Respondamos
con fe a la fidelidad de Dios (Génesis 22:1-14)
Junio es el mes del II aniversario
de fundación del CCF. En todo
aniversario hay alegría, gratitud pero al mismo tiempo, debe ser un tiempo de reflexión acerca de nuestro compromiso con
el Dios que es Fiel en todo. El pasaje
de Génesis 22 es clave en la vida de Abraham, el padre de la fe. Dos detalles relevantes podemos notar:
1.
Dios examina la fe de
Abraham. Todo hijo de Dios debe saber
que nuestra fe necesita ser probada. Job
23:10 dice: Mas él conoce mi camino, me probará, y saldré como el oro. 1 Pedro 1:7 agrega: para
que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque
perecedero se prueba con fuego….Así que ya Dios nos prevé que nuestra fe
deberá ser probada en el transcurso de la vida.
2.
Dios refina la fe de Abraham:
refinar es, hacer algo más puro o
limpiar toda impureza. Perfeccionar una
cosa, cuidando sus últimos detalles y adecuándolos a un fin determinado. Este es un proceso de todo hijo de
Dios. Pablo en Filipenses 1:6 afirma, estando persuadido de esto, que el que comenzó
en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Dios no ha terminado Su obra en nuestra vida. Abraham debía pasar por esta
experiencia.
Dios prueba nuestra fe (compromiso)
con lo que más amamos (v. 1-3). Probó Dios a Abraham….debemos tener
claro, que probar no es lo mismo que tentar.
La prueba Dios la permite para hacernos mejores. La tentación viene del diablo y tiene como
propósito ofender a Dios haciendo algo que no le agrada a Él. Esta prueba en la vida de Abraham, tiene
como fin desarrollar el carácter en su vida. El pasaje relata que Dios prueba
la vida de su siervo con lo que mas ama, su hijo Isaac, a quien amas….ofrécele allí en holocausto (v. 2). ¿Qué es lo que más amamos? ¿Estamos dispuesto a entregarlo a Dios? Él ya dio ese paso, dio a Jesús su Hijo
unigénito para ser sacrificado por usted y por mi (Juan 3:16). ¿Dónde está nuestro tesoro? (Mateo 6:19-21). ¿Qué es lo que produce afán en nuestra
vida? Aún con todo el amor que Abraham
tiene a su joven hijo, obedece inmediatamente.
Y Abraham se levantó muy de
mañana….. y fue al lugar que Dios le dijo (v. 3). Obediencia inmediata. ¡Eso marcó la diferencia en su vida.
Fue al lugar que Dios le indicó
no fue a otro y lo hizo pronto.
Segundo, respondamos con fe al compromiso con Dios (v.
7-12). El verdadero compromiso inicia en
el corazón. El profeta Isaías respecto
al pueblo de Israel dice: Porque este
pueblo se acerca a mi con su boca, y con sus labios me honra, pero su
corazón está lejos de mi….De nada sirve cantar muy bonito, hablar con
facilidad y otras tantas cosas si
nuestro corazón no está comprometido con Dios.
Abraham demostró su compromiso yendo en obediencia al lugar indicado por
Él. Y
tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac. No es lo mismo hablar que hacer. En la vida cristiana lo mismo. Nuestro compromiso con Jesús se demuestra con
nuestras acciones. Aunque doloroso para
Abraham, éste demuestra su firme compromiso ejecutando la orden divina. Como comprenderemos, esta acción era
dolorosa, adversa en la vida de este hombre de Dios. Cuando hacemos nuestros votos matrimoniales
los hacemos en las buenas y en las malas,
en salud y enfermedad, en riqueza y pobreza etc. El llamado de Cristo significa muchas veces
dejar comodidades.
Finalmente, vemos que Dios responde
fielmente a nuestro compromiso (v. 12-14).
Justo en el momento que Abraham está por ejecutar a su amado hijo Isaac,
Dios le ordena detenerse. Y he aquí a sus espaldas un carnero…y fue
Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo (v.
13). Pablo en Filipenses 4:19 dice, Mi Dios, suplirá todo lo que os falta
conforme a su riquezas en gloria en Cristo Jesús. Después de todo esto, hay un desenlace
feliz. Abraham regresa con su hijo amado
a casa. Dios reafirma de nuevo su
compromiso con bendecirle abundantemente
a él y su descendencia, En tu
simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste
a mi voz. Salmos 37:25 dice, Joven
fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado ni su descendencia que
mendigue pan. Nosotros hoy debemos
preparar el camino para los que vienen detrás de nosotros siguiendo nuestras
pisadas. Nuestro Padre Celestial ha
sido fiel a pesar de nosotros enviando a su Hijo Jesús a morir en lugar de
nosotros (Juan 3:16). ¿Cómo debemos
responder a esa decisión del Señor?
Sencillamente sirviéndole fielmente.
Entregando nuestra vida a él en servicio. Comprometiéndonos en dar lo mejor de nosotros
en la obra de Dios. ¡Feliz aniversario a
usted que ha hecho del CCF, su iglesia!
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