Josías el rey reformador (2 Crónicas 34.1-7).
El diccionario define una reforma como la modificación de algo con el fin de mejorarlo. Rehacer, enmendar o corregir. En la historia de los reyes de Israel
podemos encontrar unos buenos y otros malos.
Tristemente en su mayoría fueron malos.
Se desviaron de servir y adorar el Señor como el único y verdadero
Dios. La vida del rey Josías es cómo una
pequeña luz en una gran oscuridad. El
ambiente espiritual heredado no era el mejor.
Su contexto familiar fue de mala influencia. Veamos qué se dice de su abuelo y padre
respectivamente. Manasés fue su abuelo y
la Biblia lo describe así: De doce años era Manasés cuando comenzó a
reinar….hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las
naciones que Jehová había echado….Manasés, pues, hizo extraviarse a Judá y a
los moradores de Jerusalén, para hacer más mal que las naciones que Jehová
destruyó delante de los hijos de Israel (2 Crónicas 33:1-2, 9). Amón fue el padre de Josías y de él leemos, De veintidós años era Amón cuando comenzó a
reinar….E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su
padre, porque ofreció sacrificios y sirvió a todos los ídolos que su padre Manasés había hecho (2 Crónicas
33:21-22).
Como hemos
vistos, tanto el abuelo como el padre de Josías pudieron ser de muy mala
influencia para él. A modo de reflexión
para todo padre de hoy. ¿Qué tipo de
influencia espiritual somos para nuestros hijos? No siempre malos padres tiene
malos hijos o buenos padres tendrán buenos hijos. ¿Por qué?
No lo sabemos. Lo que sí podemos
afirmar, es que la paternidad es una inversión a largo plazo. Como padres, debemos estar conscientes es que
la crianza o disciplina correcta, siempre construye
patrones en los niños que continuará más allá de su infancia.
Josías tenía
apenas 8 años de edad cuando comenzó a reinar y se dice de él, Este hizo lo recto ante los ojos de Jehová,
y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha ni a la
izquierda (2 Crónicas 34:1-2). Hizo
lo recto es sinónimo de obediencia a Dios.
A los ocho años de su reinado, siendo
aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre y a los doce años
comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas, e imágenes
fundidas….y limpió a Judá y a Jerusalén (v. 3, 5). Josías demuestra una conversión, regeneración
y santificación profunda en su vida.
Pablo en 2 Corintios 7:1 nos dice,
Así que, amados, puesto que
tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Limpiémonos es una acción que cada uno de nosotros debe hacer. Esto lo haremos junto al verbo perfeccionando
que significa llevar a término o
completar. Ambas acciones se logran
obedeciendo al Señor por medio de una vida de santidad. Nuestro mejor modelo en vida de santidad es
Cristo. Debido a su vida espiritual
saludable, Josías siguió con su pueblo llevando a unas reformas religiosa
profundas.
Veamos a
continuación las reformas iniciadas por Josías.
Reconstruye el templo de Dios (v. 8, A los dieciocho años de su reinado, después de
haber limpiado la tierra, envió a …..para que reparasen la casa de Jehová su
Dios). Recordemos que tanto su
abuelo y padre dejaron de adorar a Jehová y el culto se había descuidado como
también el templo. Debido a ello, Josías
promueve el cuidado al templo y ordena su debida reparación. Es en esa acción que el libro de Dios es
encontrado. Yo he hallado el libro de la ley en la casa de Jehová (v. 15). Después de haber leído el libro, Josías y sus
cercanos colaboradores se dan cuenta del grado de desobediencia que habían
incurrido como también de las graves consecuencias, se dan a la tarea de buscar
del Señor no sin antes demostrar un genuino arrepentimiento. Por
cuanto oíste las palabras del libro, y tu corazón se conmovió, y te humillaste
delante de Dios al oír sus palabras sobre este lugar y sobre sus moradores, y
te humillaste delante de Dios al oír sus palabras sobre este lugar….y te
humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos y lloraste en mi presencia,
yo también te he oído, dice Jehová (2 Crónicas 34:26-27). Josías al tener respuesta espiritual correcta ante los ojos
del Señor, toma la siguiente decisión, hizo
delante de Jehová pacto de caminar en pos de Jehová y de guardar sus
mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo su corazón y con toda
su alma, poniendo por obra las palabras del pacto que estaban escritas en aquel
libro (v. 31). En pocas palabras, el
rey Josías hace un voto de compromiso en obedecer los principios que Dios
estableció en Su libro sagrado. Su
primera acción en sus reformas consistió
en destruir todo aquello que incitaba a la adoración idolátrica. Y
derribaron delante de él los altares de los baales, e hizo pedazos las imágenes
del sol….despedazó también las imágenes de Asera, las esculturas y estatuas
fundidas, y las desmenuzó….y limpió a Judá y a Jerusalén….Y cuando hubo
derribado los altares y las imágenes de Asera, y quebrado y desmenuzado las
esculturas, y destruido todos los ídolos por toda la tierra de Israel, volvió a
Jerusalén (2 Crónicas 34:4-7).
Debemos mencionar que según 2 Reyes 23:12, todos estos lugares de
idolatría fueron hechos por su abuelo el rey Manasés. A pesar del contexto familiar, Josías fue un
instrumento poderoso en las manos de Dios.
Llevó la luz espiritual a su pueblo que estaba viviendo en
oscuridad. Es menester agregar que
Josías tuvo personas piadosas que influyeron para bien. ¿Cómo estamos influyendo en la vida de
nuestros hijos?
Creemos que
tomando el ejemplo de las reformas de Josías, es importante que nosotros
hagamos lo mismo en nuestros propios hogares.
Salmos 127:1-2 nos dice, Si Jehová no edificare la casa, en vano
trabajan los que la edifican…..Por demás es que os levantéis de madrugada….La
ausencia de Dios en los hogares trae el fracaso. ¿Qué lugar ocupa Dios en nuestras
familias? La palabra vano significa, sin fruto, sin resultados. El salmista agrega, por demás será (de nada sirve….).
En el AT se describe con claridad a la familia como la responsable en la
educación espiritual y de la fe en los hogares.
Deuteronomio 6:2 dice, guardando
todos sus estatutos, y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo
de tu hijo….en el mismo libro 4:9 agrega, ….antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Como vemos hay responsabilidades generacionales en transmitir la fe. En el NT por razones de espacio, veamos dos
pasajes. La vida de Timoteo se describe
como alguien que recibió sus primeras enseñanzas bíblica de parte de Loida y
Eunice, abuela y madre respectivamente (2 Timoteo 1:5). La vida de Moisés es el mismo caso. Sus padres aunque lo tuvieron poco tiempo
impactaron su vida para siempre al grado que hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo
antes ser maltratado con el pueblo de Dios (Hebreos 11:24-25). Amram y Jocabed padres de Moisés como Loida y
Eunice, abuela y madre de Timoteo pasaron la antorcha de la fe a la siguiente
generación. ¿Estamos impactando a
nuestra generación y la siguiente con la fe en Cristo? Hoy la iglesia necesita hombres como
Josías. Sintamos pasión y
responsabilidad por transmitir y
contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos (Judas
1:3). Bendiciones a todos.
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