Principios bíblicos para
restablecer relaciones dañadas (Mateo 18:15-22).
Todos debemos estar conscientes,
que mantener relaciones interpersonales saludables es todo un reto. Las relaciones interpersonales son muy
frágiles y debemos ser muy cuidadosos y sabios en mantenerlas lo mejor
posible. Desde los mismos inicios de la
humanidad, vemos relaciones interpersonales rotas. Solamente en el libro de Génesis encontramos:
1. Caín mata a su propio hermano Abel (Gn. 4).
2. Los pastores de Abran y Lot se pelean (Gn.
13).
3. Esaú intenta matar a su hermano Jacob al
perder su primogenitura (Gn. 27:41).
4. Debido a la preferencia de Jacob su hijo
José, el resto de sus hermanos lo aborrecen al grado de intentar matarle (Gn.
37).
5.
En el libro de los Hechos 16:39, Pablo y Bernabé tienen una grave discusión y
se separan por motivos ministeriales. Santiago 3:2 nos recuerda, Porque todos ofendemos muchas veces. Cuando no manejamos bien las ofensas el
fruto en nosotros puede ser la amargura y ella es sumamente peligrosa (Hebreos
12:15).
El
primer principio a compartir es, tener la
voluntad de buscar la reconciliación. La
reconciliación es restablecer una relación a su normalidad. Es buscar acuerdos. Mateo 18:19 nos dice, Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo….. Es
interesante el término usado por Jesús en este versículo. Acuerdo viene de un término que significa sinfonía.
Sinfonía es el conjunto de instrumentos musicales y o voces que
suenan simultáneamente y de manera
acorde. Viene de la raíz corazón.
Y es que cuando perseguimos un acuerdo, este debe venir del mismo
corazón de las personas. La actitud es
importantísima al intentar buscar la reconciliación en una relación
dañada. Es el cómo enfrentar esa
diferencia con la otra persona.
Proverbios 16:23 nos recomienda, El
corazón del sabio hace prudente su boca y añade gracia a sus labios. Como hemos dicho en otras oportunidades,
el buen uso de la lengua ayuda muchísimo en buscar la reconciliación a una
relación dañada. Agregamos otra
recomendación oportuna. Proverbios 25:9
nos dice, Trata tu causa con tu compañero
y no descubras el secreto a otro. Antes
de buscar la reconciliación, favor mantener la discreción en el asunto pendiente a resolver. No olvidar, un acuerdo trae beneficios así
que a intentarlo.
Segundo,
cuando perdonamos siempre ganamos. El acto de perdonar es la acción de
liberar a alguien de una obligación para con usted debido a una acción que
resultamos perjudicados. Beneficios del
perdón: es saludable y liberador. Es cristianismo en su mas alto nivel. Frustra el orgullo ya que éste, es la
principal razón para no perdonar y alimentamos nuestro ego. Cuando perdonamos mostramos misericordia y
afirmamos el amor de Dios que ya hemos recibido. Simplemente damos lo que hemos recibido. Colosenses 3:13 dice, soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno
tuviere queja contra otro. De la manera
que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. El perdón es muestra de obediencia. Pablo nos lo dice en este versículo. De la manera en que hemos sido perdonados,
así debemos hacerlo también. Todos
deberíamos estar conscientes de los efectos de la falta de perdón. Hebreos 12:15 dice, Mirad bien, no sea que alguno
deje de alcanzar la gracia de Dios, que brotando alguna raíz de amargura os
estorbe, y por ella muchos sean contaminados.
Sencillamente cuando dejo de perdonar, mi amargura me imposibilita a
perdonar, nos priva de paz, gozo….la amargura estorba. La amargura siempre es destructiva no importa
lo que nos hayan hecho. La amargura
contamina y afecta las relaciones con los demás. La vida del rey Saúl es un
buen ejemplo de ello. Vivió con amargura
y celos contra David (sin razón alguna) y no disfrutó de su reinado. 1 Samuel 18:8 dice, Y desde aquel día no miró con buenos ojos a David. Así trabaja la amargura. Provocó una desconfianza contra David
injustificadamente. Imaginémonos que
gran equipo hubiesen sido Saúl y David.
Finalmente,
el cómo restaurar. En Gálatas 6:1 Pablo nos da una serie de
recomendaciones sobre este delicado tema:
1. Restaurar es:
corregir, reparar, remendar. Es
un término de uso médico. Se usaba
cuando se reparaban huesos. Es enderezar
algo torcido. Es aplicar la sanidad de
Dios al alma herida.
2. Mansedumbre:
es humildad. No significa que
vamos ignorar la falta o daño que hemos recibido (quizá tomará tiempo) pero es
nuestra responsabilidad hacerlo, no es opcional.
3. Considerándote: ojo, es el cuidado que nosotros mismos
debemos tener en no caer en el mismo error.
¡Nadie está vacunado en no pecar!
Así
que, seamos responsables en promover la reconciliación. Busquemos el tiempo y lugar apropiados (trate
no involucrar otros). Usemos un lenguaje
apropiados. No usar amenazas, ofensas o
llegar enojados. Recordemos estamos
buscando la reconciliación. Dejemos el
pasado y sigamos adelante. Permitamos
que sea Dios quien juzgue nuestra causa (Romanos 12:19-21). Bendiciones a todos.
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