Respuestas
bíblicas al afán y preocupaciones (Mateo 6:25-34).
Es
interesante que la expresión usada con mas frecuencia por Jesús es: No
temáis. En diversos pasajes en los
evangelios encontramos esta expresión en tan variadas circunstancias pero
con un común denominador, el auxilio
pronto de Jesús en nuestras diversos afanes y preocupaciones y él, siempre con
una palabra de ánimo y estimulo para nuestras vidas.
Tristemente, somos la generación del
stress. Dependemos de las medicinas,
tranquilizantes y antidepresivos mas que ninguna otra generación en la
historia. Preocuparse, es una palabra
compuesta de pre (antes) y
ocuparse. Por lo tanto, preocuparse es
ocuparse por anticipación de algo que nos hace pensar con afán. Durante la II Guerra Mundial, murieron en
combate unos 250,000 personas en combate y unos 2 millones por problemas del
corazón (preocupaciones y afanes). Hoy,
las camas de los hospitales están ocupadas muchas veces por personas que se han
enfermado por preocuparse mucho.
La Biblia, la Palabra de Dios nos da
una serie de respuestas a nuestros afanes y preocupaciones constantes. Veremos algunas de ellas. Primero, permitir
que la Palabra de fruto (Lucas 8:14, La
que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por
los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto). La parábola del sembrador describe los
diversos resultados que se dan cuando es sembrada la semilla en diversos tipos
de tierra. En este caso, se trata del
terreno descrito entre espinos. Este tipo de personas, son aquellas que
oyen la palabra, pero debido a los afanes de la vida, el afán por las riquezas
y los placeres de la vida. Debemos tener
presente que dar fruto toma tiempo.
Debido a que cuando hacemos a un lado la Palabra de Dios en nosotros y
damos prioridad a las riquezas y los placeres de la vida, los afanes y preocupaciones no permitirán que demos
fruto. Jesús en Mateo 6:33 nos dice, Mas buscad primeramente el reino de Dios y
su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Ese debe ser nuestro reto para el
2016. Buscando el Reino de Dios como
prioridad la palabra dará fruto en nosotros y podremos superar nuestros afanes
y preocupaciones.
Segundo, Dios es mas grande que todo (Salmos 46:1-2). Dios es
nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque….Amparo y
fortaleza es la provisión de nuestro buen Dios cuando los afanes y
preocupaciones de la vida nos inundan.
Amparo es sinónimo de protección, favorecer etc. Fortaleza, es una edificación militar
construida que sirve como defensa. No
hay nada mejor que disfrutar del amparo y fortaleza que viene del Dios
Todopoderoso y Creador de todo. No temeremos aunque….Dios es mas grande
que cualquier problema que enfrentemos.
El afán y preocupaciones nos hacen sentir inseguros y nuestras reacción
normal es: inseguridad, queja, temor….Por ello, el salmista al sentirse
protegido expresa: No temeremos aunque….Hagamos del amparo y fortaleza divina nuestro
mejor antídoto contra los afanes y preocupaciones de la vida.
Tercero, escogiendo la mejor parte (Lucas 10:38-42). Marta,
Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria, y María ha
escogida la buena parte, la cual no le será quitada. En la visita de cortesía de parte de
Jesús y su equipo ministerial al hogar de sus amigos, Marta, María y Lázaro se
presenta una situación donde Jesús debe llamarla la atención con amor,
paciencia pero firmeza. Tratando de
entender la responsabilidad que se tiene con la visita de 13 personas al mismo
tiempo. Marta se ve envuelta en una cantidad de labores propias de la casa.
Ella como anfitriona siente la responsabilidad de atender tan ilustres
visitas. Al verse afanada y turbada con
muchas cosas, pierde el control y en tono de reclamo le pide al Señor, ¿no
te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude (v. 40). ¿Por qué Marta tenía tanto trabajo ya con las
visitas en su hogar? Especulando en la
respuesta debido a que el pasaje mismo no lo dice, quizá la visita fue
sorpresiva, Jesús no anunció de antemano que les visitaría o quizá sí y no se
preparó con anticipación. O quizá la
visita de Jesús con sus discípulos no era para que ella se afanará con tantas
cosas. Sea cual fuese la situación,
Marta no encuentra en Jesús el apoyo solicitado. Aunque una correcta anfitriona, Marta debido
a su turbación y afán, su servicio sobrepasó su adoración en Cristo. Todo lo contrario, su hermana María es
honrada por sentarse a sus píes y escucharle.
El pasaje describe dos mujeres con dos decisiones. Marta se preocupaba con muchos quehaceres (v.
40), María, sentándose a los píes de
Jesús, oía su palabra (v. 39). Así
que un buen reto para el 2016, así como María, escojamos lo mejor, sentarnos a
escuchar a Jesús.
Cuarto, nuestro Padre celestial sabe nuestras necesidades (Mateo
6:32). Sin duda alguna esta maravillosa
verdad debe servirnos para que en nosotros podamos mantener bajo control todo
afán y preocupaciones que vienen a nuestra vida. Dios está y sigue bajo el control de
todo. Nuestros afanes no resuelven
nada. Por otro lado, nada toma por
sorpresa a Dios cuando vienen aquellas situaciones adversas que a nosotros
muchas veces sí nos toman por sorpresa pero a Dios nunca. Así que, no hay razón
alguna para afanarnos. La preocupación
es innecesaria y nos desgaste. Dios sabe nuestras necesidades eso debe
llenarnos de paz, consuelo y seguridad.
Así que, nuestro reto para el 2016 es depositar nuestros afanes y
preocupaciones en manos de nuestro Padre celestial recordando que él sabe nuestras necesidades. Bendiciones a todos y feliz 2016.
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