Promoviendo
la fraternidad unos con otros (Romanos 12:9-21).
El día de acción de gracias
(thanksgiving day) es una valiosa oportunidad que todos tenemos para enfocarnos en dos cosas: Ser
agradecidos con lo bueno que es Dios con nosotros y estrechar nuestros lazos de
hermandad unos con otros.
El día de acción de gracias se
remonta hasta el año 1623 con los primeros peregrinos en la colonia de Plymouth
en Massachusetts. El 1 de enero de 1795,
George Washington, primer Presidente de los Estados Unidos escribió su famosa
proclama de acción de gracias:
Nuestro
deber como personas con reverente devoción y agradecimiento, reconocer nuestras
obligaciones al Dios todopoderoso, e implorarle que nos siga prosperando y
confirmando las muchas bendiciones que de Él experimentamos. El 3 de octubre de 1863, Abraham Lincoln,
proclamó por carta del congreso, un día nacional de acción de gracias: El
último jueves de noviembre, como día de acción de gracias y adoración a nuestro
Padre benefactor, quien mora en los cielos.
La iglesia y los hijos de Dios,
debemos ser los primeros en tener una actitud de agradecimiento permanente con
nuestro buen Dios por sus múltiples bondades.
En el Salmo 103:2 dice, Bendice alma mía a Jehová, y no olvides
ninguno de sus beneficios. La iglesia como el Cuerpo de Cristo e
institución divinamente formada, tiene una responsabilidad y privilegio de dar
el mejor testimonio posible de gratitud al Señor por medio de su convivencia
unos con otros. La clave en todo ello
radica sencillamente en cómo nos
llevamos unos con otros. En el Nuevo
Testamento encontramos en varios pasajes la expresión unos a otros. Esta expresión
debe llamarnos seriamente la atención y ponerla en práctica. Efesios 4:16 nos abre nuestros ojos y Pablo
agrega: de quien todos el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas
las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro….Coyunturas son nuestras articulaciones móviles que unen un hueso
con otro. Algunas de ellas son la
rodilla, el codo y el hombro etc. Las
expresiones concertado y unido entre sí,
ambos son participios (acción continua) sinónimos nos indican acción estrecha,
sólida y compacta de las funciones realizadas en el cuerpo y como resultado del
poder de Cristo en nosotros. Debemos
subrayar que todos somos responsables
en que la iglesia y sus miembros puedan fomentar relaciones estrechas, fuertes,
sanas y honestas. Desde luego que siempre hay el riesgo de una ofensa o acción
que nos hiere. Sin embargo, eso no debe
ser una excusa para no acercarnos con la debida tolerancia y promover una
iglesia unida y fuerte frente a un mundo que nos trata de destruir.
La vida cristiana es llamada a
vivirse y crecer por medio de relaciones unos con otros. Dios así lo ha querido y nosotros debemos
obedecerle. Por otro lado, debemos vivir
la vida cristiana de forma práctica.
Siempre el apóstol Pablo nos da algunas pautas a seguir. Romanos 12:9-10 nos dice: El amor
sea sin fingimiento….Amaos los unos a los otros con amor fraternal….Cuando
Pablo habla de no ser fingido, usa la palabra hipocresía. Es tener,
manifestar y expresar un amor verdadero no lo contrario. Mateo 22:40 sintetiza: De
estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Es centrarse en las necesidades de los
demás. El amor, es el primer fruto del
ES (Gálatas 5:22). Pablo ora por la
iglesia de los Tesalonicenses, Y el Señor
os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos….En
el v. 10, el apóstol agrega, Amaos los
unos a los otros con amor fraternal….la palabra Filadelfia viene de amor
fraternal. Una palabra compuesta por fileo (amigo, amigable, amor de amistad)
y adelfos (hermano). Somos llamados a expresarnos amor filial unos
a otros dentro de la familia de Dios y con nuestro prójimo en general. Lucas 10:25-37, la parábola de buen
samaritano, es quizá el mejor ejemplo de cómo expresar el amor y solidaridad
con otra persona. Este pasaje nos enseña
a no pasar de largo. A caminar la segunda milla y hacer a un lado
nuestra propia comodidad por el bien de nuestro prójimo.
El mundo de hoy necesita
urgentemente una iglesia que demuestre amor, solidaridad para con los
demás. Aceptamos que vivimos en un mundo
egoísta donde es muy escaso la expresión de amor, aprecio y amistad genuino.
Cristo nos pide como iglesia hacer lo contrario. Amar al prójimo sin hacer discriminación
alguna. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los
unos con los otros (Juan 13:35).
Así dice Cristo, el Señor y Salvador de nuestras vidas y debemos
obedecerlo. Bendiciones a todos y feliz
día de acción de gracias.
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