lunes, 28 de marzo de 2016

Enfrentando correctamente a nuestro enemigo espiritual Lucas 8:26-39

Pastor Rafael Mixco
Enfrentando correctamente a nuestro enemigo espiritual
Lucas 8:26-39
Introducción:
         Hace algún tiempo, salió la noticia  de un grave accidente de auto.  Mientras conducía, el hombre estaba rasurándose.  Algunos testigos que vieron el accidente, dicen que de súbito se puso la mano debajo del cuello y se dobló sobre el volante.  El coche se desvió y se fue a una zanja y el hombre se mató.   Se ordenó la autopsia.   Conforme empezaron a descubrir los detalles, un médico muy acucioso notó un pequeño pinchazo detrás de la oreja del hombre donde una avispa le había picado, paralizando temporalmente un área en particular del nervio y cegándole por el dolor.   Normalmente un hombre adulto, con fuerza normal, puede simplemente espantar a una pequeña avispa sin problema.  Pero cuando esa avispa le picó en ese sitio, produjo un choque fatal. 
         Los ataques de nuestro enemigo espiritual son constantes y no respetan a nadie.  Vivimos en un mundo lleno de atracciones como también de otro tipo de armas que muchas veces nos sorprenden con sus trampas o métodos que cuando caemos en ellas pueden iniciar un proceso que puede resultar en vidas destruidas.  Lo peor de todo es que ¡nadie es inmune!   No estamos para juzgar a nadie sino más bien que busquemos a la luz de la Escritura y seguir sus instrucciones para saber cómo enfrentarle y tener la victoria que todos necesitamos. 
Bosquejo
1.  Debemos reconocer quién y cómo es nuestro enemigo (Ef. 6:12).
         a.   ¿Quién es  nuestro enemigo espiritul?  (Ef. 6:11).   Algunos detalles sobre este oscuro personaje:
                  1.  Pablo lo describe como el diablo.  Significa acusador, calumniador.      Jesús le llama padre de mentira (Juan 8:44). 
                  2.  La Biblia habla con abundancia del diablo y sus demonios (Génesis 3:1, Apoc. 12:9,  Salmos 106:37, Marcos 1:23-27,  1 Timoteo 4:1, 2 Pedro 2:4).
                  3.  En los evangelios a los demonios se les llama espíritu maligno (Marcos 7:25-26, Lucas 8:2). 
                  4.   Todos los demonios son depravados y malos en su obra y persona.  Son perversos y radicalmente opuestos al carácter santo de Dios.
                  5.   Buscan esclavizar a las personas a lo oculto, espiritismo, hechicería, la inmoralidad y destruir a la persona a como de lugar (Jn 10:10).
         b.  ¿Cómo es nuestro enemigo?  (Ef. 6:12).    Veamos los detalles que revelan cómo es nuestro enemigo:
                  1.   No es enemigo de carne y hueso:  Porque no tenemos lucha contra sangre y carne…..Nuestra lucha no es contra seres humanos (NVI).  Lo más peligroso de nuestro enemigo es que no lo podemos ver.  Es espiritual.    Hoy como ayer, los ejércitos adversarios tratan de conocer a su enemigo (espías).   Conociendo a nuestro enemigo podemos vencerlo con más facilidad.
                  2.  Tenemos una lucha: se refiere al combate cuerpo a cuerpo haciendo acopio de todo lo que está a nuestro alcance. 
                  3.    Pablo describe un enemigo bien organizado:
                           principados:  orden elevada de demonios. 
                           Potestades:  autoridad.
                           Gobernadores:  dominadores del mundo:  bien pueden ser demonios infiltrados en la política del mundo.
                           Huestes espirituales de maldad:   es un ejército bien organizado que se haya disperso en todo el mundo.
         c.  Debemos ponernos toda la armadura de Dios (6:11, 13):  La armadura descrita es:  la verdad (v. 14ª), ser justos (v. 14b), llevar el evanglio de la paz (v. 15), la fe (v.16), seguridad de nuestra salvación (v. 17ª), buen uso de la palabra de Dios (v. 17b) y la oración (v. 18).  
         d.   Conocer las estrategias de nuestro enemigo (v. 11):   ….para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.  Asechanzas:  métodos:  uso de sagacidad, engaño.  Es cuando un animal salvaje que acecha y se lanza sobre su presa de forma inesperada y sorpresiva sobre su presa (1 Pedro 5:8).   El diablo conoce nuestros puntos débiles y ahí nos ataca.  Sabe la mejor hora para atacarnos (2 Samuel 11, caso de David). 

