Asumiendo nuestras responsabilidades como padres
(1 Samuel 2:12-25).
¡Feliz día del padre! Sin duda alguna, no deja de ser todo un reto
el ser padres en el contexto que vivimos hoy día. Las demandas son múltiples por lo cual, todo
aquel que decide serlo, debe estar consciente de la responsabilidad que
contrae.
En
un estudio realizado en una universidad en médicos graduandos, se encontró que
la falta de acercamiento con los padres era el común denominador en casos de
hipertensión, enfermedades coronarias cardíacas y hasta suicidios. Chicas adolescentes viviendo en familias sin
el padre son un 60% mas propensas a tener relaciones sexuales prematrimoniales,
que las que viven en hogares donde está papá y mamá. Investigaciones realizadas, recalcan la importancia
de la conexión del padre con el hijo.
Ser papá es en verdad un privilegio otorgado por el Señor. Una maravillosa oportunidad de volcar
nuestras vidas en aquellos que son una herencia de Dios para nosotros.
Una
manera de ser responsables como padres,
es asumiendo nuestra masculinidad. Hasta
1960, la mayoría de los hombres eran felices de serlo y actuaban como
hombres. Masculinidad es, las características físicas y psíquicas del
varón en oposición a lo femenino. Dentro
de la cultura judía, está la ceremonia del Bar
Mitzvah. Esta consiste cuando el
varón alcanza la pubertad (alrededor de los 13 años) y marca la salida de la
infancia y el inicio de la adultez. Bar
significa hijo y Mitzvah ley o mandamiento. Durante la ceremonia, el padre del muchacho
junto con otros hombres de confianza lo invitan a la adultez. Lo abrazan y le permiten leer en voz alta
pasajes del AT. Sus padres lo hacen
responsable de sus propios pecados. Se
le considera suficientemente maduro como para poseer propiedades y casarse en
el futuro cuando esté listo.
Hay
varios pasajes en el AT donde se define que cuando la persona alcanza los 20
años de edad, ha logrado su adultez. Éxodo 30:14 dice, Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a
Jehová. Para ir a la guerra el varón
debía ser de 20 años arriba, Números 1:3, De
veinte años arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, los
contaréis….Dios responsabilizó a los rebeldes en el desierto los de 20 años
en adelante. Números 14:29, En este desierto caerán vuestros cuerpos,
todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años
arriba, los cuales han murmurado contra mí.
El apóstol Pablo en 1 Corintios 13:11, nos dice, Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba
como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de
niño. Este versículo, debe ser un
fuerte llamado de atención especialmente cuando ya se es padre, dejar todo
aquello que es de niño y perder todo su atractivo y disfrutar la vida de un
adulto. Padres, no aferrarnos a la
infancia y no querer de salir de ella.
Una mujer necesita un hombre serio como esposo y no un adulto con
mentalidad de niño. En 1 Cor. 14:20
agrega, Hermanos, no seáis niños en el
modo de pensar, sino niños en la malicia, pero maduros en el modo de
pensar. Seamos inocentes como niños,
pero no pensemos como niños. Pensemos
como adultos.
Otra
segunda manera en asumir nuestras responsabilidad como padre es cuando protegemos nuestra familia. Responsabilidad es el cumplimiento de las obligaciones, o el cuidado de realizarlas. Se trata de una característica positiva de la
persona es muestra de madurez. Dios
mismo responsabiliza a Adán en el huerto del Edén cuidarlo. Génesis 2:15 nos dice, Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto del Edén para
que lo labrara y lo guardase. Aquí
vemos el trabajo como responsabilidad para el hombre como un bien para él antes
de la caída y sus graves consecuencias descritas en Génesis 3. La teología del
trabajo está ligada a nuestro Dios y lo vemos en la Creación. En Juan 5:17, Jesús afirma, Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo
trabajo. Dios nos ha colocado en el
mundo y nos comisionó para laborar física y mentalmente y así ejercer dominio o
señorío sobre todo lo creado. La cultura del trabajo es relevante para el
hombre adulto. El libro de Proverbios
con mucha frecuencia, condena la pereza y al perezoso. Proverbios 6:6 dice, Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio. Proverbios 21.25 agrega, El deseo del perezoso le mata, porque sus
manos no quieren trabajar, el perezoso quiere de todo, lo que no quiere es
trabajar, TLA. Debido a ello, somos
llamados a ser honestos en nuestros tratos.
Efesios 4:28 dice, El que hurtaba,
no hurte mas, sino trabaje haciendo con sus manos lo que es bueno, para que
tenga que compartir con el que padece necesidad. Un padre, debe ser guía de su familia. El varón por diseño divino ha sido llamado para
ser el líder en su hogar. ¿Cómo lo
estamos haciendo? Efe. 5:23 dice, …porque el marido es cabeza de la mujer…Ef.
6:4, Y vosotros padres….sino criadlos en
disciplina…Mucho cuidado cuando nos volvemos pasivos como esposo o
padre. Dejamos en la esposa toda la
carga del hogar y nosotros nos olvidamos de nuestro papel. Enfrentemos las
situaciones hogareñas con sabiduría, discernimiento y con la autoridad que Dios
nos ha dado. No al vacío relacional o
direccional. Por otro lado, tenemos la
responsabilidad de dejar el mejor testimonio posible a nuestra familia. Proverbios 20:7 dice, Camina en su integridad el justo, sus hijos son dichosos después de
él. Debemos ser guía espiritual en
el hogar. La iglesia inicia en
casa. Nuestra esposa e hijos son nuestra
primera iglesia, ¡no descuidarlos! El
sacerdote Elí tuvo graves consecuencias por descuidar y no disciplinar a tiempo
y correctamente a sus hijos y fue descalificado del ministerio (1 Samuel
3:10-14). Debemos ser un ejemplo en
servicio al Señor. Josué 24:15 dice, ….pero yo y mi casa serviremos a Jehová. Sin descuidar nuestro hogar, seamos
sabios con el manejo del tiempo y sirvamos a nuestro Dios como ejemplo a
nuestra familia. Ellos nos seguirán y
harán lo que ven en nosotros. Varones
que somos padres, tengamos en mente estas responsabilidades y cumplámoslas con
esmero. Dios les bendiga.
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