lunes, 20 de octubre de 2014

El significado de la palabra Biblia (Tomado de la Revista La Biblia en las Américas, # 5, Vol. 276).

El significado de la palabra Biblia (Tomado de la Revista La Biblia en las Américas, # 5, Vol. 276).
Biblia es una palabra de origen griego biblion que significa literalmente libros.  Del griego, este término pasó al latín, y a través de él a las lenguas occidentales.  Con este término se designa ahora a la colección de escritos reconocidos como sagrados por el pueblo judío y por la iglesia cristiana.
            La Biblia está dividida en dos partes de extensión bastante desigual, llamadas Antiguo Testamento y Nuevo Testamento.  La palabra testamento, se presta a un equívoco, porque no se ve muy bien en qué sentido puede aplicarse a la Biblia.  Sin embargo, la dificultad se aclara si se tiene en cuenta la vinculación de la palabra latina testamentum con el hebreo berit, pacto o alianza.   Berit, es uno de los términos fundamentales de la teología bíblica.  Con él se designa el lazo  de unión que el Señor estableció con su pueblo en el Sinaí.  A este pacto o alianza de unión establecido por intermedio de Moisés, los profetas contrapusieron una nueva alianza que no estaría escrita, como la antigua, sobre tablas de piedra, sino en el corazón de las personas por el Espíritu del Señor (Jer. 31:31-34, Ez. 36:26-27).  De ahí la distinción entre la nueva alianza y la antigua alianza.  La primera sellada en el Sinaí, fue ratificada con sacrificios de animales, la segunda, incomparablemente superior, fue establecida con la sangre de Cristo. 
            Ahora bien, el término berit se tradujo al griego con la palabra diatheke que significa disposición, arreglo y de ahí última disposición o última voluntad es decir testamento.  De ese modo, la versión griega de la Biblia, conocida con el nombre de la Septuaginta o traducción de los Setenta (LXX), quiso poner de relieve que el pacto o alianza era un don y una gracia de Dios, y no el fruto o el resultado de una decisión humana.  La palabra griega diatheke fue luego traducida al latín por testamentum, y de allí pasó a las lenguas modernas.  Por eso se habla corrientemente del Antiguo  y del Nuevo Testamento.   A la Biblia se le da también  el nombre de Sagradas Escrituras.  En el Judaísmo, en cambio se le suele designar con la palabra tanak, que en realidad es una sigla formada con las iniciales de Torah, Neblim y Ketubim, es decir, de las tres partes o secciones en que se divide la Biblia hebrea:  La Ley, los Profetas y los Escritos. 
            La Biblia es la palabra de Dios.  En ella encontramos mensajes de los profetas, palabras de Jesús y testimonios de los apóstoles.  Los profetas, Jesús y los apóstoles actuaron y hablaron en distintas épocas y en circunstancias muy diversas.  Pero todos anunciaron la palabra de Dios.  Los profetas se presentaron como testigos y mensajeros de la Palabra, y así lo expresaron muchas veces de manera inequívoca, por ejemplo, cuando introducían sus mensajes con la frase:  Así dice el Señor (Jer. 1:9-10).  Después de haber comunicado su palabra por medio de los profetas, Dios se reveló en la Persona y en la obra redentora de Jesús, como lo expresa la carta a los Hebreos (1:1-2, En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces y de muchas maneras por medio de los profetas.  Ahora, en estos tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo). 

            Jesús, la Palabra hecha carne (Jn. 1:14), dio testimonio de lo que había visto y oído junto al Padre (Jn. 1:18, Mateo 11:27), y envió a sus discípulos diciéndoles:  El que los escucha a ustedes, me escucha a mí, el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí, y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió (Lucas 10:16).  Los apóstoles a su vez, fueron testigos oculares y servidores de la Palabra (Lc. 1:2).  Ellos fueron elegidos de antemano por Dios (Hechos 10:41-42) y a ellos se les confió la misión de anunciar la palabra de Dios a todo el mundo (Mar. 16:15).  Este mensaje de los profetas, y de los apóstoles fue luego consignado por escrito y así nació la Biblia, que es la palabra de Dios encarnada en un lenguajes humano.  Ella como Jesús, es plenamente divina y plenamente humana, sin que lo divino ceda en detrimento de lo humano, ni viceversa.    Gracias a nuestro Dios por Su palabra que hoy día podemos leerla y vivirla.   Bendiciones a todos.

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