David debe enfrentar sus conflictos familiares (2 Samuel
13:1-21)
La
Biblia es muy clara cuando dice en Gálatas 6:7, No os engañéis, Dios nos puede ser burlado, pues todo lo que el hombre
sembrare, eso también segará. David
lo vivió en su vida familiar. La palabra
que él recibió de parte del profeta Natán se cumplió en su totalidad (2 Samuel
12:10-12). Aunque es llamado un hombre conforme al corazón de Dios, sin
embargo las consecuencias de su grave pecado con Betsabé y su posterior
asesinato a Urías, esposo de Betsabé, tuvieron un gran impacto negativo en la
vida familiar del rey. A esto debemos
agregarle su falta como un padre pasivo ante los conflictos de sus hijos. Sencillamente no actuó como se esperaba. David como padre, no supo administrar la vida
de sus hijos. No les puso límites (1
Reyes 1:5-6 caso de su hijo Adonías). No
tuvo sabiduría y tacto en mediar entre sus hijos y fue sumamente pasivo con
ellos.
El primer conflicto que David
experimentó, tiene que ver con una grave falta sexual. Su hermosa hija Tamar es violada por su hijo
primogénito Amnón (2 Samuel 13:11-15).
La Biblia indica que Amnón estaba enamorado de su media hermana. Al grado que estaba casi enfermo. Siguiendo los consejos de su primo Jonadab (v. 3-14), Amnón se finge enfermo y
pide a su padre que envíe a Tamar para que le atienda y ahí se aprovecha de la
situación y violentamente y a pesar de los ruegos de ella, Amnón consuma su mal orientado hacia su
hermana (2 Samuel 13:14). Lo que sigue a
continuación no deja de ser aún mas triste.
Luego la aborreció Amnón con tan
gran aborrecimiento, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con
que la había amado. Y le dijo
Amnón: Levántate, y vete (v.
15). Es interesante que la pobre Tamar, después de
este horrible incidente acude a la persona que ella quizá más amaba y podía
sentirse protegida y apoyada. Ella va
donde su hermano Absalón. ¿Por qué no
buscó apoyo donde papá David? La
Biblia no lo dice. Podemos imaginarnos y
tomando como contexto toda la vida familiar de David, es que sencillamente no
ocupó tiempo con ellos. Sea lo que
fuese, Tamar busca en su hermanos apoyo, consuelo, protección y muchos
mas. Lamentablemente, ella no recibe
lo que necesitaba en ese momento.
Absalón le dice: Pues calla ahora, hermana mía, tu hermano
es, no se angustie tu corazón por esto.
Y se quedó Tamar desconsolada en casa de Absalón su hermano (v.
20). Tamar tuvo que llorar en silencio
su violación (es casi la misma situación cuando hay abuso, silencio de las
víctimas). Pero además veamos, ¿qué hizo
papá David? Luego que el rey David oyó todo esto, se enojó mucho (v. 21). David únicamente se enojo pero no actuó
conforme a lo que ley decía (Lev. 18:9, 20:10-17). No hay ninguna corrección. Fue un padre muy pasivo. ¿Volvería a la memoria de David su caso de
adulterio con Betsabé? Quizá sí como
también el sufrir sus consecuencias ya predichas por el profeta de Dios.
El segundo conflicto que David tuvo
que enfrentar está muy ligado al primero.
Su hijo Absalón toma venganza y mata a su hermano Amnón por haber
violado a su hermana Tamar. Debido a que
David, como padre no supo actuar, Absalón toma la ley en sus manos y después de
dos años de estar planeando cómo hacerlo, aprovecha una fiesta tradicional en
casa. Después de haber embriagado a sus
hermanos, previamente había dado orden a sus empleados de matar a Amnón (v.
28-30). De nuevo surge la pregunta,
¿qué hizo David? Rasgó sus vestidos, y se echó en tierra (v. 31). David quizá ni se enteró que por espacio de
dos años, sus hijos Amnón y Absalón no se dirigieron la palabra. Absalón en silencio mantuvo un odio que
crecía cada día hasta que consumó su venganza.
La palabra de Dios se cumple nuevamente en David donde más le dolía, sus
propios hijos. Sus propios pecados
cometidos años antes, se repiten en la vida de sus hijos. Pecado sexual y asesinato él los había
cometido. Ahora sus hijos lo
repiten. La ley mosaica era muy clara
al respecto (Éxodo 20.20-25). Aunque le
doliera, David debía ejecutar a Absalón.
Este último huye y por tres años lejos de David su padre. Es interesante la reacción de David, lloraba por su hijo todos los días….Y el rey
David deseaba ver a Absalón….(v. 37, 39).
Su corazón dolido al ver toda la tragedia en casa pero sin ninguna
corrección o disciplina en ellos. Es interesante darnos cuenta la importancia
en nuestra vida como padres, de desarrollar una vida íntegra. Eso da seguridad a nuestros hijos. Es triste decirlo, pero David no llenó ese
estándar en su vida. No tuvo la
autoridad de llamarles la atención a sus hijos ni tampoco de corregirles. Su propio pecado le impedían y lo ataban al
pasado. David se les arregló como pudo
pero sin llegar al fondo de los problemas.
Aunque su pecado fue perdonado, sus graves consecuencias tuvo que
sufrirlas por el resto de su vida. La
Biblia es clara, todo lo que sembramos,
eso también segaremos. Padres, favor
tenerlo presente.
excelente comentario
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