Mensaje a la iglesia de Sardis, Vivamos una vida
cristiana fiel, sin apariencias (Apocalipsis 3:1-6).
Era el año 539 Ac, con mucha pompa y derroche de
lujo, el rey Belsasar había organizado una gran fiesta para así demostrar a
todos sus súbditos todo su poderío (Daniel 5:1-2). Al calor de los tragos y de todo el vino
consumido, Belsasar dio la orden de traer los vasos sagrados sustraídos del
templo de Jerusalén por Nabucodonosor, su padre. De repente y en plena fiesta y para sorpresa
de todos, aparece en la pared una inscripción (v. 5). La reacción del rey como de todos los
presentes, fue un profundo temor (v. 6).
De cierto que todo el vino consumido como su efecto mismo, se disiparon
de inmediato. Sin perdida de tiempo el
rey grita y da la orden de hacer llamar a todos sus sabios y adivinos para que
descifren lo escrito por ese dedo (v.
7-9). El profeta Daniel es llamado
debido a que nadie pudo leer la escritura (v. 13). La descripción no pudo ser más trágica para
Belsasar y su reino. Pesado has sido en balanza y fuiste hallado
falto (v. 27). La Traducción
Lenguaje Actual lo dice así: Dios concedió a Su Majestad una oportunidad,
pero Su Majestad no la aprovechó.
El
peligro que la iglesia de Sardis enfrentaba no era doctrinal sino mas bien de
fidelidad, firme y genuino compromiso con Dios viviendo de apariencias. No he
hallado tus obras perfectas (v. 2), afirma Jesús el Señor de la
iglesia. Pero vayamos por orden. En el v. 1ª, Jesús nos dice, El
que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto. El
verbo tiene, significa control y
dirección. Nos habla de la Soberanía
de Dios en dirigir nuestras vidas. Un
llamado de atención a no vivir nuestra vida a antojo y capricho. Los siete espíritus de Dios, hace referencia
a la plenitud del Espíritu Santo en nuestras vidas. Es un llamado a un vivir lleno y completo de
la presencia del ES en nosotros. Romanos
8:5-6 nos recuerda, Porque los que son de
la carne piensan en las cosas de la carne, pero los que son del Espíritu, en
las cosas del Espíritu. Porque el
ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Es
obvio que nos decimos en tener vida y paz no muerte. Recordemos que Efesios 5:18 nos exhorta a
buscar y vivir diariamente llenos del Espíritu y eso sirva de base para mejores
relaciones familiares.
Veamos
los reclamos que Jesús hace a Sardis y quizá hasta nosotros también (v.
1b-2). Yo conozco tus obras, que tiene nombre de que vives, y estás
muerto. Jesús hace volver a la
realidad a la iglesia de Sardis, tienes
nombre de que vives, y estás muerto. La
responsabilidad pastoral como guía espiritual de la iglesia, es ser fiel a lo
que la Palabra de Dios enseña. No
siempre es cómodo, ni agradable ni simpático cuando debemos confrontar a
alguien porque no es fiel al llamado divino.
Sin embargo, nuestra fidelidad debe ser con Dios y Su llamado divino. La
iglesia de Sardis se vanagloriaba de tener recursos materiales abundantes, sin
embargo ante el Señor no vale nada. Un
llamado y exhortación a no vivir de apariencias (engañan). Apariencias son las
características de una persona de presentarse a la vista de los demás. 1 Samuel 16:7, el Señor exhorta fuertemente
al profeta Samuel cuando se deja llevar por las apariencias físicas al tratar
de escoger a los hermanos de David para reemplazar al rey Saúl. Según Samuel, los siguientes reyes debían ser
físicamente similares a Saúl. El Señor
le dice a Samuel, No mires a su parecer, ni a lo grande de su
estatura, porque yo lo desechó, porque Jehová no mira lo que mira el
hombre…..Jehová mira el corazón. Sardis
como iglesia no recibe ningún tipo de elogio.
Era únicamente una iglesia con reputación y progreso material. Mucho lujo pero interiormente un
cementerio. Es trágico estar en la casa
de Dios y ser hallado infiel.
El
Señor le hace ver a Sardis, sé vigilante
y afirma las cosas que están para morir (v. 2). Cristo le dice a Sardis, ¡despiértate
iglesia!. La exhortación de velad,
aparece mas de 16 veces en los evangelios.
Es un llamado de atención a mantenerse expectamente de lo que sucede en
el mundo y sobre todo, en la venida gloriosa del Señor. Afirma
las cosas que están por morir, es un llamado a esforzarse. Nuestro Dios no desea un servicio por rutina,
costumbre sino algo que viene del corazón.
Digamos no a la apatía, la frialdad espiritual, el desgano y la
indiferencia todo esto mina la vida espiritual.
No he hallado tus obras perfectas
delante de Dios (v. 2). Obras
perfectas es sinónimo de obediencia. Ese
es el criterio de Dios de cómo debemos servirle. Nuestra aprobación viene del Señor no del
hombre. Recordemos que al final daremos
cuenta de los dones y talentos recibidos. Estamos de acuerdo que el llamado
divino no es cómodo y tampoco es para cualquiera. Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a si mismo, tome su cruz cada día, y
sígame (Lucas 9:23). La cruz es
sinónimo de sacrificio, entrega hasta el punto de morir. Es un llamado al compromiso genuino. Una persona comprometida con una causa, no se
rinde fácilmente. Hay personas
talentosas pero sin compromiso alguno.
En
los v. 2-3, Jesús hace cinco fuertes exhortaciones a Sardis y hoy a nosotros también:
1. Sé vigilante (v. 2): es una orden de mantenerse despiertos y no
dormir el sueño espiritual. Mismo verbo
de Mateo 24:42, Velad, pues, porque no
sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Cuidado con nuestro enemigo común y la anestesia espiritual.
2. Afirma (v. 2): esfuérzate (Josué 1:9). Un llamado urgente a la acción. Iglesia de hoy, el Señor nos llama a dejar
nuestra comodidad y demos lo mejor.
3. Acuérdate (v. 3): de lo
que has recibido y oído, y guardado…Nuestro buen Dios nos ha llenado de sus
grandes bendiciones (Salmos 103:1-2). No
lo olvidemos.
4. Guárdalo (v. 3): ser vigilante permanente. Es mantener una actitud en guardia. No ceder.
5. Arrepiéntete (v. 3). Es cambiar de dirección. Demostremos un cambio de vida sin
apariencias. Pues si no velas…..
Finalmente
encontramos tres hermosas promesas:
1. Seremos vestidos con vestiduras blancas (v.
4): señal de pureza y santidad que Dios exige a Su pueblo (Apoc. 3:18,,, 4:4,
19:7-9, 14). En Sardis un pequeño grupo
de fieles que no han manchado sus
vestiduras blancas. Ellos habían
permanecido fieles y comprometidos con el Señor. Andarán
conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas.
2. Nuestro nombre estará firme
en el libro de la vida (v. 5). Sinónimo
de seguridad eterna (Juan 6:39, 10:27-29).
El contexto histórico de ese tiempo, indicaba que cuando alguien moría
era borrado su nombre del libro municipal.
No borraré….
3. Jesús confesará nuestro nombre delante del
Padre (v. 5). Confesar es
reconocer. No debemos avergonzarnos de
dar testimonio de nuestro Señor Jesucristo.
Hermanos
y hermanas, que nuestro Señor nos encuentre fieles y comprometidos en Su obra y
no alejarnos avergonzados. Bendiciones a
todos.
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