Mensaje de Jesús a la iglesia de Laodicea, Digamos no al orgullo y tibieza espiritual (Apoc. 3:14-22).
El mensaje que Jesús da a la iglesia de Laodicea,
podemos afirmar sin duda alguna, que
tiene una pertinencia (oportuno, adecuado, relevante) para el momento histórico que la iglesia de
Cristo está viviendo en la actualidad.
Nuestra sociedad se distingue por buscar afanosamente la prosperidad,
tranquilidad como también el consumo desmedido de cosas que muchas veces no
necesitamos y lo peor aún con dinero que no tenemos. Tristemente la iglesia de
Cristo también se ha visto afectada por ello.
Hemos caído en un orgullo espiritual consumado a ello, la tibieza
espiritual ha mermado el vivir la vida cristiana según los principios bíblicos
y el molde del mundo nos ha inundado.
Leyendo
un libro, el autor nos hace reflexionar sobre:
Si la religión es tan importante
en nuestras vidas, ¿Por qué no ha hecho un impacto mayor en nuestra
sociedad?. El autor agrega elementos
que me han hecho pensar sobre la vida del cristiano de hoy. Nos explica sobre lo que es el cristianismo
cultural el cual nos ha inundado, es la
búsqueda del Dios que queremos en lugar del Dios que es. Es sentir la necesidad de Dios pero según
nuestras propias condiciones. Es querer
el Dios que tenemos subrayado en nuestras Biblias sin el resto de lo que es
él. Es un Dios relativo (algo
incompleto o que depende de cierta comparación, no es total ni absoluto) en lugar de un Dios absoluto. Es un tipo de cristianismo que tiene poco o
ningún impacto sobre los valores y creencias de nuestra sociedad. Pretende que Dios nos asegure tranquilidad y
prosperidad como demostración de su amor.
Dios es amor, pero no santo (Patrick Morley, El
hombre frente al espejo, p. 63-64)
Orgullo es el exceso de estimación
hacia uno mismo y hacia los méritos por los cuales la persona se cree superior
a los demás. El apóstol Pedro en su
primera carta 5:5 describe cómo Dios ve a la persona orgullosa, Dios resiste a los soberbios, y da gracia a
los humildes. Por otro lado,
tibieza, cualidad de tibio. Significa que
la temperatura de un cuerpo está en término medio, entre lo caliente y
frío. La ciudad de Laodicea, fue
importante por su industria textil, tenían bancos y se hizo famosa por su
medicina contra las enfermedades de los ojos. Se adoraba a Esculapio, dios de
la salud o la medicina. Su imagen se
representaba por una serpiente alrededor de una vara. A pesar de ser una ciudad muy rica, el agua
consumida era de muy mala calidad. Esta provenía de aguas termales enfriadas en
el trayecto y era consumida casa tibia.
Jesús de forma excepcional hace acopio de estos elementos mencionados y
los aplica brillantemente en la baja calidad de vida espiritual de la iglesia.
En
el v. 15 Jesús hace una afirmación, Yo
conozco tus obras….esto, debe ser un motivo de hacer una reflexión sobre
nuestra calidad de vida y servicio al Señor.
¡Nada escapa al ojo divino, nada!
Jesús afirma, ni eres frío ni
caliente….Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi
boca. La tibieza es símbolo de
indiferencia, apatía sin compromiso alguno.
Sin eficacia. Pereza,
negligencia. Hay un rechazo y fuerte
disgusto de Cristo con esta iglesia. Tristemente como iglesia hemos caído en una
vida de comodidad donde no queremos caminar la segunda milla. Tenemos mucho conformismo y no deseamos
involucrarnos en la obra de Cristo. En
pocas palabras, así como la iglesia de Laodicea, también hoy hemos caído en la
tibieza espiritual.
No
seamos insensibles a nuestra condición espiritual (v. 17). Porque
tú dices: Yo soy rico, y me he
enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad, y no sabes que tú eres un
desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Jesús hace una radiografía de la
condición de la iglesia de Laodicea. Es
una iglesia con una exaltación centralizada en sí mismo, yo soy rico….me he enriquecido se creía capaz y no necesitaba de la
ayuda de Dios…de ninguna cosa tengo
necesidad Laodicea llegó a depender
de sí misma al grado que no creyeron no necesitar de Dios. Como iglesia, debemos tener siempre presente
que somos un cuerpo que nos necesitamos.
Somos interdependientes y no independientes. Pablo en 1 Cor. 12:25 dice, Para que no haya desavenencia en el cuerpo,
sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. Jesús hace despertar a Laodicea a la
realidad. Y no sabes que tú eres….Esta iglesia había caído en la falta de
sensibilidad alejándose de la verdad y
realidad. No sabían lo que realmente
eran. Vivían engañados. Llenos de
orgullo, vanidad, llenos de bienes materiales olvidando quienes eran y quién
era Cristo en sus vidas. El Señor consideraba
esta iglesia:
1. Desventurado:
situación o suceso que produce gran dolor y sufrimiento. Suerte desfavorable.
2. Miserable:
alguien que vive en pobreza extrema.
Una persona desgraciada e infeliz.
3. Pobre:
contrasta con la alusión a la riqueza material que disfrutaban los
bancos de la ciudad. El término usado es
menesteroso (mucho mas que pobre). Es alguien que pide en las calles.
4. Ciego:
alguien incapaz de ver. Contrasta
con los medicamentos oftalmológicos que se fabricaban en la ciudad. Así estaba el estado espiritual de la
iglesia. Sin embargo Laodicea se creía
tener una buena vista espiritual.
5. Desnudo:
Laodicea estaba sin ropaje espiritual.
En resumen. Esta iglesia era digna de lastima, estaban en bancarrota
espiritual como un mendigo. No tenían
capacidad de ver por sí mismos y sin ningún tipo de vestimenta espiritual.
Laodicea
y la iglesia de hoy, debemos aceptar nuestra total dependencia de Jesús (v.
18-22). Por tanto….(v. 18). A partir
de esta expresión, Laodicea y nosotros debemos ser buenos oyentes y obedecer lo
que el Seños nos dice:
1. Compres de mí oro refinado: La verdadera riqueza se encuentra en Cristo
no en los bienes materiales. Jesús nos
recuerda en Lucas 12:15, Mirad, y
guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre NO consiste en la
abundancia de los bienes que posee.
2. Vestirse con vestiduras blancas: se refiere a la justicia imputada que se
logra confiando en el sacrificio de Cristo a favor nuestro (Is. 55:1, Ef.
2:8-9).
3. Ungir los ojos con colirio espiritual: la ciudad se vanagloriaba de fabricar colirio
para los ojos. Sea la presencia soberana
de ES en nuestra vida para ver lo que debemos ver.
4. Yo reprendo y castigo a todos los que
amo: la disciplina divina como muestra
del amor de Dios en nosotros sus hijos (Hebreos 12:6).
5. Seamos celosos, fervorosos y constantes.
6. Arrepiéntete: cambio de actitud y dirección.
En
el v. 20, Jesús invita: Yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye
mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
Para responder afirmativamente a esta invitación, debemos echar
fuera todo orgullo espiritual y tibieza.
Jesús nos tiene recompensas (v. 21, Al que venciere, le daré que se siente
conmigo en mi trono….). Jesús nos
tiene un lugar de dignidad permanente y seguro. No seamos parte del cristianismo
cultural andando en la búsqueda de un Dios que queremos y no del que describe
la Biblia. Dios les bendiga.
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