Fe y planificación van de la mano (Nehemías 2).
Yo vivo por fe y dejo
todo en las manos de Dios, no me preocupo en planificar. Esta
declaración la hemos escuchado muchas veces y en boca de muchas personas. Su contenido puede parecer muy espiritual y
bien intencionado. Es bíblico. Sin embargo en la mayoría de las ocasiones,
la connotación es más bien de vivir una vida en cierto manera al azar. Lo que venga y como venga todo debido a que no planificamos nuestra vida
y desde luego no permitiendo que nuestro buen Dios nos de sabiduría y
discernimiento en lo que planificamos.
Desde ya dejamos saber que no estamos de acuerdo con este tipo de
filosofía donde vivir por fe y dejar todo
en las manos de Dios, es más bien un abandono y vivir a la deriva y no
tanto por fe y que Dios nos dirija.
El capítulo 2 del
libro de Nehemías, es un excelente manual de cómo debemos orar sin dejar de planificar
lo que intentamos hacer en el futuro.
Todos queremos el éxito pero no todos queremos pagar el precio. No se gana una medalla en las Olimpiadas sin
pasar semanas o meses sin un arduo entrenamiento (1 Cor. 9:24-26, corriendo con propósitos para ganar). ¿Por qué planificar?:
1. Dios lo hace (La creación, La Trinidad
planificó la creación en detalles).
2. Dios lo ordena (1 Cor. 14:40, pero hágase todo decentemente y con orden).
3. Es señal
de buena mayordomía en el manejo del tiempo (Ef. 5:15-17).
Nehemías en el
capítulo 2, nos enseña lo que todos debemos hacer, orar y planificar van de la
mano. Durante cuatro meses buscó el
rostro del Señor en humilde oración pero no solamente eso, se dedicó también a
planificar cuando llegase el momento oportuno.
Cuando de orar se trata, es importante tener paciencia. Dios nos siempre
responde automáticamente. Aunque debemos
estar seguros que el tiempo de Dios en responder siempre es mejor que el
nuestro aunque no guste. David en el Salmo 40:1 escribe, Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. La oración moderna es: ¡Señor dame paciencia, y la quiero ahora
mismo! Esperar en la vida es la norma
no la excepción. Esperar en Dios es
aprender a descansar y no en preocuparse. Así también, mediante la oración,
Dios libera su poder. Nehemías tenia en su
corazón ir a Jerusalén y restaurar las murallas y puertas de la ciudad. Antes que ocurriese eso, Dios tenía que
cambiar el corazón del rey Artajerjes. Recordemos también que Nehemías tenía
una gran responsabilidad ante el rey, servía de copero (debía probar comida y
bebida antes del rey como medida de seguridad).
El cambio de corazón es asunto de Dios (v.
4). Como ya se ha dicho, Nehemías se dio a la tarea de orar por cuatro meses. Cuando llegó el momento deseado y después que
el mismo Artajerjes pone las circunstancias favorables a Nehemías, le
dice: ¿Qué cosas pides? Algo que
debemos aprender de Nehemías es buscar a Dios
primero y eso es lo que hizo.
Cuando se entera de la situación en Jerusalén, no salió corriendo donde
el rey para exponerle el asunto y que le diese permiso para ausentarse un
tiempo y cambiar de empleo, de copero a constructor. Nadie puede cambiar el corazón de las personas
pero Dios sí lo puede hacer y lo hizo con Artajerjes. Después de escuchar al rey, Nehemías
responde, Si le place al rey….(v.
5). Con mucha claridad y respeto le
comparte al rey su plan y que este sea aprobado y respaldado por él. Clama a
mí y yo te responderé (Jer. 33:3).
Nehemías buen ejemplo en planificación (v.
6-9). Planificar es, la capacidad de fijar metas en nuestras
vidas (1 Cor. 9:26, yo de esta manera
corro, no como a la ventura….Ef. 5:16, aprovechando
bien el tiempo). Fe y orar, no es
sinónimo de falta de planificación. Como
se dijo al inicio con lo que expresan algunos, Yo vivo por fe y lo dejo todo en las manos de Dios. Suena muy espiritual pero debemos
entender que la vida es un esfuerzo y disciplina para lograr el éxito. Dios hará lo que le toca hacer, pero jamás
hará lo que nos toca a nosotros (Juan 11:39 Jesús ordena a los presentes, Quitad la roca, eso lo podían hacer ellos….¡Lázaro, ven fuera! Eso lo
podía hacer Jesús únicamente y lo hizo).
Somos mayordomos de nuestra vida y recursos. Nehemías al escuchar el ofrecimiento del rey,
¿Qué cosa pides? Responde con propiedad, claridad y
orden hace las siguientes peticiones sin
dudar:
1. Tiempo suficiente para ausentarse de sus
labores (v. 6, ¿Cuánto durará tu viaje, y
cuándo volverás?. Y agradó al rey
enviarme, después que yo le señale tiempo).
Dios hace honor a la planificación.
2. Pide autorización para llegar hasta Judá (v.
7, Si le place al rey, que se me den
cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el
paso hasta que llegue a Judá).
3. Pide recursos para la obra a realizar (v. 8, carta para Asaf, guarda del bosque del rey,
para que me dé madera….).
Dios honra la
planificación. Dos detalles interesantes
a agregar. Nehemías recibe lo
solicitado y honra al Señor, Y me lo
concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mi. Así también, el rey le asigna tropas para
su seguridad, sin solicitarlo (v. 9, Y el
rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a caballo). Dios siempre nos sorprende recibiendo más de
lo solicitado. ¡Gloria a Dios!
Sepamos esperar la oposición (v. 10,
19). Pero
oyéndolo Sanbalat horonita y Tobías….les disgustó en extremo que viniese alguno
para procurar el bien de los hijos de Israel….Pero cuando lo oyeron
Sanbalat….Tobía….y Gesem…hicieron escarnio (burlaron) de nosotros y nos
despreciaron…. Dos detalles a tener
presente en cuanto enfrentar la oposición.
Primero, experimentar la crítica
y oposición no significa estar fuera de la voluntad de Dios (Swindoll). Segundo, nadie está exento de la
crítica. Finalmente, Nehemías anima al pueblo a restaurar las
murallas y puertas de la ciudad (v. 17-20). Nehemías como un buen líder, se identifica
con las necesidades del pueblo y se involucra en la obra. Vosotros
veis el mal en que estamos, venid y
edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio (v.17). Quizá usted está pasando una situación
complicada. No se quedé ahí. Levántese y con la ayuda poderosa de nuestro
buen Dios empiece a restaurar los muros de su vida. Nehemías comparte un testimonio oportuno, ….les declaré cómo la mano de mi Dios había
sido buena sobre mí (v. 18). Eso sí
es algo a tener presente. Dios es y sigue siendo fiel. Recordemos,
fe y orar, no es sinónimo de falta de planificación. Como se dijo al inicio con lo que expresan
algunos, Yo vivo por fe y lo dejo todo en
las manos de Dios. Suena muy
espiritual pero debemos entender que la vida es un esfuerzo y disciplina para
lograr el éxito. Dios hará lo que le
toca hacer, pero jamás hará lo que nos toca a nosotros. Bendiciones.
¡Muy buen artículo! Gracias por compartirlo. Debemos seguir creyendo en la planificación y obrando alrededor de ella a fin de ser eficaces en la obra del señor, pues Dios mismo nos da el ejemplo al respecto. ¡Bendiciones!
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