El cómo dar según la Biblia (2 Corintios 9:6-8).
La mayordomía cristiana es la responsabilidad que nuestro Dios
delega en cada uno de sus hijos.
Mayordomía significa administración.
Los recursos materiales son bienes que deben ser administrados con
sabiduría ya que debemos dar cuenta de ellas. Dentro de los bienes materiales
se incluye el dinero. Un principio que
debemos tener presente en la administración de recursos, es aquel donde
reconocemos que todo es de Dios. Hageo
2:8 dice, Mías es la plata y mío es el
oro, dice Jehová de los ejércitos. Así
también Deuteronomio 8:18 afirma, Sino
acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las
riquezas. De tal manera que Dios nos
ha dotado de capacidades físicas y mentales para ganar riquezas y saber cómo
usarlas.
Cuando tocamos el
asunto del dinero, el tema del diezmo no deja de ser un tema de controversia
por las diferentes interpretaciones que hay al respecto. Mientras algunos sostienen que no estamos obligados
a darlo, otros afirman que sí. Sin el
ánimo de caer en contiendas o discusiones estériles, agregamos lo sostenido por
Stefan Blad, de la tora mesiánica, tomado de internet escribe: ¿Las
leyes del diezmo son aplicables a los no-judíos? Este es un asunto por el que preguntan
muchos. ¡La respuesta es que sí! ¿Por qué?
Porque Abraham, antes de ser circuncidado y fuese cambiado su nombre,
pagó los diezmos de todo a Melquisedec, el Rey de Salem (Gn. 14:18-20). Abraham no era judío aunque fue el patriarca
de la nación de Israel. El diezmo
significa décima parte. En el AT se
describen varios tipos de diezmos:
1. Para sostener a los levitas (Números 18:21,
24: Y
he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad,
por su ministerio…..Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los
hijos de Israel). Ellos hacían el
servicio en el tabernáculo y se sostenían con el diezmo del pueblo.
2. Para la celebración de las fiestas religiosas
(Deut. 14:22-27).
3. Para ayudar a los pobres, se daba cada tres
años (Deut. 14:28-29, Al fin de cada tres
años, sacarás todo el diezmo de tus productos….Y vendrá el levita…el
extranjero, el huérfano y la viuda….y comerán y serán saciados, para que Jehová
tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren).
4. El diezmo del diezmo (Números 18:26-29). Los levitas también debían ofrecer el diezmo
de los recibido al sumo sacerdote Aarón para su sostenimiento.
Los primeros tres
diezmos servían para sostener el funcionamiento del gobierno y ayuda social a
los necesitados.
Lo importante en
el dar para nuestro Dios, no es tanto la cantidad ofrecida sino más bien el
cómo damos. Veamos a continuación qué
dice la Biblia al respecto:
1. Debemos dar
voluntariamente (2 Cor. 9:7, Cada uno dé
como propuso en su corazón….ni por necesidad). No de mala gana o a la fuerza (VP). No debemos caer en usar términos para
obligar a la congregación dar y muchos menos el poner cantidades que en muchos
de los casos, están fuera del alcance del pueblo. No hacer uso de legalismo, ni
infundir temor ni tampoco manipular ni peor intimidación. Demos de corazón y
voluntariamente.
2. Seamos fieles al dar (Prov. 3:9-10, Honra a Jehová con tus bienes…). Honrar es darle el valor e importancia que
nuestro Dios tiene en nuestra vida. No
caer en el error de reclamar a Dios cuando le damos. Cuando le damos a Dios reconocemos lo que es
Él y que hemos recibido todo de Su mano.
3. ¿Cuánto dar?:
Como hemos visto al principio, en el AT se exigía varios tipos de
diezmos para diversas situaciones. En el
NT, más que dar el diezmo, debemos por
gracia, gratitud y amor a la obra de Dios.
1 Cor. 16:2, según haya
prosperado.
4. Cómo dar:
como propuso en su corazón (2
Cor. 9:7). Propuso: indica una decisión
tomada con anticipación.
Predeterminadamente en mi corazón no como algo impulsivo u
obligatorio. En la construcción del
Tabernáculo, Dios pide al pueblo de Israel donar para esa labor. La respuesta de Israel fue grandiosa. Éxodo 36:5, Y ellos seguían trayéndole ofrenda voluntariamente cada mañana).
a. Generosamente (2 Cor. 9:6, El que siembra escasamente, también segará
escasamente, y el que siembra generosamente, generosamente segará). La ley de la agricultura se aplica en la
mayordomía cristiana. La cosecha está en
proporción directa a la cantidad de semilla sembrada. Proverbios 11.24-25 dice, Hay quienes reparten, y les es añadido más,
y hay quienes retienen más de lo justo, pero vienen a pobreza. Hay personas que son generosas y se
desprenden con facilidad y reciben más y por el contario la gente tacaña acaba
en pobreza. El que es generoso,
prospera, el que da, también recibe (VP).
Cuando hablamos de ser generosos, no promovemos el fijar cantidades.
B. Con alegría (2 Cor. 9:7, Dios ama al dador alegre). No dar por obligación, sino más bien con
alegría. En Deuteronomio 16:11, 14-15
respecto a cómo debía acudir el judío a las fiestas dice, Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios….Y te alegrarás en tus fiestas
solemnes….y estarás verdaderamente alegre).
Es importantísimo la actitud del cómo damos. Dar con alegría, Dios ama al dador alegre.
Sea que usted esté
o no de acuerdo con el diezmo, estamos seguros que todos sí debemos estar de
acuerdo en que como hijos de Dios, somos llamados a darle a Dios con alegría,
voluntariamente y con generosidad. La
obra de Dios necesita nuestro aporte financiero para llevarse a cabo. Al final, el darle a Dios siempre resulta en
nuestro beneficio. Dios mismo lo
garantiza, ….probadme en esto, dice Jehová, si no abriré
las ventanas de los cielos….(Malaquías 3:10). Como también, Más bienaventurado es dar que recibir (Hechos 20:35). Bendiciones a todos siendo generosos en
dar.
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