Principios
para una oración eficaz (Santiago 1:5-8).
El
Dr. Martyn Lloyd-Jones dijo: La oración
es la actividad humana suprema del alma.
El hombre llega a lo máximo cuando de rodillas se encuentra frente a
frente con Dios. Santiago, el autor de
este práctico libro, nos da una serie de principios de cómo acercarnos a Dios y
expresarle nuestras necesidades. Hay un proverbio popular que dice: Hasta
para pedir hay que tener gracia. Y
es que en la vida, encontramos personas con profundas necesidades pero no saben
cómo pedir. El mismo Santiago nos lo
dice capítulo 4:3, Pedís, y no recibís,
porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. Esto quiere decir, muchas veces podemos
pedir actuando no por buenos motivos y estos motivos, no honran a Dios así que
hasta para pedir debemos saber cómo hacerlo.
Bíblicamente podemos encontrar
muchas razones del por qué la oración es importante. Por espacio diremos tres
razones:
1.
La oración me conecta con Dios.
El Salmo 25:1 expresa: A ti, oh Jehová, levantaré mi alma. Mas que una obligación la oración es un
privilegio único que tenemos para conectarnos con Dios y hablar con él y que él
también hable con nosotros. Debemos
reconocer, que la iglesia no ha aprovechado debidamente esta valiosa
herramienta y disciplina espiritual. La
iglesia del libro de los Hechos es un excelente ejemplo de vida de oración
(Hechos 1:14, Todos éstos perseveraban
unánimes en oración y ruego….2:42, Y
perseveraban ….en partimiento del pan y en las oraciones….3:1, Pedro y Juan subían juntos al templo a la
hora novena, la de la oración….4:31,
Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló
etc).
2. Jesús mejor ejemplo vida de oración a seguir
(Marcos 1.35, Lucas 6:12-13). Sigamos
su ejemplo.
3.
La oración nos hace depender de Dios: cuando oramos reconocemos que
nosotros no podemos hacerle frente a la vida sin la ayuda divina. El profeta Isaías lo expresa así en 40:31: Pero
los que esperan a Jehová, tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las
águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán. En pocas palabras, la oración hará
diferencia en nuestra vida porque hemos aprendido a depender del Señor.
Debemos orar pidiendo con sabiduría
(v. 5), Y si alguno de vosotros tiene falta de
sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y
le será dada. ¿Qué es la
sabiduría? Es la aplicación de los
principios divinos al diario vivir.
Proverbios 1:7 dice, Todo el que
quiera ser sabio debe empezar por obedecer a Dios, pero la gente ignorante no
quiere ser corregida ni llega a ser sabia (TLA). La sabiduría bíblica se fundamenta en tener
una relación correcta con el Señor.
Santiago 3:17 describe en qué consiste la sabiduría de Dios: Pero la
sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, pacífica, amable, benigna,
llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Pura significa libre de
contaminación. Mateo 5:8 dice, Bienaventurados los pacificadores, porque
ellos serán llamados hijos de Dios.
Amable, justo, moderado, cortés y considerado. Es paciente.
Llena de buenos frutos o sea, debemos conocernos por personas que
demostramos buenos frutos en buenas obras (Ef. 2:10, Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas, Tito
2:14, quien se dio a si mismo por
nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí un pueblo
propio, celoso de buenas obras). Es
interesante el ofrecimiento que nuestro Dios nos hace.
Si hay falta de sabiduría, (siendo honestos, todos entramos en esa
categoría y ese sigue siendo el primer principio de dependencia de Dios). Pedir con sabiduría es un buen consejo que debemos
tener siempre presente y que sin duda alguna es para nuestro beneficio. Por otro lado, aparte del ofrecimiento que
tenemos, Dios como que nos da un cheque en blanco, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada (v.
5). Dios es generoso, da sin regatear ni
tampoco nos reprende no importando la frecuencia o cantidad de sabiduría que ya
hemos recibido de parte de Él.
En medio de la experiencia de pedir
y recibir, Santiago agrega una advertencia a tener presente, Pero pida con fe, no dudando…Pedir con
fe es saber depender completamente de Dios en su fidelidad y capacidad de
responde favorablemente a nuestra petición.
Hebreos 11:6 nos dice, Pero sin fe
es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Eso quiere decir, Dios premia a aquellos
que le buscan con fe. Por lo tanto,
Santiago nos aclara que la falta de fe, bloquea la respuesta de Dios. Así lo dice el escritor en el verso 7, no
piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. No esperemos recibir algo del Señor cuando no
hay fe. No piense…quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. Aquí encontramos una advertencia que debe
ser tenida muy en cuenta. Pedir sin fe
equivale a recibir: ¡nada! Pedir con fe equivale a recibir un galardón
según Hebreos 11:6. Así que decidamos
mejor pedir con fe, Dios honrará su palabra y ofrecimiento.
Finalmente, Santiago 4:8 agrega, El hombre de doble ánimo es inconstante en
todos sus caminos. Doble ánimo es
una persona que aparentemente tiene dos personalidades. Hoy se habla mucho del término bipolar (trastorno del estado de ánimo
caracterizado por la presencia de uno o mas episodios de estados de ánimo, se
refleja por estado de alegría y tristeza de una manera mas extrema que las
personas normales). Una persona de doble
ánimo, Santiago le llama inconstante. Es alguien indeciso, inseguro y no sabe
cuál camino tomar. Es una persona
vacilante, titubeante, fluctuante,
incierto etc. Es el tipo de personas con
falta de estabilidad y permanencia en algo. Tiene la facilidad de cambiar de
opinión con suma facilidad. Dios está en la búsqueda de personas constantes
especialmente en la fe. Romanos 12:12
dice, gozosos en la esperanza, sufridos en la
tribulación, constantes en la oración.
Así mismo 1 Cor. 15:58 agrega, Así
que, hermanos míos, amados estad firmes y constantes, creciendo en la obra del
Señor siempre….Tomar en consideración dos ayudas para ser constantes. Primero, usemos nuestras armas espirituales
(2 Cor. 10:3-6) y fijemos nuestra mente de pensamientos buenos (Fil.
4:8-9). Finalmente Proverbios 16:3 nos
recuerda, Encomienda a Jehová tus obras,
y tus pensamientos serán afirmados. Bendiciones
a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario