El rol de los padres en la educación y disciplina de los hijos
(Proverbios 4:1-15).
Víctimas inocentes, terror, explosiones, disparos, histeria
colectiva, niveles de odio y crueldad imposibles de explicar. No estamos hablando de alguna pelea callejera
entre pandillas o de algún país en guerra.
No, estamos hablando de los tristes acontecimientos ocurridos en abril
de 1999 en una escuela secundaria en Denver, Colorado (Estados Unidos). Lugar convertido en una zona de guerra.
Lo ocurrido en este
colegio, podemos decir que es como una epidemia seguida con los mismos
síntomas. Parece que fuera como una
serie de televisión cuyos protagonistas son los mismos actores. Muchachos violentos y con fácil acceso a todo
tipo de armas. El asalto a este colegio
en Colorado, se ha convertido en una de las mayores matanzas en este país. Para los norteamericanos, la guerra estaba
lejos de sus fronteras, sin embargo, de repente despiertan a la cruda realidad
que ellos también tienen su propio conflicto interno.
Tirados en el
comedor, la biblioteca, la policía encontró 13 cadáveres, un maestro y el resto
todos estudiantes que dentro de menos de un mes terminaban sus clases. Eric Harris de 18 años y Dylan Klebod de 17,
parecían jóvenes tan incapaces de hacer algo así. El centro escolar, además de convertirse en
una galería de tiro, quedó convertido en un campo de minas. Durante su preparado asalto, estos dos
jóvenes atacantes utilizaron y esparcieron decenas de bombas caseras, cuya
receta y planos lamentablemente se pueden encontrar en internet.
¿Qué nos está
sucediendo en esta sociedad tan violenta?
¿Dónde está la falla? La
disciplina y educación de los hijos en el hogar, es una de las verdades más
enfatizadas por la Biblia, sin embargo tristemente de las descuidadas por
nosotros los padres de familia. En forma
irresponsable, hemos delegado este privilegio a la iglesia, la escuela, los
abuelos, tíos, amigos y la televisión etc.
Por lo tanto, tratando de dar respuesta a estas dos inquietudes, la falla está en los padres porque hemos
descuidado nuestra responsabilidad de atender a nuestros hijos.
Moisés en
Deuteronomio 4:9 y 6:7-9 pide a los padres:
antes bien, las enseñaras a tus
hijos, y a los hijos de tus hijos….y las repetirás a tus hijos, y hablarás de
ellas estando en tu casa….y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus
puertas. La educación judía
comenzaba en casa. El hogar era el
centro de la formación espiritual de los hijos no la sinagoga. Así
también en el libro de Proverbios encontramos que los hijos deben escuchar las
instrucciones de papá y mamá (Prov. 1:8, 4:1-3, 6:20). Los padres debemos instruir y dar dirección a
los hijos y ellos deben escuchar y no despreciar o rechazarla. Cuando los padres descuidamos esa tarea, más
adelante sufrimos ese descuido. La vara y la corrección dan sabiduría, mas
el muchacho consentido avergonzará a su madre (Prov. 29:15). Consentir es cuando permitimos a los hijos
hacer cosas que no deben hacer, es mimar en exceso. Cuando los padres descuidamos nuestra función
de la disciplina con los principios bíblicos, estamos echando a perder a nuestros hijos. David fue un buen rey pero un mal
padre. No se ve disciplinando a ninguno
de sus hijos. En 1 Reyes 1:5-6 sobre su
hijo Adonías dice: Adonías, el hijo que David había tenido con Haguit, era un joven bien
parecido….David nunca había corregido a Adonías ni le había preguntado por qué
hacía esto o aquello (TLA). Para
evitar este terrible error de David, es importante y bueno poner límites a
nuestros hijos y sepan hasta dónde pueden y deben llegar. Hay dos elementos que como padres debemos
tener presente. Primero, no darles en
exceso bienes materiales. Muchos de
nosotros, tratamos de compensar nuestra falta de responsabilidad dándoles en
exceso. Con ello provocamos que no
tengan un espíritu de contentamiento (Fil. 4:6). Segundo, no compararlos con sus otros hermanos. Dios es original y nuestros hijos también lo
son.
¿A qué edad
debemos empezar la disciplina en nuestros hijos? Uno de nuestros grandes conflictos es saber
cuándo comenzar la disciplina en ellos.
Muchos expresamos, si está pequeño
y no sabe lo que hace. Proverbios
13:24 dice, El que detiene el castigo, a
su hijo aborrece, mas el que lo ama, desde temprano lo corrige. ¿Temprano?, lógicamente el escritor
sagrado no se refiere a temprano en cuanto hora del día, sino mas bien a edad
del niño. A veces duele castigarlos,
pero es necesario para el bienestar de él o ella. La falta de disciplina, corrección, guía o
instrucción da como resultado hijos inseguros, consentidos y que pronto se
convierte en unos pequeños tiranitos o jefes de la casa. Vivimos en una época donde la autoridad es
cuestionada, retada y desafiada por la actual generación. Dos detalles para finalizar. Primero, seamos buenos modelos para guiar a
nuestros hijos. Segundo, desarrollemos
una disciplina equilibrada. Usemos la
disciplina para construir, edificar y no contrario, no destruirlos. Que no se levanten nuevos Eric Harris o Dylan
Klebod, muchachos que hicieron esa matanza en Colorado. Así que a todos aquellos varones que tenemos
el privilegio y responsabilidad de ser padres, ¡feliz día a cada uno de
ustedes! Un abrazo padres de
familia.
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