lunes, 11 de julio de 2016

La parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13)

La parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13)
Las parábolas fueron el método de enseñanza más común usado por nuestro Señor Jesucristo.  Parábola significa semejanza.  Es una figura literaria que sirve para ilustrar la narración de una historia o relato de algo que sucede con frecuencia en nuestro ambiente.   El propósito de la parábola es comunicar una verdad espiritual.  En Mateo 13:10-11 nos dice, Entonces los discípulos, le dijeron:  ¿Por qué les hablas por parábolas?.....Porque a vosotros os es dado a saber los misterios del reino de los cielos, mas a ellos no les es dado.  Por lo tanto, la habilidad de comprender la verdad espiritual de una parábola es un don dado por Dios.  Juan 16:13 os confirma el ministerio del ES respecto a la enseñanza:  Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad….
            La parábola de las diez vírgenes, tiene un significado escatológico o profético respecto a la venida de Jesús y a la responsabilidad de estar listo y preparados para ese evento glorioso.  La figura del esposo simboliza a Cristo como el esposo de la Iglesia.  Según Efesios 5:27, Pablo describe qué clase de esposa quiere encontrar:  A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha, ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.  El retraso del novio indica la demora de Su venida como también su repentina llegada.  Por otro lado, las diez vírgenes representan la iglesia que espera su venida.  Veamos algunas similitudes en las diez vírgenes:
            1.  Todas ellas tienen lámparas:  la aplicación que podemos ofrecer  aquí es que todos hemos recibido dones y talentos de acuerdo a nuestras capacidades (Mateo 25:15).
            2.  Ninguna de ellas sabe la hora de llegada del  novio.  Por ello la imperiosa necesidad de estar vigilante.
            3.  Todas se durmieron (v. 5):  Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. 
            4.  Todas ellas desean participar de la celebración de las bodas.  Esto es obvio.
            5.  Todas despiertan repentinamente (v. 7):  Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. 
            El v. 2 describe la diferencia entre ellas:  Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.  Prudencia es:  la capacidad de preveer algo para  evitar problemas.  Es sinónimo de sensatez, mesura, cautela o moderación.  La prudencia de cinco de ellas se demuestra porque tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas (v. 4).  La prudencia además se comprobó hasta la llegada del novio.  Ellas tenían suficiente aceite para alumbrar.  Por el contrario, la insensatez es:  falta de juicio y de reflexión antes de actuar.  Falta de sentido o de razón.  La insensatez de este otro grupo de vírgenes se demuestra, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite (v. 3).  Las consecuencias se dejan ver a la llegada del novio, Y las insensatas dijeron a las prudentes:  Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan (v. 8).  No fueron previsoras para lo que ellas mismas estaban expectantes, la venida del esposo.  Mateo 24:48, 50 dice, pero si aquel siervo malo dijere en su corazón:  Mi señor tarda en venir….vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe. 
            La prudencia es esencial para la venida del Esposo.  En Mateo 25:16-18, Jesús describe la parábola de los talentos que tiene mucha relación con la de las diez vírgenes.  Cuando los siervos reciben del amo los recursos la reacción de ellos fue:  Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos….Asimismo el que había recibido dos….Pero el que había recibido uno….¿Cuál debe ser nuestra actitud mientras Jesús viene?  La respuesta de los dos primeros siervos nos da la pauta.  Fidelidad en el servicio.  Ellos fueron fieles y diligentes (alguien que pone interés, esmero y eficacia en el cumplimiento de una labor).  Demuestran prudencia.  El amo delega en ellos recursos para que negocien con ellos.  Este amo no quería que su dinero estuviese ocioso.  Ellos cumplen fielmente lo encomendado por el amo.  Obtienen el 100% de utilidad.  Fueron diligentes y fueron recompensados.  Otra señal de ser prudentes es que debemos entender que somos parte interesada en hacer los preparativos preliminares antes de la venida de Jesús, el Esposo de la iglesia.  Vendrá el momento que no tendremos ya tiempo, será tarde.  Efesios 5:15-16 nos recuerda, Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios,  sino como sabios, aprovechando bien el tiempo.  Creemos que aquí radica el secreto del éxito en cuanto la administración del tiempo.  ¿Cómo lo estamos usando?  La prudencia se nota también, dándonos cuenta que el aceite no es transferible ni se puede prestar.  El v. 8 dice, Y las insensatas dijeron a las prudentes:  Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan.  Veamos, por un lado la salvación es de carácter personal como también,  Dios nos pedirá cuentas de lo que hicimos no lo que hizo otra persona.  El rendir cuentas a Dios tarde o temprano, es una verdad olvidada y descuidada.  Mateo 25:19 dice,   Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos.  Rendir cuentas es una verdad enfatizada en la Biblia y como hijos de Dios debemos estar listos.  Así que, la falta de aceite es señal de imprudencia, falta de responsabilidad, falta de previsión y de planificación con graves consecuencias.

            Desde luego que hay consecuencias a sufrir por la falta de prudencia.  Gálatas 6:7 dice, No os engañéis, Dios nos puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, esto también segará.  Una de las consecuencias es no disfrutar de la fiesta (v. 11-12, ¡Señor, señor, ábrenos!  Mas él respondiendo, dijo:  De cierto os digo, que no os conozco. Para el creyente puede simbolizar pérdida de galardones en cierta manera.  Pero para el no creyente, es pérdida de la salvación ofrecida en su tiempo.  Hay un rechazo divino, v. 12, No os conozco.  Isaías 55:6 nos recuerda, Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.  Lo anterior nos indica que habrá un momento que  ya no se podrá buscar ni tampoco hallar al Señor. Pablo en 2 Corintios 6:2 agrega, ….He aquí ahora el tiempo aceptable, he aquí el día de salvación.  Otra grave consecuencia de nuestra falta de prudencia es que tal como las vírgenes insensatas, seremos sorprendidos por la venida del Señor Jesús.  Y a la medianoche se oyó un clamor ¡Aquí vine el esposo, salid a recibirle!  (v. 6).  La parábola termina con una reflexión y advertencia clara, sencilla y directa:  Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir (v. 13).  ¿Cómo nos identificamos, prudentes o insensatos?  Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando, de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a serviles (Lucas 12:37).  Bendiciones a todos.   

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