2.  Debemos conocer los efectos malos de nuestro enemigo (Lucas 8:26-30).
         a.   Jesús y su  guerra espiritual (Lucas 4:2):     Cuando vemos la vida de Jesús, notamos que también estuvo sujeto a la guerra espiritual.  Lucas 4:2 describe que su inicio de su ministerio fue sujeto a la tentación del diablo por 40 días y 40 noches.   Lucas 22:44 en Getsemaní hubo otra guerra y la final en la cruz del Calvario. 
         b.  Descripción del endemoniado gadareno (v. 27):  Lucas describe la obra de sufrimiento que Satanás y su demonios hacen a todo aquel que cae en sus manos:
                  1.   Desnudo:   los espíritus malos hacen perder al hombre su sentido de vergüenza y su conciencia misma.    Este hombre tenía destruida toda modestia, intimidad y respeto de sí mismo. 
                  2.   No vivía en su casa:  podemos decir que había perdido su familia (esposa e hijos, destruye familias).  Sin vida social.  Estaba separado de todo tipo de vida social.
                  3.  Vivía en un cementerio:   este hombre obligado a vivir entre los muertos.  Un cementerio no es un lugar apropiado para vivir.  Sin duda alguna lleno de opresión.  Esa es la labor de Satanás y sus demonios, oprimir a la humanidad.  Cristo por el contrario vino a darnos libertad de todo (Juan 8:31-32). 
                  4.  Tenía una fuerza anormal (v. 29): ….le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.    Se oponen a ser gobernados o estar sujetos a cualquier autoridad.  Son impulsados a vivir vidas salvajes y hacer lo les plazca.  Su vuelven violentos.  Su voluntad está bajo presión.  Este hombre estaba siendo dañado física, mental y espiritualmente (Marcos 5:3-5).
3.  Debemos reconocer la necesidad de Jesús en nuestras vidas (v. 35, 38-39).
         a.  La labor de Jesús (1 Juan 3:8):    Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.    Jesús vino y se introdujo al mismo reino de tinieblas del diablo.  Deshacer:  soltar, disolver, desatar de una cadena o de un lazo.  En sentido figurado es liberar.  Las obras del diablo encadenan Jesús nos libera (Col. 2:14-15).  Dos veces aparece la expresión:  para:  designa un propósito (1 Juan 3:5).  En la cruz del Calvario,   Jesús lo derrotó completamente.  En la cruz toda la obra de Satanás  fue destruida.  El diablo ya está vencido (Juan 16:33, Romanos 16:20).  Ya está condenado (Juan 16:11).  Está destinado a la perdición (Juan 12:31).  No tiene ninguna autoridad sobre aquellos que confían en Cristo (Romanos 8:1-2). 
         b.  Efectos  en la vida nueva con Jesús (v. 35, 38-39):     Favor consideremos lo siguiente:
                  1.  Después de haber tenido un encuentro con Jesús NO podemos seguir siendo los mismos (Fil. 3:4-8).  
                  2.     Este hombre  estaba cambiado completamente:  sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su juicio cabal (v. 27, 29). 
                  3.    Después de la experiencia con Jesús:  somos llamados a dar el mejor testimonio posible.   Especialmente con nuestra familia:  Vuélvete a tu casa,  y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo (v. 39).  
CONCLUSIONES:
         1.  Como hijos de Dios debemos interesarnos e saber quién es y cómo trabaja nuestro enemigo espiritual.   Conocer nuestro enemigo.
         2.    Debemos interesarnos en saber lo malo que es malo.
         3.    Sin duda alguna el deseo del diablo es destruirnos a como de lugar.
         4.  Todo hijo de Dios debe saber que contamos con la protección divina.
         5.  Como hijos de Dios, somos responsables de mostrar los frutos que somos Sus hijos de verdad.  Demos el mejor testimonio posible.


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