Cómo
enfrentar la crítica (Números 12)
Dentro
de la serie de fracasos del pueblo de Israel durante su travesía por el
desierto, este capítulo del libro de Números menciona la crítica que Moisés
debe enfrentar. Esta viene de su misma
familia. Son sus hermanos mayores que le
critican por una decisión personal al
casarse con una mujer que no era judía.
Sobre la crítica diremos lo siguiente.
Ningún líder o persona que está al frente estará libre de la
crítica. Su humildad y madurez se pone a
prueba cuando viene la crítica (mayormente cuando es falsa). No hay ninguna otra cosas que elimine la
eficiencia, capacidad e iniciativa de un servidor que la crítica
destructiva. Esta obstaculiza el
progreso de la obra de Dios. La iglesia
madura y espiritual no debe prestarse a murmurar, hablar mal o criticar sus
servidores. Destruye la iglesia y le
hacemos juego al enemigo de nuestras almas (Lev. 19:16, Ef. 4:25, Prov. 10:19).
Moisés nos enseña cómo debemos
enfrentar la crítica. Primero con un
espíritu de mansedumbre (v. 1-3). La
crítica en esta caso negativa, es expresar
un juicio u opinión negativa sobre una persona o cosa. Esta tiene como fin destruir. Todos mas de alguna vez necesitamos palabras
de estímulo, ánimo y edificación. ¡Lo
más fácil es criticar para destruir! No
lo hagamos. De las rebeliones más
complicadas que Moisés enfrentó, esta fue la más complicada. Viene de su misma familia. María y Aarón se creyeron con el derecho de
criticar a Moisés primero, por su decisión personal de tomar por esposa una
mujer no judía. Así también mezclan su
reclamo con el ministerio. ¿Solamente por Moisés ha hablado
Moisés? ¿No ha hablado también por
nosotros? La rivalidad y celos
ministeriales no son nada nuevo. En este caso dentro de la familia de Moisés. Saúl se dio a la inútil tarea de perseguir a
David para matarle como producto de sus celos y envidia por la popularidad de
este último al haber vencido a Goliat.
El pecado de la crítica ha afectado el cuerpo de Cristo y lo sigue
afectando. Es como un virus que nos
infecta a todos sin discriminación alguna.
El espíritu de Jezabel de la crítica hay que rechazarlo en el Nombre de
Jesús. Lo oyó Jehová (v. 2). Hay
una cuarta Persona involucrada en el asunto.
Es la Persona de dios. Nosotros
no podemos emitir una crítica por muy oculto que estemos no escapamos del ojo y
oído de Dios. Lo oyó Jehová, debe provocarnos un temor reverente y santo. El pasaje describe la reacción mansa de
Moisés. Todos debemos aprender de ello.
Segundo, debemos ser fieles al Señor (v. 4-8). Dios mismo honra la vida de Moisés, lo
defiende y protege. No así mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él….Dios es
Soberanos en escoger sus servidores por lo tanto no pelear por esos
lugares. Dios los da y Él los
quita. Debemos poner atención a la
observación de Dios. Califica a Moisés
como fiel en toda mi casa. No se trata de ser sabio, inteligente,
capaz u otra habilidad alguna. Se trata
de ser fiel, digno de confianza (1 Cor. 4:2).
¿Por qué, pues, no tuviste temor
de hablar contra mi siervo Moisés? ¿Cuál
es nuestro sentimiento cuando criticamos a alguien y muchas veces sin
conocimiento de causa? Dios mismo les
hace ver que en ellos y en nosotros debemos tener temor. Ambos hermanos son confrontados fuertemente
por Dios mismo. Ellos se creyeron con el
derecho y libertad de cuestionar el liderazgo de Moisés.
Tercero, debemos tener misericordia (v. 9-13). Dios actúa de inmediato y castiga a María
(quizá era la líder) con lepra. Cuando criticamos
y hablamos mal contra la autoridad delegada, es pecar contra Dios mismo. María fue castigada con lepra. Vaya gravedad del asunto. Ellos nunca lo vieron así desde el
inicio. Aarón lleno de temor y sorpresa
acude donde su hermano Moisés y exclama:
locamente hemos actuado, y hemos
pecado. Moisés demuestra su corazón
pastoral intercediendo a favor de su rebelde hermana. Clamó a
Jehová….Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.
¿Cómo hubiéramos reaccionado nosotros?
Finalmente, hay consecuencias al pecado de la crítica. Hay elementos que se notan. María es avergonzada al ser expulsada del
campamento delante de todo el pueblo.
Tengamos presente que ella es profetiza (Éx. 15:20) hermana del líder
principal de Israel. Y también hay
atraso en el avance. Y el pueblo no pasó adelante. Todo pecado atrasa la obra de Dios y el
progreso de la iglesia. Este pasaje debe
llamarnos la atención en ser cuidadosos en lo que hablamos tocante al hermanos
o hermanos que nos dirigen. Mejor oremos
por ellos y respaldemos sus decisiones con amor y no seamos obstáculos para
detener el avance de la obra de Dios.
Bendiciones a todos.
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