Reacciones cuando nos parece que Dios llega tarde (Juan 11:1-6)
Todos en la vida más de alguna vez nos hemos sentido decepcionados
(sentimiento de pesar que se experimenta
al ocurrir algo de modo distinto a como se esperaba o deseaba). La decepción nos produce: dolor, desánimo, malestar, frustración,
angustia, tristeza etc. Hay una variedad
de situaciones donde podemos sentir decepción:
muerte de un ser querido, perdida de un empleo o donde teníamos
esperanza de lograrlo, una mala relación sentimental, nuestro equipo favorito
pierde, no lograr los resultados deseados en los estudios, amigos que al final
no lo son…..etc.
¿Cómo nos
sentimos cuando vemos que Dios no responde de acuerdo a lo esperado? La muerte de Lázaro, es una preciosa historia
donde veremos la reacción de Marta y María, ambas hermanas de él como también
la forma cómo Jesús demuestra su amor, comprensión y respuesta a la situación
de angustia, tristeza y frustración que ellas experimentan. Juan capítulo 11, debe ser una historia para
fortalecer nuestra fe y que aprendamos a creerle a Dios que aunque no parezca,
él siempre está más cerca de lo que pensamos o creemos.
Jesús recibe una
mala noticia, Estaba entonces enfermo uno
llamado Lázaro….Enviaron, pues, las hermanas para decirle a Jesús:
Señor, he aquí el que amas está enfermo (v. 1-3). Lázaro no solo estaba enfermo, sino muy
enfermo al grado que se estaba muriendo.
De hecho, cuando Jesús recibe la noticia, ya Lázaro había muerto (v. 39,
….porque es de cuatro días). El escritor sagrado agrega un elemento
relevante, Y amaba Jesús a Marta, a su
hermana y a Lázaro (v. 5). ¿Cómo
reaccionamos cuando somos decepcionados por alguien que consideramos amigo?.
Enojo, dejamos de creer en los demás, devolvemos mal por mal, buscamos
cómo vengarnos, endurecemos el corazón etc.
Jesús no responde según lo esperado y de la gravedad de la
situación. Cuando oyó, pues, que estaba
enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba (v. 6). ¿Qué esperamos de Dios cuando estamos
enfermos, decepcionados, dolidos,
confundidos, lloro, cuando no creo o mi fe está débil? La respuesta que Marta y María esperaban no
viene según lo esperado. Quizá hoy
estamos nosotros atravesando alguna situación dolorosa o angustiosa y no sabemos
cómo finalizará. No es nada fácil
entender hoy las circunstancias que enfrentamos, quizá Dios lo permitirá
adelante. Lo que sí debemos estar
seguros, es que Dios permite lo que permite para que aprendamos a confiar más
en él. Al final, es mejor no conocer los
detalles por anticipado. Es suficiente
saber que nuestro buen Dios está y sigue en control de todo.
Marta y María,
cuestionan la tardanza de Jesús (v. 17,
21, 32), Vino, pues, Jesús, y halló que hacia ya cuatro
días que Lázaro estaba en el sepulcro….Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no
habría muerto. Algunos sostienen que
no hay cuestionamiento ni en Marta ni en María.
Ven lamentación pero fe al asegurar que Lázaro no hubiese muerto si
Jesús hubiese estado presente.
Humanamente, Jesús había llegado muy tarde. Pero según el perfecto plan del Padre
celestial llegó a tiempo. ¿Acaso no
podía Jesús dar una palabra a la distancia a favor de la sanidad de
Lázaro? (Lucas 7:1-10). Aún en medio de todo, ambas hermanas se
sienten decepcionadas, tristes, frustradas pero también llevan todo su lamento
a la Persona correcta, Jesús. Es
ejemplar y pastoral la respuesta que Jesús da a ambas. Responde con gracia a la queja de ellas (v.
23, 25-26, 35). Les consuela y prepara
para el futuro. Hay una palabra personal
para Marta, María y nosotros, Esta
enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de
Dios sea glorificado (v. 4). Aunque
Dios nos ama y no debe haber duda al respecto, debemos pasar por momentos poco
agradable pero Dios lo permite para formarnos y que demos gloria a Su
nombre. Jesús pudo compartirle a ambas
cuál sería el feliz desenlace y que no se preocupasen. Pero la fe de ellas debía ser formada y
fortalecida creyendo.
Jesús confronta
nuestra fe hoy día (v. 26, 39-40). ¿Crees esto?
¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?....Sencillamente
con Dios se trata de creerle aunque no veamos ni sintamos nada. Porque
por fe andamos, no por vista (2 Cor. 5:7).
Dios no hará el milagro esperado mientras no le creamos no al
contrario. Marcos 16:17 afirma, Y estas señales seguirán a los que
creen. No es al contrario. Jesús siempre premiará nuestra fe. Hebreos 11:6 lo dice así, Pero
sin fe es imposible agradar a Dios….y que es galardonador de los que le buscan. Si queremos conquistar nuevas alturas con
Dios, debemos creerle plenamente. Nunca
habrá decepción con Dios porque siempre llega a tiempo aunque no parezca. Aunque no siempre responderá según mis
planes, su respuesta siempre será lo mejor para mi. Bendiciones a todos y a seguir creyendo en el
Dios Todopoderoso. ¡Amén!
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