La mayordomía de nuestra vida (Salmos 90:12-17).
En la vida todos deseamos ser exitosos. Sin embargo para ello, debemos trabajar duro
y con mucha disciplina. La problemática
es que sencillamente muchos queremos ser exitosos sin querer pagar el
precio. Pablo nos dice en 1 Cor. 9:25, Todo aquel que lucha, de todo se
abstiene. La TLA lo dice así: Los que
se preparan para competir en un deporte, dejan de hacer todo lo que pueda
perjudicarlos. Alguien escribió, no
se gana una medalla de oro en las Olimpiadas sin pasar semanas de entrenamiento
intenso. El cambio verdadero y
perdurable no ocurre en un momento. Es
un proceso que debe comenzar hoy!!!!
Nuestro deseo en el presente ensayo, es dejar en sus mentes y corazones
que la mayordomía, debe ser un estilo de vida permanente. Para ello, es importantísimo reconocer que
todo es de Dios. Nuestra responsabilidad
es ser fieles en cómo administramos lo recibido.
Administrando nuestro cuerpo (1 Cor.
6:19-20). Si hay algo que usted y yo
debemos tener presente es que vuestro
cuerpo en templo del Espíritu Santo. Esto
es una verdad maravillosa. Dios mismo
vive dentro de nosotros. Por ello, somos
llamados a una vida agradable al Señor.
No podemos ni debemos vivir nuestra vida de manera irresponsable. Pablo agrega, glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y vuestro espíritu…. ¡Una
vida de santidad! Hace algunos años escuchamos el siguiente slogan: mente
sana en cuerpo sano. Debido a que
nuestro cuerpo es templo del Dios viviente debemos tratar de mantenerlo lo más
sano posible mediante una dieta sana.
Comer bien. Descansar bien. Tratarlo bien. Dormir bien. Tener buenos pensamientos. Ocupar nuestra mente y cuerpo para buenas
cosas. La generación actual dependemos
más de las drogas en la historia de la humanidad. El niño de hoy tiene un mayor nivel de
ansiedad que el paciente siquiátrico promedio de la década de 1950. Diariamente consumimos unas 30 toneladas de
aspirinas, pastillas para dormir y tranquilizantes. En 1910 las personas dormían unas 9 horas por
noche. En la actualidad dormimos 7 y nos
sentimos orgullosos. Tenemos la mente y
el cuerpo cansados. No lo estamos
administrando bien.
Administrando nuestro dones espirituales (Mateo
25:14-30). El pasaje descrito, nos
enseña la responsabilidad que todos tenemos en administrar fielmente los dones
espirituales recibidos del Señor. En
esta parábola, Jesús describe una persona con muchos recursos que antes de
emprender un viaje, llama a tres de sus siervos. Es interesante que la distribución no se hace
de forma equitativa. No todos reciben lo
mismo. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno
conforme a su capacidad (v. 15). Humildemente debemos aceptar que no todos
tenemos las mismas capacidades. Lo que
sí podemos afirmar es que todos por lo menos tenemos un don espiritual. En 1 Pedro 4:10 encontramos un oportuno
consejo, Cada uno según el don que ha recibido,
minístrelo a los otros, como buenos administradores…..En pocas palabras,
pongamos a trabajar los dones recibidos y así engrandecer el Reino de
Dios. Hemos sido llamados a ser fieles y
responsables en lo recibido. En los
conceptos administrativos encontramos que debemos dar cuentas de lo
recibido. Todo ello debido a que
administramos recursos ajenos. Todo es
de Dios hemos dicho anteriormente. Y es el
caso de esta parábola. Después de mucho
tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos (v.
19). Fijémonos bien, arregló cuentas con ellos. antes de viajar, él dejó en manos de sus
siervos recursos con el objeto que los trabajasen. Después de algún tiempo regresa y les pide
cuentas. Los tres rinden cuentas. Los dos primeros presentan utilidades o
ganancias del 100% de los recibido. El
que recibió 5 ganó 5 y el que recibió 2 ganó otros 2 (v. 20, 22).
La recompensa que el señor de estos siervos da a ambos es similar, Bien, buen siervo y fiel, sobre poco has
sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu señor (v. 21,
23). Como vemos aunque lo recibido fue
diferente, ambos demostraron fidelidad en sus responsabilidades y
capacidades. Ambos reciben mismas
palabras de elogio, Bien, buen siervo y
fiel….Sin embargo la parábola describe que el último siervo que recibió 1
talento justificó su falta de ganancias acusando a su señor de muy exigente, que pide hasta lo
imposible. Por eso medio miedo….(v.
24-25, TLA). Pablo en 2 Cor. 5:10 nos
recuerda, Porque es necesario que todos nosotros
comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que
haya hecho……No olvidar, daremos cuenta tarde o temprano. No caigamos en justificarnos o buscar excusas como el último siervo.
Finalmente en la
mayordomía de nuestra vida, algo muy importante, administrando nuestras deudas. ¿Sabía
usted que la inseguridad financiera es hoy día la amenaza #1 de las
familias?. Es una de las grandes razones
del por qué de los divorcios hoy día. Algunas
de las razones de ello:
1. Mal uso de las tarjetas de crédito: Las familias de hoy somos esclavas del mal
uso de las tarjetas de crédito.
Proverbios 22:7 dice al respecto, El
rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que
presta. El promedio de endeudamiento
es de más de $10,000 por familia. Si
pagamos el mínimo por mes nos tomaría unos 15 años en pagar esa deuda.
2. Nos dejamos llevar por la agresividad
comercial. Hace unos años se
escuchaba: Vuele hoy, pague después (unos decían, escóndase después).
3. Las tarjetas de crédito nos permiten vivir artificialmente por sobre nuestros
medios reales.
4. Muchas veces somos compradores
impulsivos.
La Biblia nos
pide no caer en el afán de hacerse rico.
En 1 Timoteo 6:10 leemos, porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe….Los males se inician cuando nuestros pensamientos
giran en alrededor del dinero únicamente.
El dinero es algo inseguro, hoy se tiene mañana quizá no (Prov. 23:4-5, No te afanes por hacerte rico, sé prudente,
y desiste. ¿Has de poner tus ojos en las
riquezas, siendo ningunas? Porque se
harán alas, como alas de águila, y volarán al cielo. Lo mejor que podemos hacer es aprender a
tener un espíritu de
contentamiento. Entendemos que vivimos
en medio de una sociedad altamente consumista y tristemente hemos caído en
ello. No estamos satisfechos y siempre
queremos mas, mas y mas…..cuando no
administramos bien nuestros recursos y gastamos mas de nuestros ingresos el
resultado es un endeudamiento que no tenemos capacidad de pago y eso nos roba
el gozo, la paz, la tranquilidad, el bienestar, el sueño y muchas veces hasta
la salud. Un consejo oportuno, manejemos
nuestros recursos en base a un presupuesto real y ser disciplinados en no
excedernos en nuestros gastos. Que les
parece si tomamos el buen hábito del ahorro en vez de caer en el consumo
irracional. Dios nos pide a ser buenos
mayordomos de nuestra vida y así ser exitosos.
Dios nos pedirá cuentas, no lo olvidemos.
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