Cuando la palabra provoca avivamiento (Nehemías 8:1-10).
El analfabetismo es en cierto caso, sinónimo de ignorancia. La iglesia
de hoy está padeciendo de un alto grado de analfabetismo bíblico. Eso ha dado lugar que seamos confundidos por
tantas enseñanzas que se levantan hoy día.
Una cualidad que podemos notar en la vida de Nehemías como líder,
es la capacidad de discernir el momento de promover un ambiente
espiritual. Para ello, convoca a todo el
pueblo para escucharla y pide al escriba Esdras para que lo hiciese. Según Nehemías 6:15, Fue terminado, pues, el muro, el veinticinco del mes de Elul, en
cincuenta y dos días. Después que la
labor exigente de la reconstrucción del muro y puertas había terminado,
Nehemías con criterio, da lugar a la lectura de la Palabra de Dios. El pueblo tenía un vacío espiritual. En todo avivamiento espiritual, se da cuando
Dios enciende el fuego de su palabra, moviliza su pueblo y el ES fluye dentro
de nosotros. Es importante que la
Palabra ocupe un lugar especial en nosotros.
Marcos 13:31 afirma, El cielo y la
tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
El profeta Isaías 40:8 nos dice lo mismo, Sécase la hierba, marchítase la flor, mas la palabra del Dios nuestro
permanece para siempre. La demanda
del apóstol Pedro debe ser en cada uno de nosotros, desead como niños recién nacidos, la leche espiritual no
adulterada.
Hay lugar y tiempo a la lectura de la palabra (v. 1-2). Otra cualidad que
notamos en Nehemías, es saber cuando hacerse a un lado. Esdras, es la persona calificada para tan
importante labor. En Esdras 7:6, 10 se
dice de él, este Esdras subió de
Babilonia. Era escriba diligente en la
ley de Moisés….había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para
cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos. Todo el pueblo se juntó para tomar el tiempo
en escuchar la palabra de Dios. Una
oportuna reflexión en la familia de hoy, cuánto tiempo invertimos en la lectura
de la Biblia. Debemos saber, que es el
hogar, mayormente los padres, responsables en la educación espiritual de los
hijos. La iglesia es una ayuda de lo que
en casa estamos haciendo. Deuteronomio
6:6-7 dice, Y estas palabras que yo te
mando hoy, estarán sobre tu corazón, y las repetirás a tus hijos, y hablarás de
ellas estando en casa….Debe ser una acción continua, constante y
perseverante.
Cuando la palabra provoca avivamiento (v.
3-18). La descripción de la actitud y
respuesta del pueblo al escuchar la palabra de Dios es ejemplar. Hubo atención, los oídos del pueblo estaban atentos al libro de la ley. Atento, es la actitud o respuesta de los
oyentes a la lectura de la palabra. Esto
debe ser un ejemplo a imitar en nuestras congregaciones cuando lo que menos
hacemos es estar atentos. En muchos
casos estamos enviando textos, leyendo, platicando o estamos pensando otras
cosas. Menos atentos a lo que se habla
en ese momento. Hay adoración y
humillación (v. 6). Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén!
¡Amén! Alzando sus manos, y se
humillaron y adoraron a Jehová
inclinados a tierra. Un
avivamiento se da cuando el pueblo responde a la lectura adorando con un
corazón humilde (Salmos 51:17 dice, Los
sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado, al corazón contrito y
humillado no despreciarás tú, oh Dios).
Adorar es, postrarse, rendir
reverencia, inclinarse etc. Hay
entendimiento (v. 7-8). Debido a que la
mayoría de los oyentes hablaban arameo, era el idioma hablado por la mayoría y
el libro se leía en hebreo, los levitas hacían labor de traducción y
explicación del texto. De esa forma lo
leído se podía entender. Pablo en 2
Timoteo 2:15 nos recuerda, Procura con
diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. El término bien significa, correctamente, corta rectamente, traza bien
sin desviarse. ¡Cuán necesario es
eso hoy! Trazar correctamente la palabra
de Dios sin adulterarla. Los líderes
explicaban al pueblo la lectura y después de haberla leído, anima a las
personas a buscar del Señor y cambiar de actitud. La responsabilidad de los líderes en las
iglesias es enseñar la sana doctrina y preparar personas para el ministerio. La
respuesta del pueblo es de lloro, tristeza y después de gozo, alegría (v. 10-12). Porque
habían entendido las palabras que les habían enseñado (v. 12). Y todo
el pueblo se fue a comer y a beber…y a gozar de grande alegría (v. 12,
17). El avivamiento es fruto de la
genuina comprensión de la palabra,.
Permitamos el libre fluir de Dios en medio nuestro. El v. 17 agrega, y hubo alegría muy grande.
Como iglesia del
Señor, debemos volvernos a la Biblia.
Que su lectura, explicación y meditación en nuestras iglesia, ocupe un
lugar especial. Que nuestra púlpitos
sean usados para exponer con claridad, responsabilidad haciendo uso de una
correcta hermenéutica. Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado….que usa bien la palabra de verdad (2 Timoteo 2:15). Ese es nuestro llamado, responsabilidad y
privilegio. Que nuestro buen Dios siga
usando Su palabra para avivar Su obra en medio nuestro. ¡Amén y amén!
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