lunes, 4 de marzo de 2013

¿Qué hacer para alimentar a cinco mil personas? Marcos 6:30-44

¿Qué hacer para alimentar cinco mil personas? (Marcos 6:30-44). Obviamente las respuestas pueden ser variadas. Lo más práctico y lógico sería ¡tener suficiente dinero y la voluntad de hacerlo! En el caso que nos ocupa hoy, Jesús tenía propósitos especiales para sus discípulos y para nosotros también. Es interesante que los cuatro evangelios lo describen y de ahí vemos la importancia de este maravilloso evento. Jesús muestra su compasión por las personas que le seguían. De forma reiterada Jesús demostró su amor y una disposición de demostrarles su compasión sirviéndoles y haciendo milagros en beneficio de ellos. ¿Acaso nosotros no debemos hacer lo mismo de demostrar amor y compasión por las personas? Definitivamente que sí. Esa es la misión y privilegio de la iglesia hoy y siempre mientras esté aquí en la tierra. Al mismo tiempo, el milagro descrito por Marcos, nos muestra que debemos aprender a depender de Dios no de nosotros mismos. Hay cosas que ni usted ni yo podemos hacer algo. Es ahí donde Dios actúa. Solo Jesús tiene el poder para multiplicar los panes y los peces. En la pregunta hecha a Felipe por parte de Jesús dice Juan 6:6: ….esto decía para probarle, porque él sabía lo que había que hacer. ¡Dios está y sigue en control! También debemos agregar el detalle interesante, que al final del milagro cuando todos se habían saciado al comer Jesús ordena a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Es un buen principio de mayordomía. Administrar sabiamente los recursos recibidos. Marcos 6:34 declara que Jesús vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos. Nuestro Señor vio una magnífica oportunidad para servir y demostrar su amor hacia ellos. Cuando leemos la parábola del buen samaritano, se observa la misma reacción de este hombre al brindar ayuda a la persona que fue asaltada y dejada muy herida al lado del camino. Es triste cuando tenemos una reacción de indiferencia hacia las necesidades de los demás. La iglesia debe demostrar compasión con los necesitados. Contrario al sentir de Jesús, los discípulos le ordenan al Señor, Despídelos para que se vayan (Marcos 6:36). Los demás evangelios agregan: despide a la multitud….despide a la gente (Mateo 14:15, Lucas 9:12). Podemos decir que se podía tomar una decisión al respecto. La que ya habían tomado ellos. ¡Deshacerse del problema! ¡Que ellos mismos encuentren sus alimentos! Notamos en esto falta de fe y respeto a la autoridad de Jesús. No buscan ninguna solución posible. ¡Que se vayan! La otra posibilidad sería tener una actitud de fe y confianza en Jesús. Como por ejemplo: Señor tenemos una gran multitud de personas con necesidad de comer, así que esperamos tus sabias y poderosas instrucciones para ver qué hay que hacer. Estamos listos y preparados. Sabemos que tú estás en control de todo. ¡Eso es pensar en grande! Porque tenemos un Dios grande. Lo poco que tenemos se vuelve mucho en las manos de Jesús. Siendo honestos, las demandas del ministerio y del llamado que Cristo nos hace, siempre estarán más allá de lo que pensamos. Siempre tendremos que enfrentar situaciones inesperadas como tener únicamente cinco panes y dos peces y dar de comer a cinco mi personas hambrientas. ¡Debemos aprender a depender de Dios! Eso hará la diferencia en el ministerio. Depender del poder de Dios no en nuestras capacidades, dones, talentos o la unción. Mas bien debe ser ¡Cristo en mi! Colosenses 1:27 dice: ….que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria. ¡Hermoso y esperanzador! En el evangelio de Juan 6:7-8, vemos un Felipe pesimista, doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Andrés por otro lado, es un buscador de posibilidades dentro de la multitud, Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos, mas ¿qué es esto para tantos?. Ellos y nosotros debemos aprender a depender del poder de Dios. Ese es un principio para ayer, hoy y siempre. Dadles vosotros de comer (v. 37) fue la orden sorpresiva e irracional para los discípulos. Podemos ver la poca sintonía que había en ellos con la Persona de Jesús. No tenemos suficiente era la opinión de ellos. No la de Jesús, dadles vosotros de comer fue su contundente respuesta. Deseamos agregar que en un momento dado, los discípulos vieron el ministerio como una carga, no como un privilegio. En muchas ocasiones no fueron facilitadores del ministerio de Jesús. En Mateo 15:21-23 sobre la mujer sirofenicia ellos piden al Señor, Despídela, pues da voces tras nosotros. Mateo 19:13-14…le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase, y los discípulos les reprendieron….La respuesta contundente de Jesús ante la situación de dar de comer fue maravillosa. Ordena a sus discípulos recostar a las personas en grupos (Marcos 6:40). Ora al Padre y la provisión fue abundante que sobró. Ellos mismos sirvieron el pan y los peces y fueron testigos de primera mano del milagro. ¡La suficiencia de Cristo y la insuficiencia nuestra! No tenemos cinco panes y dos peces….Traédmelos acá (Mateo 14:7-18). ¡Cristo es suficiente! Al final del milagro hay otra enseñanza: cuando se hubieron saciado dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nana (Juan 6:12-13). ¿Estás pasando algún momento de apuro? Confiemos en Cristo, él sigue en control. ¡Uf, que alivio! Bendiciones a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario