¿Qué
hace Cristo cuando nos equivocamos?
(Lucas 22:31-34).
Días
atrás platicando con uno de nuestros hijos, me decía que es interesante que la
Biblia, la Palabra de Dios describe las cualidades de los hombres que Él usó
pero también no oculta sus fracasos. El
conocido pastor y escritor John MacActhur en relación a la crisis de fe cuando
Pedro niega tres veces conocer a Cristo nos dice: lo que
más se enfatiza en las Escrituras a través de este relato no es el fracaso de
Pedro, sino el perdón del Señor. La
razón del porqué se nos relata este episodio con tantos detalles en las
Escrituras no es solo para recordarnos la fragilidad humana, sino más
importante aún para reafirmarnos de la maravillosa seguridad que tenemos en
Cristo.
Tres
de los evangelios describen la negación de Pedro. Lo hizo con juramentos y maldiciendo
afirmando que no lo conocía. En medio de
todo, nuestros fracasos temporales siempre son elementos perfectos en el plan
de Jesús que él usará más adelante que usará para nuestro bien (Romanos
8:28). El verdadero carácter de Pedro
y el nuestro hoy día no se ve en la negación sino en su arrepentimiento. Proverbios 24:16 dice, Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse. Todos estamos expuestos a fallar o
equivocarnos mas de alguna vez. Pablo en
1 Cor. 10:12 dice, Así que, el que piensa estar firme, mire que
no caiga. La experiencia de Pedro
nos enseña a no confiar demasiado en uno mismo como también, en medio de
nuestras crisis nunca estaremos solos.
Cristo nos ha prometido estar con nosotros y nos levantará.
Lo primero que vemos que hace Cristo
cuando nos equivocamos es que intercede por nosotros. Lucas 22:32 nos dice, Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido zarandearos como a trigo,
pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte….Si nos fijamos bien, la
petición de zarandear era para todos los discípulos de Cristo. Zarandear era el proceso de limpieza del
trigo el cual era lanzado al viento.
Muchos nos preguntamos ¿por qué Jesús no evitó que Pedro fuese expuesto
a esta experiencia?. En medio de todo,
Jesús lo permitió y se lo hizo saber a Pedro.
Las dificultades en la vida son medios que Dios usa para que usted y yo
desarrollemos músculos espirituales. Pero
así también, Jesús le hace saber que yo
he rogado por ti, que tu fe no falte. Hoy
Jesús está a la diestra del Padre intercediendo por nosotros. 1 Juan 2:1 nos dice que tenemos en Jesús
nuestro abogado defensor. No estamos
solos, Jesús nos ayuda en nuestra defensa.
Segundo, Cristo nos comprende. No hay ningún reclamo del Señor para
Pedro. Imaginémonos que Jesús le hubiera
reclamado así: ¡Pedro, nunca esperaría eso de ti!
Pedro recibió gracia antes de caer.
Fue perdonado sin haber sido expuesto a negar a Jesús. ¿Cómo debió reaccionar Pedro ante la
advertencia de Jesús? Debió escucharle y
poner toda la atención a la seria advertencia.
Pedro por lo menos cometió tres graves errores (Mateo 26:31-35):
1. Contradijo a Jesús.
2. Menospreció a los demás (v. 33, Aunque todos se escandalicen de ti, yo
nunca….). En otras palabras Pedro le
dice a Jesús, Señor, no es posible que tú creas que yo….
3. Comparación con los demás (v. 33, aunque todos….). Un grave error en la vida cristiana es
compararnos con los demás y creernos mejores.
Nuestra medida de comparación es Cristo (Ef. 4:13, hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Finalmente, Cristo tiene compasión
de nosotros y nos restaura. Yo he rogado por ti…el amor de Jesús por
nosotros no tiene comparación alguno.
Horas antes que Pedro lo niegue conocer, Jesús ora por su vida. Después de la negación, Jesús ve a Pedro y
este se acordó de las palabras del Señor y saliendo afuera, lloró amargamente
(Lucas 22:61). Estamos seguros que la
mirada del Señor fue de misericordia, amor, compasión y nunca de reclamo. Es interesante darnos cuenta el por qué del
fracaso de Pedro. Por lo menos hay tres
razones básicas:
1. Orgullo espiritual (Mateo 26:33, 35, aunque todos….yo nunca…Aunque me sea
necesario morir contigo, no te negaré).
2. Poca oración (Mateo 26:40, ….¿Así que no habéis podido velar conmigo
una hora). La mayoría de nuestros
problemas están relacionados con una vida de oración pobre.
3. Mucho dormir (Mateo 26:40, …..y
los halló durmiendo).
A pesar de todo lo anterior, Jesús
restaura a Pedro (Marcos 16:7, Pero id,
decid a sus discípulos, y a Pedro).
Era necesario fortalecer el liderazgo de Pedro ante los discípulos. Todos sabían de la negación de él. Dijimos al inicio, la razón del por qué se nos relata este episodio no es solo para
recordarnos la fragilidad humana, sino más importante aún para reafirmarnos de
la maravillosa seguridad que tenemos en Cristo.
Hemos fallado, seamos humildes en reconocerlo y nuestro Dios nos
recompensará con su maravilloso perdón y restauración. Bendiciones a todos.
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