lunes, 22 de junio de 2015

El rol de los padres en la educación y disciplina de los hijos (Proverbios 4:1-15).

El rol de los padres en la educación y disciplina de los hijos (Proverbios 4:1-15).
Víctimas inocentes, terror, explosiones, disparos, histeria colectiva, niveles de odio y crueldad imposibles de explicar.  No estamos hablando de alguna pelea callejera entre pandillas o de algún país en guerra.  No, estamos hablando de los tristes acontecimientos ocurridos en abril de 1999 en una escuela secundaria en Denver, Colorado (Estados Unidos).  Lugar convertido en una zona de guerra.
            Lo ocurrido en este colegio, podemos decir que es como una epidemia seguida con los mismos síntomas.  Parece que fuera como una serie de televisión cuyos protagonistas son los mismos actores.  Muchachos violentos y con fácil acceso a todo tipo de armas.  El asalto a este colegio en Colorado, se ha convertido en una de las mayores matanzas en este país.  Para los norteamericanos, la guerra estaba lejos de sus fronteras, sin embargo, de repente despiertan a la cruda realidad que ellos también tienen su propio conflicto interno. 
            Tirados en el comedor, la biblioteca, la policía encontró 13 cadáveres, un maestro y el resto todos estudiantes que dentro de menos de un mes terminaban sus clases.  Eric Harris de 18 años y Dylan Klebod de 17, parecían jóvenes tan incapaces de hacer algo así.  El centro escolar, además de convertirse en una galería de tiro, quedó convertido en un campo de minas.  Durante su preparado asalto, estos dos jóvenes atacantes utilizaron y esparcieron decenas de bombas caseras, cuya receta y planos lamentablemente se pueden encontrar en internet. 
            ¿Qué nos está sucediendo en esta sociedad tan violenta?  ¿Dónde está la falla?  La disciplina y educación de los hijos en el hogar, es una de las verdades más enfatizadas por la Biblia, sin embargo tristemente de las descuidadas por nosotros los padres de familia.  En forma irresponsable, hemos delegado este privilegio a la iglesia, la escuela, los abuelos, tíos, amigos y la televisión etc.  Por lo tanto, tratando de dar respuesta a estas dos inquietudes, la falla está en los padres porque hemos descuidado nuestra responsabilidad de atender a nuestros hijos. 
            Moisés en Deuteronomio 4:9 y 6:7-9 pide a los padres:  antes bien, las enseñaras a tus hijos, y a los hijos de tus hijos….y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa….y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.  La educación judía comenzaba en casa.  El hogar era el centro de la formación espiritual de los hijos no la sinagoga.    Así también en el libro de Proverbios encontramos que los hijos deben escuchar las instrucciones de papá y mamá (Prov. 1:8, 4:1-3, 6:20).  Los padres debemos instruir y dar dirección a los hijos y ellos deben escuchar y no despreciar o rechazarla.  Cuando los padres descuidamos esa tarea, más adelante sufrimos ese descuido.  La vara y la corrección dan sabiduría, mas el muchacho consentido avergonzará a su madre (Prov. 29:15).  Consentir es cuando permitimos a los hijos hacer cosas que no deben hacer, es mimar en exceso.  Cuando los padres descuidamos nuestra función de la disciplina con los principios bíblicos, estamos echando  a perder a nuestros hijos.   David fue un buen rey pero un mal padre.  No se ve disciplinando a ninguno de sus hijos.  En 1 Reyes 1:5-6 sobre su hijo Adonías dice:  Adonías, el hijo que David había tenido con Haguit, era un joven bien parecido….David nunca había corregido a Adonías ni le había preguntado por qué hacía esto o aquello (TLA).  Para evitar este terrible error de David, es importante y bueno poner límites a nuestros hijos y sepan hasta dónde pueden y deben llegar.  Hay dos elementos que como padres debemos tener presente.  Primero, no darles en exceso bienes materiales.  Muchos de nosotros, tratamos de compensar nuestra falta de responsabilidad dándoles en exceso.  Con ello provocamos que no tengan un espíritu de contentamiento (Fil. 4:6).   Segundo, no    compararlos con sus otros hermanos.  Dios es original y nuestros hijos también lo son. 

            ¿A qué edad debemos empezar la disciplina en nuestros hijos?  Uno de nuestros grandes conflictos es saber cuándo comenzar la disciplina en ellos.  Muchos expresamos, si está pequeño y no sabe lo que hace.  Proverbios 13:24 dice, El que detiene el castigo, a su hijo aborrece, mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.   ¿Temprano?, lógicamente el escritor sagrado no se refiere a temprano en cuanto hora del día, sino mas bien a edad del niño.  A veces duele castigarlos, pero es necesario para el bienestar de él o ella.  La falta de disciplina, corrección, guía o instrucción da como resultado hijos inseguros, consentidos y que pronto se convierte en unos pequeños tiranitos o jefes de la casa.  Vivimos en una época donde la autoridad es cuestionada, retada y desafiada por la actual generación.  Dos detalles para finalizar.  Primero, seamos buenos modelos para guiar a nuestros hijos.  Segundo, desarrollemos una disciplina equilibrada.  Usemos la disciplina para construir, edificar y no contrario, no destruirlos.  Que no se levanten nuevos Eric Harris o Dylan Klebod, muchachos que hicieron esa matanza en Colorado.  Así que a todos aquellos varones que tenemos el privilegio y responsabilidad de ser padres, ¡feliz día a cada uno de ustedes!   Un abrazo padres de familia. 

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