Los
padres cumpliendo nuestro rol de maestros con nuestros hijos (Hebreos
11:23-27).
Víctimas
inocentes, terror, explosiones, disparos, histeria colectiva, niveles de odio y
crueldad imposibles de explicar.
Hermanos, no estamos hablando de Afganistán, Irak o alguna pelea
callejera entre pandillas. Nos referimos
a los hechos ocurridos el 19 de abril de 1999 dentro de un colegio público en
Denver, Colorado.
Lo ocurrido en este colegio es como
una epidemia seguida por los mismos síntomas.
Parece que fuera una serie de televisión cuyos protagonistas son los
mismos actores. Muchachos violentos y
con fácil acceso a las armas. Tirados en
el comedor, la biblioteca y las aulas la policía encontró 13 cadáveres un
maestro y el resto todos estudiantes que dentro de un mes terminarían sus
clases. Eric Harris y Dylan Klebod de
apenas 17 años parecían jóvenes tan incapaces de hacer algo así. Durante su preparado asalto, estos dos
jóvenes atacantes utilizaron y esparcieron decenas de bombas caseras. Janet Renom fiscal de USA en esas
fechas, dijo que el gobierno
no tiene la capacidad para construir cárceles para los niños que no son
educados debidamente en su momento.
El
conocido escritor John MacArthur dice: La educación y la enseñanza espiritual de los hijos en sus casas, es una de las
verdades más enfatizadas en la Biblia, pero al mismo tiempo de las más
descuidadas. El primer rol que
debemos enfrentar es, ser maestros en el
hogar (Prov. 22:6). Instruye
al niño en su camino. Instruir
es: iniciar,
disciplinar, dedicar, adiestrar. ¿Quién
o quiénes están instruyendo a nuestros hijos?
Hoy día, todos estamos conscientes de la cantidad de medios de
comunicación, muchos de ellos al alcance de nuestros hijos sin ningún tipo de
restricción alguna. Así tampoco en muchos de los casos sin supervisión alguna
de los padres. Debemos estar conscientes
que mucha de esa información es dañina a la mente y corazón de nuestros
hijos. Los videojuegos, el internet etc
son los medios que están educando a nuestros y tristemente para mal. Es mejor formar que reformar. Formar es hacer o crear algo, adiestrar o
educar. Reformar es modificar algo con
el fin de mejorarlo. Proverbios 19:18
dice, Corrige a tu hijo mientras aún hay
esperanza….22:15, La necedad está
ligada en el corazón del muchacho, mas la vara de la corrección la
alejará. Ambos versículos, nos
muestran la necesidad de poner límites a los hijos. Que sepan hasta dónde pueden llegar y hasta
dónde no.
¿Qué
dice la Biblia? Nuestro rol para aplicar
la verdad bíblica (Ef. 6:4). En este
versículo, Pablo da dos mandatos. Uno
negativo, no provocar a ira a los hijos. Aquí
hay una prohibición clara a todos los padres, a ser sabios en el manejo de la
disciplina con los hijos para no caer en la provocación y que ellos se enojen
por nuestra culpa. Eso puede crear en
ellos resentimientos profundos que desemboquen en hostilidad externa. No caer en los extremos. No asfixiarles ni tampoco
sobreprotegerles. Hay un mandato
positivo, sino criadlos en disciplina y
amonestación del Señor. Criadlos, es
nutrir, alimentar, robustecer, educar, dirigir etc. Disciplina, instrucción sistemática de los
hijos. Amonestación: es colocar en su mente, corrección de acuerdo
al patrón bíblico. Los expertos afirman
que el cuidado, amor y disciplina que se da el niño durante los primeros 12 a
36 meses determinarán grandemente el carácter de él o ella. El carácter y la
personalidad deben ser formados en casa.
Todo padre debe considerar lo expuesto por el apóstol Pablo.
Finalmente, nuestro rol como influencia en la vida de nuestros hijos (Hebreos
11:23-27). ¿Quiénes son los héroes para
nuestros hijos? Los padres de Moisés
fueron sin duda alguna, padres excepcionales.
Personas piadosas que cumplieron su responsabilidad con el pequeño niño.
Marcaron huellas profundas para siempre en su vida. Hebreos 11:24 afirma, Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de
Faraón. Tomemos nota que Moisés tomó
está firme decisión estando consciente de ello. Era un adulto que había sido
formado por sus padres piadosos. Tomar
esa decisión significaba rechazar el prestigio, la fama, poder, riquezas y
éxito. Prefirió las cosas espirituales, escogiendo antes ser maltratado con el
pueblo de Dios……tenía puesta la mirada en el galardón. Moisés tuvo una base espiritual que le
dieron convicción, firmeza y fe en el Dios invisible. Padres, ¿cómo estamos cumpliendo estos roles
con nuestros hijos? Si no lo hacemos
hoy, mañana lo lamentaremos. Bendiciones
a todos.
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