Confiando
en la provisión de Dios (Éxodo 16:1-15)
Dios
usó el desierto como una escuela de formación en la vida de Israel. Durante 40 años en el desierto Dios permitió
que el pueblo enfrentase diversas situaciones adversas. Deuteronomio 8:2 nos dice al respecto, Y te
acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos
cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que
había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Hoy, Dios usa las pruebas para hacer de
nosotros mejores creyentes (Stg. 1:2-4).
El maná fue la provisión y la respuesta milagrosa de Dios durante 40
años a las constantes quejas y murmuraciones del pueblo de Israel. Durante 40 años, Dios fielmente proveyó de
domingo a viernes comida suficiente para casi dos millones de personas y que
todas comiesen y quedasen satisfechos.
Tristemente la falta de fe y contentamiento es muy común en la vida del
creyente. Debido a ello, caemos
constantemente en el afán y preocupación.
Un reto para el 2016 es hacer de nuestras vidas un pueblo de fe, con un
espíritu de contentamiento y confiando en la provisión de fiel de nuestro
Dios. S aquémosle
provecho a lo descrito en el AT. Pablo
en 1 Cor. 10:6 nos dice, Mas estas cosas sucedieron como ejemplos
para nosotros….
Dios
nos provee a pesar de nuestra quejas y murmuraciones (v. 1-12). Murmuración es: conversación
en prejuicio de alguien que está ausente.
Dice el pasaje, Y toda la
congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el
desierto….Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto,
cuando nos sentábamos a las ollas de carne, pues nos habéis sacado a este
desierto para matar de hambre a toda esta multitud (v. 2-3). Si hay algo que Israel en aquel tiempo, y
hoy usted y yo debemos aprender es a tener un espíritu de contentamiento (Fil.
4:11-12). Podemos tener muchas riquezas
y aún así no estar contentos ni satisfechos.
Proverbios 10:22 agrega, La
bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella. A
pesar del reclamo pesimista y falto de fe, Dios les responde, He aquí yo os haré llover pan del cielo….y a
la mañana veréis la gloria de Jehová (v. 4, 7). Alimentar en el desierto casi 2 millones de
personas no era fácil ni sencillo. Dios
es el Dios de lo imposible. Dios tiene propósitos en permitir las
estrecheces en la vida. Dios podía
perfectamente llevar al pueblo de Israel directamente a la tierra
prometida. Así también, hoy día Él puede
proveernos de todo lo que queremos sin problema alguno. Sin embargo, el Señor permitió a Israel y a
nosotros ahora limitaciones o adversidades y así desarrollar músculos
espirituales (Stg. 1:2-4). Nuestras
raíces espirituales se hacen más profundas cuando los vientos son fuertes y
quieren derribarnos.
Dios cumple sus promesas (v.
13-15). De acuerdo a la palabra dada a
Moisés, Dios provee el maná. Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron
unos a otros: ¿Qué es esto? Porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer (v.
15). Debemos decir que pecamos porque le
creemos mas a Satanás en lugar de creer lo que Dios nos dice en Su
Palabra. Ese debe ser nuestro reto,
¡creerle a Dios y no dudar! Dios fue
fiel en su provisión diaria de domingo a viernes durante 40 años. Así
comieron los hijos de Israel maná cuarenta años….Y el maná cesó el día
siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra, y los hijos de
Israel nunca más tuvieron maná.
Instrucciones
de cómo recoger el maná. Además de la
provisión milagrosa del maná, Dios instruye al pueblo de cómo debían
recogerlo. Aquí vemos que hay una
demanda a la obediencia divina y seguir sus instrucciones. Y el
pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día….(v. 4). ¿Por qué recoger lo de un día solamente? Dios
está probando la fe y obediencia del pueblo.
Acerca del Padre nuestro leemos en Mateo 6:11, El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. La importancia de vivir nuestra vida
según las reglas divinas no las nuestras.
Aquí vemos un alto a no depender de la abundancia de bienes materiales o
el consumismo en la actualidad.
Proverbios 30:8 nos dice, No me
des pobreza ni riquezas, mantenme del pan necesario. Dios sigue interesado en suplir nuestras
necesidades. Recoged de él cada uno según lo que pudiese comer…..cada uno recogió
conforme a lo que había de comer (v. 16, 18). El pueblo debía administrar correctamente la
provisión divina (Prov. 13:23). Ninguno deje nada de ello para mañana (v.
19). Seguimos con la misma línea de
pensamiento. Sabia administración de los
bienes recibidos. El llamado de atención
era recoger lo que efectivamente se iba a comer y no mas para no echarse a
perder. El sexto día, debían recoger el
doble para descansar en el día de reposo (v. 22-24, 30). Contrario a los otros días, el alimento se
conservaría y así nadie debía salir a recoger el día de reposo.
La
obediencia a medias es pecado (v. 20, 27).
La obediencia a medias se describe en el pueblo de dos maneras. Primero, Mas
ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para el otro
día, y crió gusanos, y hedió… (v. 20).
Moisés había sido claro con las instrucciones, ninguno deje nada de ello mañana (v. 19). Su incredulidad fue castigada con el alimento
en mal estado. Segundo, Y aconteció que algunos del pueblo salieron
en el séptimo día a recoger, y no hallaron (v. 27). Moisés también ya se los había advertido, hoy es día de reposo para Jehová, hoy no
hallaréis en el campo (v. 25). ¿Qué
aprendemos de lo anterior? Sencillamente
la vida debe vivirse de acuerdo a las reglas divinas no las nuestras. Cuando no obedecemos y las cosas no salen
como esperamos y deseamos no le reclamemos a Dios. Es que no hemos sido obedientes. Sin duda alguna ese es nuestro reto para el
2016. Sigamos confiando en la provisión
de Dios. ¡Dios es fiel en cumplir lo
prometido!
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