La
disposición del siervo (1 Samuel 12:1-5, Por Serafín Contreras Galeano, Apuntes
Pastorales).
Disposición
es la acción o efecto de disponer.
Disponer es colocar, poner las cosas en orden y en situación
conveniente. Hay cosas que tienen que
ser puestas en orden en estos últimos tiempos.
Algunos quizá no estarán de acuerdo al observar cierto despertar
espiritual y progreso en el evangelio.
Sin embargo a pesar de ello, no debemos cerrar nuestros ojos a la
realidad que vivimos. ¿Cómo se mide el
corazón y la disposición de un siervo?
¿por su actitud ante los logros, los éxitos y los avances? ¿Por la manera cómo es admirado por la gente
y sus seguidores? ¿Por cuántos votos
logra en las asambleas y en la convención?
¿O, quizá por cuántos programas de televisión tiene o cuán grande es la
megaiglesia que pastorea?.....No, el corazón de un siervo se mide por la
disposición a ser examinado durante la obra y al terminar la misma. El corazón se mide por la actitud que tiene
cuando necesita entregar el cargo a otro.
El profeta Samuel demostró su verdadero corazón cuando le entregó el
pueblo a Saúl, primer rey de Israel.
Samuel, fue el último de los jueces
de Israel. Los jueces, fueron individuos
que ejercieron gran influencia sobre las tribus de Israel por su fuerte personalidad, estatura moral y tener
acceso directo a Dios. El corazón de
Samuel se pudo ver un día que él dio su discurso final ante el pueblo para
entregarle la dirección de Israel a Saúl.
En el corazón de Samuel había una total disposición para Dios y para el
pueblo, y de ello nosotros necesitamos aprender como siervos. La primera disposición es, escuchar
(1 Samuel 12:1, He aquí, yo he oído
vuestra voz…..). Todo siervo
necesita aprender a saber escuchar al pueblo.
Sin embargo, antes de aprender a escuchar al pueblo necesitamos aprender
a escuchar a Dios. Cuando aprendemos a
oír a Dios, Él nos guiará para que oigamos a los que Él quiere que
oigamos. Un buen siervo sabe escuchar
aún aquello que no es agradable. Muchas
veces como líderes tenemos miedo de escuchar lo que el pueblo quiere decir.
Segunda disposición es a reproducirse (1 Samuel 12:2, Yo ya
soy viejo y lleno de canas pero mis hijos están con vosotros….). Hemos sido llamados a reproducirnos, jamás a
perpetuarnos. Dios nos ha llamado a
hacer discípulos y que el día que entreguemos lo que estamos haciendo podamos
decir también: Yo ya estoy viejo….pero aquí quedan los que he estado formando para que
ellos continúen….Jesús nos dejó el ejemplo y el mismo modelo lo encontramos
en Pablo cuando dijo: Lo que has oído de mí ante muchos testigos,
esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros (2
Timoteo 2:2). Debemos dar los pasos
para reproducirnos en otros. Una tercera
disposición es ser modelo (1 Samuel
12:2, yo he andado delante de vosotros). Andar delante implica estar expuesto a ser
observado y analizado. Muchos siervos
quieren andar detrás impulsando a la gente.
Sin embargo, lo más importante es estar adelante, porque el mundo se ha
cansado de las palabras. Lo que le gente
quiere son modelos. Si no hay un modelo
de vida, surge la angustia. Pero no
modelos de televisión. Muchos de los que
sirven al Señor parecen más modelos de televisión. Debemos permitir que el evangelio sea
encarnado en nuestra vida y que podamos decirle al pueblo: Yo he andado delante de vosotros.
Una tercera disposición es ser
perseverante (1 Samuel 12:2, desde mi
juventud hasta este día). Cuando
Samuel expresó tal declaración estaba diciéndole al pueblo: Ustedes
saben que desde mi juventud hasta este día, cuando ya mi cabeza está llena de
canas y mi cuerpo sin fuerzas, he sido perseverante. La perseverancia estimula y anima a los
seguidores. No es asunto de
comenzar…..es asunto de mantenerse y terminar fielmente. Vivimos en un mundo lleno de inconstancia y
flexibilidades, pero a los siervos se nos exige ser constantes y
perseverantes. Qué bueno es encontrar
aún siervos que con su vida han demostrado fidelidad y perseverancia. El mejor mensaje que podemos transmitir a los
discípulos es esa clase de vida. Es
penoso cuando los líderes no rinden y por cualquier razón son desertores de las
filas de Cristo. El pasaje describe
otras disposición pero nos quedaremos
hasta aquí. Es menester que nos
preguntemos si se aplica lo descrito anteriormente en nuestras vidas. Bendiciones a todos.
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