II.
Requisitos sociales y morales:
1. Debe ser hospedador (v. 2): una forma sencilla de demostrar amor hacia el
prójimo es siendo hospitalario. Virtud
cristiana que se exige con frecuencia (Romanos 12:13, Hebreos 13:2, 1 Pedro
4:9). Fue una necesidad urgente en la
época del NT (no habían hoteles). No olvidéis de la hospitalidad, porque por
ellas algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles (Hebreos 13:2). El término
hospitalidad viene de os palabras griegas que significa amor a los
extranjeros. Ser hospitalario se refiere a la manera en que utilizamos nuestras
posesiones materiales.[1] Hoy día sin dejar de ser prudentes, debemos
practicar la hospitalidad como muestra del amor de Cristo en nosotros.
2.
No dado al vino (v. 3). Este
requisito tiene mucho que ver con ser sobrio (v. 2). Es un llamado a la moderación y al dominio
propio de sí mismo. Es no dejarse
controlar por el alcohol drogas, tabaco y en algunos casos el exceso de
comida. Un servidor borracho no deja de
ser todo un escándalo para la iglesia y la sociedad en general. Pablo en Efesios 5:18 nos pide en vez de
ingerir vino que seamos llenos del Espíritu Santo. Pablo condena y afirma que los borrachos no
heredarán el reino de Dios (1Cor. 6:9-11, Isaías 28:7, 56:9-12). Es importante tener presente y entender la
cultura cuándo se escribió el NT. Debido
a la mala calidad del agua, se recomendaba tomar vino (no alcoholizado). Estamos claros que la Biblia no prohíbe tomar
vino pero debemos consideremos lo expuesto anteriormente sobre el porque se
recomendaba su uso. Para evitar situaciones
embarazosas, recomendamos su abstinencia del uso del alcohol.
3.
No pendenciero (v. 3): viene del
verbo golpear. Todo servidor debe ser
una persona controlada, no violenta, no iracunda. No es posible que alguien que sirva al Señor
pretenda arreglar sus asuntos por medios violentos o con los puños (Mateo 5:9
dice, Bienaventurados los pacificadores….). El cristianismo y la violencia no se
mezclan. La Biblia permite el enojo pero
controlado y de corta duración (Ef. 4:26).
Tomemos en consideración lo escrito por Pablo en 2 Timoteo 2:24, Porque el siervo el Señor no debe ser
contencioso, sino amable….
4.
Debe ser amante y apacible (v. 3):
contrario a lo anterior, Pablo pide a los servidores que seamos amables
y apacibles a la vez. Es importante
tener una buena actitud ante las circunstancias difíciles y ser
controlados. Es importante tener una
buena imagen delante de todos. Cuando
somos amables y apacibles, podemos soportar toda injuria u ofensa
recibida. Mateo 5:5 dice, Bienaventurados los mansos….Es un
llamado a ser justos, equitativos y razonables.
III.
Requisitos espirituales del servidor:
1. Apto para enseñar (v. 2): es la capacidad de enseñar pero esto debe
iniciar en que uno debe ser enseñable.
Ningún servidor ser apto para enseñar si él mismo no es enseñable (tener
la humildad de sentarse y escuchar a otros).
Es ser dócil. El don de maestro
no es concedido a todos (1 Cor. 12:28-29).
Es la única cualidad que tiene ver con dones espirituales.
2. Sobrio (v.2): estar libre de la influencia de productos
embriagantes (sin vino o no mezclado con vino). Prov. 20:1 nos advierte, El vino es escarnecedor….y cualquiera que
por ellos yerra no es sabio. Es una
persona templada. Es evitar los excesos
en todo. Eso hará tener una vida
saludable, equilibrada y digna de imitar.
Así demostramos madurez espiritual.
Es tener dominio propio (disciplina personal) No podemos dirigir a otros si nosotros
mismos somos desordenados. Muchos han
sido descalificados por no ser sobrios en sus vidas privadas. Mi
madurez espiritual no se mide por las manifestaciones del poder de Dios, sino
por mis reacciones ante los momentos de crisis.
La inmadurez destruye el ministerio la madurez edifica el ministerio.[2]
3.
Prudente (v. 2): es tener mente
sana, es juicioso. Ser razonable y con
mente equilibrada. Es una cualidad indispensable para el que
ocupa el cargo de dirigir o líder.[3] No debemos ser llevados por las emociones y
ser controlado por el ES. Por ejemplo debemos saber escuchar y controlar la
lengua (Prov. 10:19, En las muchas
palabras no falta pecado, mas el que refrena sus labios es prudente). Cuando tenemos la habilidad en ambas
cualidades (escuchar y controlar la lengua) nadie tendrá temor de acercarse a
nosotros para compartir temas privados o confidenciales. Ser confidentes.
4.
No codicioso de ganancias deshonestas (v. 3): no es amigo de la plata. No tener el corazón apegado al dinero pues
eso conduce a la idolatría. 1 Timoteo
6:10 nos recuerda, porque raíz de todos
los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de
la fe. Muchos servidores han sido
descalificados por no ser honestos con el manejo del dinero ajeno el cual es de
Dios. La importancia de desarrollar una
ética pastoral en el uso de los bienes materiales. Ojo con la teología de la prosperidad. La importancia de enseñar una actitud
correcta y uso del dinero. Llamado a ser íntegros. Apacentad
la grey de Dios….no por ganancia
deshonesta (1 Pedro 5:2).
5.
Tener buen testimonio con los de fuera de la iglesia (v. 7): El tener buen testimonio no debe limitarse
dentro de la iglesia sino también fuera de ella. Quizá no estarán de acuerdo con nuestra fe no
obstante, que nos reconozcan por nuestro buen comportamiento. Pablo en Filipenses 2:15 dice, irreprensibles y sencillos, hijos de Dios
sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual
resplandecéis como luminares en el mundo.
Cuando tenemos buen testimonio, evitaremos caer en descrédito y en lazo del diablo.
CONCLUSIONES:
1.
Debemos ser cuidadosos en la escogencia de las personas que servirán
dentro de la iglesia.
2.
Los servidores bien escogidos según los principios bíblicos será de
beneficio para la obra de Dios.
3.
Los principios descritos no significan buscar perfección en los
servidores pero sí el mejor testimonio posible en sus vidas.
4. ¿Tenemos algo que mejorar en alguna
área específica? Busquemos la ayuda
divina y ejerzamos disciplina de cambio en esa área.