Dios demanda esfuerzo y valentía para el 2015 (Josué 1:1-9).
Feliz y bendecido año 2015 a todos. Estamos por entrar a un nuevo año. ¿Qué
vendrán en los próximos 365 días, únicamente Dios lo sabe? Sin duda alguna, que todos tenemos expectativas
en que vendrán tiempos mejores. Que
nuestros planes y proyectos sean bendecidos por nuestro buen Dios y que todo
nos salga bien.
Cuando leemos
Josué 1, todos podemos identificarnos con él.
Josué junto con Caleb, pasaron a la historia como hombres valientes y de
fe. Ambos dieron un informe positivo,
optimista y que con la ayuda de Dios, los israelitas serían capaces de
conquistar la tierra prometida (Números 14:6-9). Respecto a Josué, se dice de él que era un varón en el cual hay un espíritu (Números
27:18), o sea, un hombre investido del ES.
El llamado divino a Josué se hace en un momento crítico. Moisés, el gran líder había muerto. Este siervo de Dios, marcó toda una época en
la formación de la vida nacional de Israel.
Su ministerio fue sumamente amplio. Dirigió el éxodo. Estableció las instituciones religiosas de
Israel. Guió al pueblo por el desierto por cuarenta años. Sin duda, la vida de Israel estaba ligada a
este líder. Moisés murió antes de entrar
a la tierra prometida. Humanamente hablando parecía que los planes
de Dios habían fracasado. Sin embargo,
todos debemos entender y aceptar que tenemos un Dios grande que tiene todo bajo
control.
Nadie puede dudar
que Moisés fue un notable líder de
Dios. El libro de Deuteronomio 34:10-12
lo honra así: Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya
conocido a Jehová cara a cara, nadie como él en todas las señales y prodigios
que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos
a toda su tierra, y en el gran poder y en todos los hechos grandiosos y
terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel. Pero
en medio de todo y sin ánimo de desvalorar todo el gran ministerio de Moisés,
nos debe llevar a reflexionar que en la obra de Dios todos somos importantes,
pero nadie es imprescindible. La obra
depende de Dios no de los hombres. Así
como Dios en su momento llama a Josué, desea hacerlo con nosotros y usarnos en
el 2015 para seguir extendiendo el Reino de Dios hasta lo último de la tierra
(Hechos 1:8). La tierra prometida, era
un regalo de Dios para ellos, pero Israel debía poner de su parte peleando por
ella y tomar posesión.
Sangre,
sudor y lágrimas, es lo único que prometo expresó sir Winston
Churchill a Inglaterra en lo más oscuro
de la Segunda Guerra Mundial. Dios no
pide eso de nosotros, pero tampoco nos promete que el 2015 será todo fácil. Así
como Dios demanda de Josué esfuerzo y valentía, estamos seguros nos lo hace a
nosotros también. Vidas disciplinadas y
con propósitos requiere el Señor de nosotros.
Los próximos 365 días del año 2015, serán una lucha diaria y continua en
la cual, tomados de la mano de Dios le haremos frente con fe para vencer los
gigantes que vendrán. El año 2015 puede
simbolizar para nosotros lo que fue el río Jordán para Israel. Debemos atravesarlo con valentía, esfuerzo,
fe y confiados de la ayuda divina de
nuestro Todopoderoso Dios.
Como hemos dicho
ya, solo Dios sabe que tendremos en el 2015.
Josué quizá experimentó temor, incertidumbre, Moisés no estaba ya con
él. Israel no era un pueblo fácil de
dirigir. La tierra prometida estaba
llena de pueblos con experiencia en la guerra y que estaban listos para
defenderla. Así que Josué no las tenía
nada fácil. En medio de todo, queremos
terminar esta reflexión con un tono de confianza, fe y seguridad que venga lo
que venga en el 2015, no debemos temer. Nadie te pondrá hacer frente en todos los
días de tu vida, como estuve con Moisés, estaré contigo, no te dejaré, ni te
desampararé (Josué 1:5). Feliz y
bendecido 2015 para todos, año en el cual Jesús puede venir por Su
iglesia.