lunes, 11 de agosto de 2014

Reacciones cuando nos parece que Dios llega tarde (Juan 11:1-6)

Reacciones cuando nos parece que Dios llega tarde (Juan 11:1-6)
Todos en la vida más de alguna vez nos hemos sentido decepcionados (sentimiento de pesar que se experimenta al ocurrir algo de modo distinto a como se esperaba o deseaba).  La decepción nos produce:  dolor, desánimo, malestar, frustración, angustia, tristeza etc.  Hay una variedad de situaciones donde podemos sentir decepción:  muerte de un ser querido, perdida de un empleo o donde teníamos esperanza de lograrlo, una mala relación sentimental, nuestro equipo favorito pierde, no lograr los resultados deseados en los estudios, amigos que al final no lo son…..etc. 
            ¿Cómo nos sentimos cuando vemos que Dios no responde de acuerdo a lo esperado?  La muerte de Lázaro, es una preciosa historia donde veremos la reacción de Marta y María, ambas hermanas de él como también la forma cómo Jesús demuestra su amor, comprensión y respuesta a la situación de angustia, tristeza y frustración que ellas experimentan.  Juan capítulo 11, debe ser una historia para fortalecer nuestra fe y que aprendamos a creerle a Dios que aunque no parezca, él siempre está más cerca de lo que pensamos o creemos. 
            Jesús recibe una mala noticia, Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro….Enviaron, pues, las hermanas para decirle  a Jesús:  Señor, he aquí el que amas está enfermo (v. 1-3).  Lázaro no solo estaba enfermo, sino muy enfermo al grado que se estaba muriendo.  De hecho, cuando Jesús recibe la noticia, ya Lázaro había muerto (v. 39, ….porque es de cuatro días).  El escritor sagrado agrega un elemento relevante, Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro (v. 5).  ¿Cómo reaccionamos cuando somos decepcionados por alguien que consideramos amigo?.  Enojo, dejamos de creer en los demás, devolvemos mal por mal, buscamos cómo vengarnos, endurecemos el corazón etc.  Jesús no responde según lo esperado y de la gravedad de la situación.    Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba (v. 6).  ¿Qué esperamos de Dios cuando estamos enfermos,  decepcionados, dolidos, confundidos, lloro, cuando no creo o mi fe está débil?  La respuesta que Marta y María esperaban no viene según lo esperado.  Quizá hoy estamos nosotros atravesando alguna situación dolorosa o angustiosa y no sabemos cómo finalizará.  No es nada fácil entender hoy las circunstancias que enfrentamos, quizá Dios lo permitirá adelante.  Lo que sí debemos estar seguros, es que Dios permite lo que permite para que aprendamos a confiar más en él.  Al final, es mejor no conocer los detalles por anticipado.  Es suficiente saber que nuestro buen Dios está y sigue en control de todo.
            Marta y María, cuestionan  la tardanza de Jesús (v. 17, 21, 32),  Vino, pues, Jesús, y halló que hacia ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro….Y Marta dijo a Jesús:  Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.  Algunos sostienen que no hay cuestionamiento ni en Marta ni en María.  Ven lamentación pero fe al asegurar que Lázaro no hubiese muerto si Jesús hubiese estado presente.  Humanamente, Jesús había llegado muy tarde.  Pero según el perfecto plan del Padre celestial llegó a tiempo.  ¿Acaso no podía Jesús dar una palabra a la distancia a favor de la sanidad de Lázaro?  (Lucas 7:1-10).  Aún en medio de todo, ambas hermanas se sienten decepcionadas, tristes, frustradas pero también llevan todo su lamento a la Persona correcta, Jesús.   Es ejemplar y pastoral la respuesta que Jesús da a ambas.  Responde con gracia a la queja de ellas (v. 23, 25-26, 35).  Les consuela y prepara para el futuro.  Hay una palabra personal para Marta, María y nosotros, Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado (v. 4).  Aunque Dios nos ama y no debe haber duda al respecto, debemos pasar por momentos poco agradable pero Dios lo permite para formarnos y que demos gloria a Su nombre.  Jesús pudo compartirle a ambas cuál sería el feliz desenlace y que no se preocupasen.  Pero la fe de ellas debía ser formada y fortalecida creyendo.

            Jesús confronta nuestra fe hoy día (v. 26, 39-40).  ¿Crees esto?  ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?....Sencillamente con Dios se trata de creerle aunque no veamos ni sintamos nada.  Porque por fe andamos, no por vista (2 Cor. 5:7).  Dios no hará el milagro esperado mientras no le creamos no al contrario.  Marcos 16:17 afirma, Y estas señales seguirán a los que creen.  No es al contrario.  Jesús siempre premiará nuestra fe.  Hebreos 11:6 lo dice así,   Pero sin fe es imposible agradar a Dios….y que es galardonador de los que le buscan.  Si queremos conquistar nuevas alturas con Dios, debemos creerle plenamente.  Nunca habrá decepción con Dios porque siempre llega a tiempo aunque no parezca.  Aunque no siempre responderá según mis planes, su respuesta siempre será lo mejor para mi.  Bendiciones a todos y a seguir creyendo en el Dios Todopoderoso.  ¡Amén! 

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