Confiando en Dios (Nehemías 4:1-6).
Todos en la vida tenemos proyectos que necesitan mucho esfuerzo de
nuestra parte. La vida no siempre es
fácil y muchas veces tenemos que enfrentar situaciones que superan nuestras
fuerza y caemos en el desánimo. Recordemos
algunos detalles valiosos antes de considerar el capítulo citado:
1. Recordemos que mientras servía de copero del
rey Artajerjes, Nehemías recibe la noticia de la situación en que se encontraba
Jerusalén (1:3).
2. Dedica cuatro meses en oración y
planificación para buscar el respaldo de Dios.
3. Dios le responde cuando el rey le
pregunta: ¿Qué cosa pides? (2:4).
4. Nehemías demuestra que fe y planificación van
de la mano y se complementan (2:6-9).
5. Nehemías ya en Jerusalén se informa de
primera mano la situación de la ciudad (2:11-15).
El capítulo 3 de
Nehemías, describe gráficamente la distribución de labores para la
reconstrucción de los muros y puertas de la ciudad. Delegar, es transferir el poder o autoridad de una persona a otra. Cuando hablamos de este tema, nos
referimos a tener una trabajo coordinado, planificado, unidad etc. todos nos beneficiamos en el trabajo de
equipo. Alguien dijo: es mejor que 10 personas hagan un trabajo y
no 1 persona haga el trabajo de 10 personas.
En un trabajo de equipo, la meta es más importante que nuestra
participación individual. Si un equipo
va a desarrollar todo su potencial, se requiere que cada jugador esté dispuesto
a subordinar sus metas personales al interés del equipo. En el capítulo 3 veremos repetidas veces
expresiones como: junto a ellos (v. 2, 4, 7-10, 12, 19), al lado de ellos (v. 4), junto
al cual o él (v. 8, 10, 19).
Nehemías describe que para este trabajo colaboraron sacerdotes, levitas,
sirvientes del templo….y hasta mujeres (v. 12).
Pero así también el v. 5 dice que pero
sus grandes no se prestaron para ayudar a la obra de su Señor. En toda labor, hay personas que tienen
diferente sentir y no ayudan.
Enfrentando la crítica con oración (4:1-6). La respuesta de los enemigos de los judíos al
progreso en la construcción del muro de la ciudad fue de crítica y oposición
directa a esta labor. Cuando oyó Sanbalat que nosotros
edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio
de los judíos (v. 1). Pero no
solamente Sanbalat se opone a la obra, se agregan el ejército de Samaria…..Tobías
(v. 2-3). Y es que los críticos siempre
se unen. La burla que hacen tiene que
ver con a calidad de la construcción del muro, hasta una zorra lo puede echar abajo, si se sube en él (v. 3). ¿Cuál debe ser nuestra reacción ante el mal
ajeno? El proverbio popular dice, No hacer leña del árbol caído. No alegrarnos del mal ajeno (Prov.
24:17-18). Tengamos una reacción sana,
con misericordia, amor, empatía ante la desgracia ajena. Es fácil criticar a los demás. Nehemías responde ante esta situación orando
de nuevo (usa una oración imprecatoria, es el deseo que alguien sufra un daño o
mal. Petición donde se pide a Dios que
juzgue los adversarios). El v. 6
describe la reacción del pueblo, Edificamos,
pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura,
porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.
El pueblo responde con mucho entusiasmo a la demanda de reconstruir
los muros y puertas de la ciudad.
Nehemías usa el sentido común (v.
10-23). El desánimo invade al pueblo
nuevamente. Esto se muestra cuando la
cantidad de escombros es mucho y se ven amenazados con ser invadidos por los
enemigos (v. 10-11). Hubo pérdida de
visión, confianza y seguridad. El pueblo
había perdido el ánimo para seguir construyendo el muro. Nehemías une esfuerzos de la población (v.
12-15). …puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus
arcos….No temáis delante de ellos, acordaos del Señor, grande y temible….Motivó
al pueblo dirigir su mirada al Señor y les llama a la acción (v. 14-15). Con mucho tacto y sabiduría, Nehemías
desarrolla una estrategia para hacerle frente a la amenaza externa y detener la
labor que han iniciado (v. 16-23). Deben
tener precaución (v. 16-18, 21).
Distribuye al pueblo para defender la ciudad ante cualquier
invasión. Desde aquel día la mitad de mis siervos trabajaban en la obra, y la
otra mitad tenían lanzas…con una mano trabajaban en la obra, y en la otra
tenían la espada. Sabiamente,
Nehemías designa un lugar de reunión si había un peligro, La obra es grande y extensa, y nosotros estamos apartados en el muro,
lejos unos de otros. En el lugar donde
oyereis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros, nuestro Dios
peleará por nosotros (v. 19-20).
Recordemos en ese tiempo los medios de comunicación eran sumamente
limitados. El sonido de la trompeta era
muy valioso para el llamado de atención y alarma. Finalmente, Nehemías hace un llamado al
servicio mutuo, ….Nosotros, pues,
trabajábamos en la obra, y la mitad de ellos tenían lanzas desde la subida del
alba hasta que salían las estrellas….Cada uno con su criado permanezca dentro
de Jerusalén, y de noche sirvan de centinela y de día en la obra….(v.
21-22). Como vemos la situación era
difícil, agobiante y dura. Nehemías
tenía por lo menos tres opciones a lo que está enfrentando. Regresar a Susa a su cómoda posición de
copero del rey (era lo más fácil). Dejar
de levantar los muros e irse a pelear o, edificar los muros y armarse para la
pelea. Lo último es lo que escogió y
Dios le respaldó en su misión. Como
dijimos al inicio, la vida nos da retos complicados que demandan de nosotros
esfuerzo que nos debilitan y hasta nos desaniman. Tomemos para nuestra vida lo que Nehemías
dice al pueblo, ….No temáis delante de
ellos, acordaos del Señor, grande y temible….nuestro Dios peleará por nosotros (v.
14,20). Bendiciones.
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