lunes, 22 de abril de 2013

La disposición del siervo (1 Samuel 12:1-5)


La disposición del siervo (1 Samuel 12:1-5, Por Serafín Contreras Galeano, Apuntes Pastorales).
Disposición es la acción o efecto de disponer.  Disponer es colocar, poner las cosas en orden y en situación conveniente.  Hay cosas que tienen que ser puestas en orden en estos últimos tiempos.  Algunos quizá no estarán de acuerdo al observar cierto despertar espiritual y progreso en el evangelio.  Sin embargo a pesar de ello, no debemos cerrar nuestros ojos a la realidad que vivimos.  ¿Cómo se mide el corazón y la disposición de un siervo?  ¿por su actitud ante los logros, los éxitos y los avances?  ¿Por la manera cómo es admirado por la gente y sus seguidores?  ¿Por cuántos votos logra en las asambleas y en la convención?   ¿O, quizá por cuántos programas de televisión tiene o cuán grande es la megaiglesia que pastorea?.....No, el corazón de un siervo se mide por la disposición a ser examinado durante la obra y al terminar la misma.    El corazón se mide por la actitud que tiene cuando necesita entregar el cargo a otro.  El profeta Samuel demostró su verdadero corazón cuando le entregó el pueblo a Saúl, primer rey de Israel.
            Samuel, fue el último de los jueces de Israel.  Los jueces, fueron individuos que ejercieron gran influencia sobre las tribus de Israel por su  fuerte personalidad, estatura moral y tener acceso directo a Dios.  El corazón de Samuel se pudo ver un día que él dio su discurso final ante el pueblo para entregarle la dirección de Israel a Saúl.  En el corazón de Samuel había una total disposición para Dios y para el pueblo, y de ello nosotros necesitamos aprender como siervos.   La primera disposición es,   escuchar (1 Samuel 12:1, He aquí, yo he oído vuestra voz…..).  Todo siervo necesita aprender a saber escuchar al pueblo.  Sin embargo, antes de aprender a escuchar al pueblo necesitamos aprender a escuchar a Dios.  Cuando aprendemos a oír a Dios, Él nos guiará para que oigamos a los que Él quiere que oigamos.  Un buen siervo sabe escuchar aún aquello que no es agradable.  Muchas veces como líderes tenemos miedo de escuchar lo que el pueblo quiere decir.
            Segunda disposición es a reproducirse (1 Samuel 12:2,  Yo ya soy viejo y lleno de canas pero mis hijos están con vosotros….).   Hemos sido llamados a reproducirnos, jamás a perpetuarnos.   Dios nos ha llamado a hacer discípulos y que el día que entreguemos lo que estamos haciendo podamos decir también:  Yo ya estoy viejo….pero aquí quedan los que he estado formando para que ellos continúen….Jesús nos dejó el ejemplo y el mismo modelo lo encontramos en Pablo cuando dijo:  Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros (2 Timoteo 2:2).   Debemos dar los pasos para reproducirnos en otros.  Una tercera disposición es ser modelo (1 Samuel 12:2,   yo he andado delante de vosotros).  Andar delante implica estar expuesto a ser observado y analizado.  Muchos siervos quieren andar detrás impulsando a la gente.   Sin embargo, lo más importante es estar adelante, porque el mundo se ha cansado de las palabras.  Lo que le gente quiere son modelos.  Si no hay un modelo de vida, surge la angustia.  Pero no modelos de televisión.  Muchos de los que sirven al Señor parecen más modelos de televisión.   Debemos permitir que el evangelio sea encarnado en nuestra vida y que podamos decirle al pueblo: Yo he andado delante de vosotros.  Una tercera disposición es ser perseverante (1 Samuel 12:2, desde mi juventud hasta este día).  Cuando Samuel expresó tal declaración estaba diciéndole al pueblo:  Ustedes saben que desde mi juventud hasta este día, cuando ya mi cabeza está llena de canas y mi cuerpo sin fuerzas, he sido perseverante.  La perseverancia estimula y anima a los seguidores.  No es asunto de comenzar…..es asunto de mantenerse y terminar fielmente.  Vivimos en un mundo lleno de inconstancia y flexibilidades, pero a los siervos se nos exige ser constantes y perseverantes.  Qué bueno es encontrar aún siervos que con su vida han demostrado fidelidad y perseverancia.  El mejor mensaje que podemos transmitir a los discípulos es esa clase de vida.  Es penoso cuando los líderes no rinden y por cualquier razón son desertores de las filas de Cristo.   El pasaje describe otras disposición  pero nos quedaremos hasta aquí.  Es menester que nos preguntemos si se aplica lo descrito anteriormente en nuestras vidas.     Bendiciones a todos.  

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