Transformación o Conformación, usted elige (Colosenses 1:10-14)
Durante el mes de noviembre, nuestro buen Dios ha estado hablando
del valioso tema: Id y haced discípulos. El Señor por medio de Su palabra nos ha retado
en temas como: Jesús nos ordena hacer discípulos, Evangelizar es…, Marcas de un
discípulo, El ministerio consolador en
el discípulo de Cristo. Todos
estamos de acuerdo, que la Gran Comisión ha sido adorada pero no
obedecida. Nadie puede ignorar la crisis
que como iglesia experimentamos por no obedecer los principios dejados por
nuestro Señor en Mateo 28:18-20. Estamos
seguros que cuando empecemos hacer discípulos, la iglesia se revitalizará y
pronto veremos los frutos deseados.
Cuando hablamos
de discipulado, nos referimos al llamado que Cristo nos hace a un compromiso a
Su obra y servicio. Es el de hacer
cambios profundos en nuestra vida que nos llevan a un crecimiento y madurez
espiritual. Pablo en 2 Corintios 3:18 dice, Por tanto, nosotros todos mirando a cara
descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de
gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. Ese debe ser el fruto cuando somos
transformados por la presencia del ES en nuestras vidas, reflejaremos la gloria
del Señor. Esto debe llamarnos la
atención a:
1. Cuánto mas crezcamos en el conocimiento del
Señor, tanto más se revelará él en nuestra vida.
2. Cuánto más contemplamos Su gloria, seremos
transformados a la semejanza de Cristo, ¡esa debe ser nuestra meta!
Conformación, es el cambio externo y de forma. Es un estilo de vida cristiano sin demanda ni
compromiso alguno. Lucas 8:12-15,
describe la parábola del sembrador donde somos confrontados dónde ubicarnos de acuerdo al fruto que damos en
nuestra vida:
a. Los de junto al camino (v. 12): oyen la
palabra y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no
crean y se salven. Es el tipo de
creyentes que andan de un lado y otro, escuchando de todo. Son amantes del último grito religioso. Es la búsqueda constante de novedades
religiosos mas que de querer saber de la sana doctrina. Pablo en 1 Timoteo 4:1 nos advierte: Pero el
Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos, algunos apostatarán de
la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios. El trabajo del diablo es arrebatarnos la
palabra de nuestra vida para no creer y todo lo contrario creer lo falso.
b. Los de sobre la piedra (v. 13): habiendo
oído, reciben la palabra con gozo, pero éstos no tienen raíces, creen por algún
tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan (apostatar, abandonar la fe, pasar a un estado de
incredulidad). Es el tipo de creyentes con fe
intelectualizada. ¿Cuántos creyentes
escuchan la palabra y llevan vidas derrotadas porque no aplican lo
aprendido? El cambio viene cuando
hacemos viva la palabra de Dios en nosotros mismos. Dejemos de ser creyentes superficiales.
c. La que cayó entre espinos (v. 14): oyen,
pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la
vida, y no llevan fruto. Es el tipo
de creyente que tiene una parte en la iglesia y otra en el mundo. Es controlado por los afanes, riquezas y
placeres de la vida. Se vive una vida
doble procurando agradar a Dios y al mundo.
d.
La que cayó en buena tierra (v. 15):
éstos son los que con corazón
bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia. El discipulado cristiano no se trata de
oír únicamente sino de ejercer la capacidad de entender, creer y obedecer lo
leído y oído. Retienen significa obediencia continua. Es masticar y tragar la palabra y hacerle
parte nuestra.
Transformación, viene del término metamorfosis, cambiar a
otra forma. Proceso continuo de cambio
que experimentan algunos animales e insectos que se manifiesta no solo en la
variación de forma sino también en las funciones. Mientras que conformación es cambio externo
transitorio, transformación se refiere a una condición espiritual genuinamente
cambiada. El verdadero discípulo incluye
un proceso de cambio de dentro hacia afuera.
Para ello, el ministerio del ES es vital en ese proceso.
Romanos 12:2
dice, cambien de manera de ser y pensar (TLA),
entendimiento, esa acción está en nuestra mente, la cual debemos saturarla por
la Palabra de Dios. Proverbios 23:7 nos
dice, Porque cual es su pensamiento en su corazón,
tal es él. Al venir a Cristo y como
Sus discípulos, debemos cambiar nuestra forma de pensar (2 Cor. 10:5, llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia a Cristo). Cautivo, es
controlar, conquistar, poner en sujeción nuestra mente bajo el control a la
obediencia a Cristo. Si tenemos
pensamientos rectos, actuaremos rectamente. Hermanos, no desperdiciemos nuestra mente en
cosas que no convienen.
Elijamos el
cambio (Colosenses 1:10, para que andéis
como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena
obra, y creciendo en el conocimiento de Dios). Un caminar digno es un caminar de acuerdo al
llamado que hemos recibido de Cristo.
Una conducta semejante al Señor (1 Juan 2:6, el que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo). Agradarle a nuestro Dios, debe ser la
aspiración de todo discípulo de Cristo.
Eso se manifestará llevando fruto en toda buena obra y anhelando conocer
más de Dios.
Estamos siendo
conformados o transformados. Como
discípulos de Cristo, debemos elegir ser transformados. Bendiciones a todos.
Gracias hermanos por su colaboracion
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