El Espíritu Santo y su ayuda en los conflictos
familiares (Efesios 5:18).
En un mundo lleno de conflictos, la familia de
hoy está siendo afectada por conflictos
especialmente en lo que respecta a relaciones interpersonales. Sin duda alguna, mantener buenas relaciones
interpersonales a nivel de familia no es nada sencillo ni fácil. Todos tenemos nuestra propia manera de ver
las cosas y agregado a ello, el pecado que hemos heredado es un factor negativo
que también afecta nuestras relaciones familiares. Debido a lo anterior y a muchas situaciones,
todos necesitamos la presencia y control del ES en cada una de nuestras vidas.
Es
interesante que Efesios 5:18, sirve de base para la descripción que el apóstol
Pablo hace en cuanto a las relaciones familiares. El contexto inmediato posterior de este
pasaje, nos relata cómo deben vivir los cónyuges (Efesios 5:21-33), así también
la relación entre hijos y padres (Efesios 6:1-4). Nos dice Pablo en cuanto a Efesios 5:18, No os embriaguéis con vino, en los cual hay
disolución, antes bien sed llenos del Espíritu. Esto es una orden, no es
ninguna opción. La traducción literal
sería, permitan estar siendo llenos del
Espíritu. Es una acción en la cual
debemos permitirle al ES que tome el control de nuestra vida total. Emociones, pensamientos, reacciones, nuestra
boca etc. No es cuánto tenemos del ES en
nosotros. Es mas bien, cuánto el ES
tiene control de nuestra vida. Debe ser
una decisión constante y diaria. Pablo
en Gálatas 5:16-17 nos dice, Andad en el
Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu,
y el del Espíritu es contra la carne, y éstos se oponen entre sí. Siempre en Gálatas 5:22-23, Pablo
describe el fruto del Espíritu. Ser llenos del Espíritu Santo debe ser un
estilo de vida llevada a la práctica por medios de buenas relaciones
interpersonales.
Una
buena descripción lo hace Pablo en Efesios 4:22-24. Primero, despojarse
del viejo hombre (v. 22). Despojarse
es renovar, enviar lejos, cortar, separar. ¿De qué cosas debemos despojarnos? Pablo mismo
nos responde: los deseos engañosos. Es
todo aquello que no glorifica al Señor. También agrega, y renovaos en el espíritu de vuestra mente (v. 23). Renovarse es creado de nuevo, vuelto a
ajustar, modificar. El pecado nos ha
afectado lo mismo nuestras relaciones familiares. La mente renovada del creyente, debe ocupar
un lugar central en nuestro desarrollo espiritual. Cada uno de nuestros pensamientos debe ser llevado
cautivo a la obediencia de Cristo. Pablo
en 2 Cor. 10:5 nos dice, refutando argumentos, y toda altivez que se
levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a
la obediencia a Cristo. Así también
se nos pide en Efesios 4:24, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios
en la justicia y santidad de la verdad. Vestirse
es colocarse un nuevo ropaje. Nuevo, es
enteramente nuevo creado por Dios. Hecho
por completo. Cuando somos llenos del
Espíritu Santo, no tendremos problemas en despojarnos del viejo hombre. Podremos renovarnos en nuestro espíritu y
mente y así mismo, nos vestiremos de un ropaje espiritual enteramente nuevo
creado por Dios mismo.
Deseamos
describir algunos frutos de ser llenos del Espíritu Santo mediante una vida
práctica por medio de nuestras relaciones familiares. Primero siendo personas veraces. Efesios 4:25 dice, Por lo cual desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su
prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. Tres detalles relevantes en este
versículo. Lo primero, desechar la
mentira, es echar fuera lo que es falso.
Lo segundo, hablad verdad, seamos personas veraces. No a las exageraciones, no a la calumnia, la
adulación, traicionar la confianza, no al chisme. Levítico 19:16 nos recuerda, No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu
prójimo. Yo Jehová. Lo tercero, somos miembros los unos de
los otros. Cuando somos veraces, nos beneficiamos en la vida conyugal, familiar
y en la iglesia misma. Cuando no lo
somos nos afectamos igualmente. Es un
llamado a la confianza mutua. Otra
manera de mostrar frutos del control del ES en la vida familiar es hablar
para edificar y dar gracia a nuestros
oyentes (Ef. 4:29, Ninguna palabra corrompida
salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a
fin de dar gracia a los oyentes).
Corrompida es algo que no vale nada.
Es un término empleado cuando las frutas, vegetales y otros alimentos se
descomponían. No al lenguaje sucio en
nuestra boca. Chistes con doble sentido
no debe haber en nuestra boca. Groserías
y vulgaridad tampoco lo practiquemos. Jesús
en Mateo 12:35-36 nos recuerda, El hombre
bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas, y el hombre malo, del mal
tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo
que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ellas daremos cuenta en
el día del juicio. Así que debemos
ser mas cuidadosos cómo y qué hablamos con nuestros labios. Debemos hacerlo para edificar y dar gracia a
nuestros oyentes. O sea, que nuestros
oyentes se deleiten cuando hablamos. Es decir lo correcto en el momento
correcto. Proverbios 25:11 dice, Manzana de oro con figuras de plata es la
palabra dicha como conviene. Por lo
tanto mostramos control del ES cuando nuestro hablar edifica a nuestros oyentes
y eso fortalece las relaciones familiares.
Pablo
en Efesios 4:32 agrega que debemos ser cónyuges con un buen ejemplo a seguir, Antes sed benignos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. La benignidad, la misericordia y el
perdonarnos unos a otros, es una muestra real y práctica del control del ES en
nuestra vida y relaciones familiares.
Una relación matrimonial sin un espíritu de perdón no prosperará. Proverbios 24:29 dice, Nunca pienses en la venganza, ¡abandona esa idea! (TLA). Debemos tener presente, en un mundo lleno de
conflictos, la familia misma está siendo afectada por conflictos en la familia
especialmente en lo que respecta a las relaciones interpersonales. Todos necesitamos la presencia y control del
ES. Recordemos, sed llenos del Espíritu (Ef. 5:18), eso hará la gran diferencia en
nuestras relaciones familiares y conyugales.
Bendiciones a todos.