lunes, 7 de marzo de 2016

¿Qué hace Cristo cuando nos equivocamos? (Lucas 22:31-34).

¿Qué hace Cristo cuando nos equivocamos?  (Lucas 22:31-34).
Días atrás platicando con uno de nuestros hijos, me decía que es interesante que la Biblia, la Palabra de Dios describe las cualidades de los hombres que Él usó pero también no oculta sus fracasos.  El conocido pastor y escritor John MacActhur en relación a la crisis de fe cuando Pedro niega tres veces conocer a Cristo nos dice:  lo que más se enfatiza en las Escrituras a través de este relato no es el fracaso de Pedro, sino el perdón del Señor.  La razón del porqué se nos relata este episodio con tantos detalles en las Escrituras no es solo para recordarnos la fragilidad humana, sino más importante aún para reafirmarnos de la maravillosa seguridad que tenemos en Cristo.
            Tres de los evangelios describen la negación de Pedro.  Lo hizo con juramentos y maldiciendo afirmando que no lo conocía.  En medio de todo, nuestros fracasos temporales siempre son elementos perfectos en el plan de Jesús que él usará más adelante que usará para nuestro bien (Romanos 8:28).    El verdadero carácter de Pedro y el nuestro hoy día no se ve en la negación sino en su arrepentimiento.  Proverbios 24:16 dice, Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse.  Todos estamos expuestos a fallar o equivocarnos mas de alguna vez.  Pablo en 1 Cor. 10:12 dice,  Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.  La experiencia de Pedro nos enseña a no confiar demasiado en uno mismo como también, en medio de nuestras crisis nunca estaremos solos.  Cristo nos ha prometido estar con nosotros y nos levantará. 
            Lo primero que vemos que hace Cristo cuando nos equivocamos es que intercede por nosotros.  Lucas 22:32 nos dice, Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido zarandearos como a trigo, pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte….Si nos fijamos bien, la petición de zarandear era para todos los discípulos de Cristo.  Zarandear era el proceso de limpieza del trigo el cual era lanzado al viento.  Muchos nos preguntamos ¿por qué Jesús no evitó que Pedro fuese expuesto a esta experiencia?.    En medio de todo, Jesús lo permitió y se lo hizo saber a Pedro.  Las dificultades en la vida son medios que Dios usa para que usted y yo desarrollemos músculos espirituales.  Pero así también, Jesús le hace saber que yo he rogado por ti, que tu fe no falte.  Hoy Jesús está a la diestra del Padre intercediendo por nosotros.  1 Juan 2:1 nos dice que tenemos en Jesús nuestro abogado defensor.  No estamos solos, Jesús nos ayuda en nuestra defensa.
            Segundo, Cristo nos comprende.  No hay ningún reclamo del Señor para Pedro.  Imaginémonos que Jesús le hubiera reclamado así:  ¡Pedro, nunca esperaría eso de ti!  Pedro recibió gracia antes de caer.  Fue perdonado sin haber sido expuesto a negar a Jesús.    ¿Cómo debió reaccionar Pedro ante la advertencia de Jesús?  Debió escucharle y poner toda la atención a la seria advertencia.  Pedro por lo menos cometió tres graves errores (Mateo 26:31-35):
                        1.  Contradijo a Jesús.
                        2.  Menospreció a los demás (v. 33, Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca….).  En otras palabras Pedro le dice a Jesús,   Señor, no es posible que tú creas que yo….  
                        3.  Comparación con los demás (v. 33, aunque todos….).  Un grave error en la vida cristiana es compararnos con los demás y creernos mejores.  Nuestra medida de comparación es Cristo (Ef. 4:13,  hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. 
            Finalmente, Cristo tiene compasión de nosotros y nos restaura.   Yo he rogado por ti…el amor de Jesús por nosotros no tiene comparación alguno.  Horas antes que Pedro lo niegue conocer, Jesús ora por su vida.  Después de la negación, Jesús ve a Pedro y este se acordó de las palabras del Señor y saliendo afuera, lloró amargamente (Lucas 22:61).  Estamos seguros que la mirada del Señor fue de misericordia, amor, compasión y nunca de reclamo.  Es interesante darnos cuenta el por qué del fracaso de Pedro.  Por lo menos hay tres razones básicas:
                        1.  Orgullo espiritual (Mateo 26:33, 35, aunque todos….yo nunca…Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré).
                        2.  Poca oración (Mateo 26:40, ….¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora).  La mayoría de nuestros problemas están relacionados con una vida de oración pobre.
                        3.  Mucho dormir (Mateo 26:40,   …..y los halló durmiendo).

            A pesar de todo lo anterior, Jesús restaura a Pedro (Marcos 16:7, Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro).  Era necesario fortalecer el liderazgo de Pedro ante los discípulos.  Todos sabían de la negación de él.  Dijimos al inicio, la razón del por qué se nos relata este episodio no es solo para recordarnos la fragilidad humana, sino más importante aún para reafirmarnos de la maravillosa seguridad que tenemos en Cristo.  Hemos fallado, seamos humildes en reconocerlo y nuestro Dios nos recompensará con su maravilloso perdón y restauración.  Bendiciones a todos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario