvar lo perdido (Lucas 19:1-10)
El
ministerio de Jesús se caracteriza, por haber llegado a las personas con
múltiples necesidades no importando su condición social, económica o
religiosa. Mateo 9:36 afirma que Jesús al ver las multitudes, tuvo compasión de
ellas. El termino compasión
significa, ser conmovido interiormente,
gemir con tierna misericordia, afecto, piedad y empatía. Es ser tocado y movido en la parte más
profunda del ser de una persona. Jesús tuvo encuentros con personas de
diferentes trasfondos. Eso no importó y
el Señor mostró su misericordia tocándoles para ser sanados, salvos y
perdonados sus pecados. La historia de
Zaqueo es muy conocida y popular especialmente en las clases de escuela
dominical con los niños. De hecho hay
una canción que muchos la sabemos que dice así:
Zaqueo era un chaparrito así que
vivía en Jericó, y para ver a Jesús a un sicómoro subió…..Zaqueo, bájate de
ahí, porque a tu casa voy a ir. Respecto
a nosotros mismos, ¿de qué contexto nos sacó Jesús?
¿Por qué es importante y pertinente
la historia de Zaqueo? Sencillamente
porque describe y reafirma la razón de la venida de Jesús al mundo, buscar y a salvar lo que se había
perdido. Jericó, se cree que es la
ciudad más antigua del mundo. Fue la
primer ciudad tomada por Josué (Josué 6, sus muros fueron derribados por el
poder de Dios). Marcos 10:46 describe la
sanidad del ciego Bartimeo. Lucas
describe a Zaqueo como jefe de los
publicanos. Un publicano, era un
cobrador de impuestos y derechos aduaneros.
Eran empleados del odiado opresos romano. Debido al abuso del sistema donde imponían
más de lo estipulado por el imperio, era despreciados por los judíos y
considerados ceremonialmente impuros (Mateo 18:17). Los subordinados inferiores solían ser
nativos del lugar donde trabajaban y tenían mala fama. Eran excomulgados de las sinagogas y
excluidos del trato normal con sus compatriotas. Debido a que Zaqueo era jefe llegó a ser muy
rico (Lucas 18:24-27). Debido a su riqueza
mal habida y el cómo era despreciado.
En medio de todo, hubo una gran
expectación en Jericó por la llegada de Jesús.
Zaqueo dice el pasaje, procuraba
ver quién era Jesús (v. 3). Zaqueo
era un hombre lleno de posesiones pero con un vacío espiritual que no podía ser
llenado por nada ni por nadie. Zaqueo
tuvo que enfrentar dos limitantes para satisfacer su curiosidad. Había una gran multitud y era de baja
estatura (v. 3, pero no podía a causa de
la multitud, pues era pequeño de estatura).
Sin embargo, eso no fue razón para que él corriese y sube a un árbol y
así ver a Jesús. Era el momento adecuado
para tomar una decisión y lo hizo. Zaqueo
se olvidó de todos los demás y se centró en a necesidad de ver a Jesús. Ya había oído acerca de él y quizá había
comenzado a creer en su mensaje. Tuvo un despertar espiritual y lo demostró con
su valerosa acción. La vida se trata de
tomar decisiones. No solo es de buenas intenciones.
La historia de Zaqueo tiene un final
feliz. Jesús se interesa por él. Zaqueo
puede representar el hombre moderno.
Lleno de comodidades y bienes
materiales pero con grandes vacíos y necesidades espirituales. Todos de una u otra forma somos Zaqueo con
nuestras propias limitaciones, prejuicios y vacíos de cualquier naturaleza. Date
prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa (v.
5). Fueron las palabras de Jesús
llamándole por su nombre. Lo que nunca
esperó que el mismo Jesús se quedase en su casa. Es necesario, afirmó Jesús. La respuesta de Zaqueo fue de gozo al
recibirle en su casa. Este hombre solo
deseaba ver a Jesús y ahora tiene la valiosa oportunidad de conocerle cara a
cara.
Tristemente la reacción del pueblo
fue de crítica. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con
un hombre pecador (v. 7). El sistema
religioso lo consideraban que no era digno de ser salvo. Lo que les hubiera agrado era que Jesús lo
criticase y lo rechazase. Lucas 5:31-32 dice, Los que están sanos no tienen necesidad de médico…..No he venido a llamar
a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
Hoy ese sigue y debe ser la responsabilidad de la iglesia. Dar la palabra de gracia al mundo perdido y que vengan al arrepentimiento y conozcan a
Jesús como Señor y Salvador de sus vidas.
Que gran contraste, Jesús salva y los religiosos critican y
destruyen. Los frutos de la salvación de
Zaqueo no se dejan esperar. He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a
los pobres, y si he defraudado a aluno, se lo devuelvo cuadruplicado. Hizo lo contario del joven rico (Lucas
18:18-24). La ley establecía que cuando
se robaba había que restituir o devolver lo robado más una quinta parte del
precio (Lev. 6:4-5, Núm 5:5-7). Lo hizo
como fruto de su conversión y no como requisito (Ef. 2:8-9). Zaqueo no fue salvo por haber dado parte de
sus riquezas a los pobres o devolver lo robado.
Todo fue un acto voluntario. Este
hombre pecador, rechazado y con
prejuicios dio frutos de su conversión genuina en Cristo. Un hombre con una nueva relación con
Dios. Un hombre con un corazón cambiado
por la gracia de Dios. Hoy ha venido la salvación a esta
casa….Porque el Hijo del Hombre, vino a buscar y a salvar lo que se había
perdido. ¿Cuántos Zaqueos hay
todavía que necesitan de Jesús? Ese es
nuestra responsabilidad, hablarles de la gracia de Dios en Cristo Jesús. Bendiciones a todos.
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