lunes, 13 de junio de 2016

Mensaje a la iglesia de Sardis, Vivamos una vida cristiana fiel, sin apariencias (Apocalipsis 3:1-6).

Mensaje a la iglesia de Sardis, Vivamos una vida cristiana fiel, sin apariencias (Apocalipsis 3:1-6).
Era el año 539 Ac, con mucha pompa y derroche de lujo, el rey Belsasar había organizado una gran fiesta para así demostrar a todos sus súbditos todo su poderío (Daniel 5:1-2).  Al calor de los tragos y de todo el vino consumido, Belsasar dio la orden de traer los vasos sagrados sustraídos del templo de Jerusalén por Nabucodonosor, su padre.  De repente y en plena fiesta y para sorpresa de todos, aparece en la pared una inscripción (v. 5).  La reacción del rey como de todos los presentes, fue un profundo temor (v. 6).  De cierto que todo el vino consumido como su efecto mismo, se disiparon de inmediato.  Sin perdida de tiempo el rey grita y da la orden de hacer llamar a todos sus sabios y adivinos para que descifren lo escrito  por ese dedo (v. 7-9).  El profeta Daniel es llamado debido a que nadie pudo leer la escritura (v. 13).  La descripción no pudo ser más trágica para Belsasar y su reino.  Pesado has sido en balanza y fuiste hallado falto (v. 27).  La Traducción Lenguaje Actual lo dice así:  Dios concedió a Su Majestad una oportunidad, pero Su Majestad no la aprovechó. 
            El peligro que la iglesia de Sardis enfrentaba no era doctrinal sino mas bien de fidelidad, firme y genuino compromiso con Dios viviendo de apariencias.  No he hallado tus obras perfectas (v. 2), afirma Jesús el Señor de la iglesia.  Pero vayamos por orden.  En el v. 1ª, Jesús  nos dice, El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto. El verbo tiene, significa control y dirección.  Nos habla de la Soberanía de Dios en dirigir nuestras vidas.  Un llamado de atención a no vivir nuestra vida a antojo y capricho.  Los siete espíritus de Dios, hace referencia a la plenitud del Espíritu Santo en nuestras vidas.  Es un llamado a un vivir lleno y completo de la presencia del ES en nosotros.  Romanos 8:5-6 nos recuerda, Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne, pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.  Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Es obvio que nos decimos en tener vida y paz no muerte.  Recordemos que Efesios 5:18 nos exhorta a buscar y vivir diariamente llenos del Espíritu y eso sirva de base para mejores relaciones familiares.
            Veamos los reclamos que Jesús hace a Sardis y quizá hasta nosotros también (v. 1b-2).  Yo conozco tus obras, que tiene nombre de que vives, y estás muerto.  Jesús hace volver a la realidad a la iglesia de Sardis, tienes nombre de que vives, y estás muerto.  La responsabilidad pastoral como guía espiritual de la iglesia, es ser fiel a lo que la Palabra de Dios enseña.  No siempre es cómodo, ni agradable ni simpático cuando debemos confrontar a alguien porque no es fiel al llamado divino.  Sin embargo, nuestra fidelidad debe ser con Dios y Su llamado divino. La iglesia de Sardis se vanagloriaba de tener recursos materiales abundantes, sin embargo ante el Señor no vale nada.  Un llamado y exhortación a no vivir de apariencias (engañan). Apariencias son las características de una persona de presentarse a la vista de los demás.  1 Samuel 16:7, el Señor exhorta fuertemente al profeta Samuel cuando se deja llevar por las apariencias físicas al tratar de escoger a los hermanos de David para reemplazar al rey Saúl.  Según Samuel, los siguientes reyes debían ser físicamente similares a Saúl.  El Señor le dice a Samuel,   No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desechó, porque Jehová no mira lo que mira el hombre…..Jehová mira el corazón.  Sardis como iglesia no recibe ningún tipo de elogio.  Era únicamente una iglesia con reputación y progreso material.  Mucho lujo pero interiormente un cementerio.  Es trágico estar en la casa de Dios y ser hallado infiel. 
            El Señor le hace ver a Sardis, sé vigilante y afirma las cosas que están para morir (v. 2).  Cristo le dice a Sardis, ¡despiértate iglesia!.  La exhortación de velad, aparece mas de 16 veces en los evangelios.  Es un llamado de atención a mantenerse expectamente de lo que sucede en el mundo y sobre todo, en la venida gloriosa del Señor.  Afirma las cosas que están por morir, es un llamado a esforzarse.  Nuestro Dios no desea un servicio por rutina, costumbre sino algo que viene del corazón.  Digamos no a la apatía, la frialdad espiritual, el desgano y la indiferencia todo esto mina la vida espiritual.  No he hallado tus obras perfectas delante de Dios (v. 2).  Obras perfectas es sinónimo de obediencia.  Ese es el criterio de Dios de cómo debemos servirle.  Nuestra aprobación viene del Señor no del hombre.  Recordemos que al final daremos cuenta de los dones y talentos recibidos. Estamos de acuerdo que el llamado divino no es cómodo y tampoco es para cualquiera.  Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a si mismo, tome su cruz cada día, y sígame (Lucas 9:23).  La cruz es sinónimo de sacrificio, entrega hasta el punto de morir.  Es un llamado al compromiso genuino.  Una persona comprometida con una causa, no se rinde fácilmente.  Hay personas talentosas pero sin compromiso alguno. 
            En los v. 2-3, Jesús hace cinco fuertes exhortaciones a Sardis y  hoy a nosotros también:
            1.  Sé vigilante (v. 2):  es una orden de mantenerse despiertos y no dormir el sueño espiritual.  Mismo verbo de Mateo 24:42, Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.  Cuidado con nuestro enemigo común y la anestesia espiritual.
            2.  Afirma (v. 2):  esfuérzate (Josué 1:9).  Un llamado urgente a la acción.  Iglesia de hoy, el Señor nos llama a dejar nuestra comodidad y demos lo mejor.
            3.  Acuérdate (v. 3):  de lo que has recibido y oído, y guardado…Nuestro buen Dios nos ha llenado de sus grandes bendiciones (Salmos 103:1-2).  No lo olvidemos.
            4.  Guárdalo (v. 3):  ser vigilante permanente.  Es mantener una actitud en guardia.  No ceder.
            5.  Arrepiéntete (v. 3).  Es cambiar de dirección.  Demostremos un cambio de vida sin apariencias.  Pues si no velas…..
            Finalmente encontramos tres hermosas promesas:
            1.  Seremos vestidos con vestiduras blancas (v. 4):  señal de pureza y santidad que Dios exige a Su pueblo (Apoc. 3:18,,, 4:4, 19:7-9, 14).  En Sardis un pequeño grupo de fieles que no han manchado sus vestiduras blancas.  Ellos habían permanecido fieles y comprometidos con el Señor.  Andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas.
            2.  Nuestro nombre estará firme en el libro de la vida (v. 5).  Sinónimo de seguridad eterna (Juan 6:39, 10:27-29).  El contexto histórico de ese tiempo, indicaba que cuando alguien moría era borrado su nombre del libro municipal.  No borraré….
            3.  Jesús confesará nuestro nombre delante del Padre (v. 5).  Confesar es reconocer.  No debemos avergonzarnos de dar testimonio de nuestro Señor Jesucristo. 

            Hermanos y hermanas, que nuestro Señor nos encuentre fieles y comprometidos en Su obra y no alejarnos avergonzados.  Bendiciones a todos.  

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