Cuando los bienes materiales
tienen vencimiento (Lucas 12:15-21)
La vida se vive en base a
decisiones. Y déjenos decirle, que somos responsables de esas decisiones
tomadas. Gálatas 6:7 nos recuerda, …Dios
no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, eso también
segará. La parábola del rico
insensato, describe un hombre muy laborioso que al final de sus días decide
tomar decisiones. Sin embargo en esas
decisiones, no consideró a Dios. Debido
a ello, esas decisiones le afectaron en la eternidad. Dios, por medio de Su palabra, nos ha dejado
instrucciones precisas de cómo debemos vivir nuestra vida, así mismo, nos guía
a tomar en cuenta a Dios en nuestras decisiones y tener los beneficios eternos
que Cristo vino ofrecer.
En
el versículo 15 Jesús nos advierte, Mirad,
y guardaos de toda avaricia….La avaricia es sencillamente el afán de poseer
muchas riquezas por el solo placer de atesorarlas sin compartir con nadie. La
avaricia es contraria a la moderación.
El avariento siempre quiere mas, mas y mas nunca está conforme con lo
que tiene. Guardarse, significa cuidarse
uno mismo de algún enemigo. No
permitamos que la avaricia gobierne nuestra vida. Jesús en la segunda parte del versículo 15
agrega, porque la vida del hombre no
consiste en la abundancia de los bienes que posee. En medio de nuestra sociedad consumista
por excelencia, la filosofía de vida es tener la última novedad del mercado no
importando su precio ni tampoco si en verdad lo necesitamos. El nivel de vida se mide por la marca de ropa
que usamos. Lugar donde vivimos. Nivel académico alcanzado. Salario anual que devengamos etc. ¡Tanto tienes, tanto vales! Es lo que cuenta
hoy. Sin embargo, Jesús nos abre un
nuevo panorama de estilo de vida donde la abundancia de los bienes materiales
no representan una vida exitosa o la razón misma de nuestra vida. Desde luego no estamos en contra de poseer
bienes materiales. Sino mas bien, tener
el equilibrio en desear tenerlas. 1
Timoteo 6:8 nos recuerda, Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos
contentos con esto. El sustento y
abrigo son las cosas indispensables de la vida y deben ser motivo suficiente
para estar contentos.
Debemos planificar no dejando fuera a
Dios. El mismo hombre, llamado rico
insensato en el v. 17 dice, Y él pensaba
dentro de sí….Jesús describe esta persona como próspero pero sin tener una
actitud de gratitud a Dios. Como hemos
dicho, Dios no está en contra de la posesión de bienes materiales pero también
encontramos una advertencia en Proverbios
23:4-5, No te afanes por hacerte rico,
sé prudente, y desiste. ¿Has de poner
tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?
Porque se harán alas, como alas de águila, y volarán al cielo. ¿Acaso es malo planificar? Desde luego que no. Dios mismo es un Dios de orden quien
planifica sus obras. La creación misma
fue hecha con orden. Lucas 14:28 dice, Porque quien de vosotros, queriendo edificar
una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que
necesita para acabarla. Agregamos,
la importancia de planificar siempre buscando a Dios en nuestros planes. Un fuerte llamado a nuestros jóvenes no
perder el tiempo. La juventud no es
eterna. Y dijo esto haré (v. 18). En este hombre podemos observar una serie
de errores al tomar sus propias decisiones:
1. Demuestra su egoísmo en pensar solo en él y
no en los demás.
2. No buscó el consejo de Dios. Esto
haré, fue su decisión
3. Su afán era acumular riquezas.
4. No buscó beneficiar a otros.
5. Tenía grandes planes pero con beneficios
personales. Diré a mi alma: Alma, muchos
bienes tienes guardados para muchos años, repósate, come, bebe, regocíjate (v.
19). Su afán era su propio
bienestar. Jesús nos enseña aquí, la
correcta actitud en cómo debemos administrar correctamente los bienes
adquiridos. No buscar nuestro único
beneficio sino también bendecir y dar al necesitado.
6.
Tomó decisiones sin consultar a Dios ¿qué hacer? Dios le despertó a una realidad no
considerada por este hombre planificados.
Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, y
lo que has provisto, ¿de quién será? Pablo
en 1 Timoteo 6:7 nos recuerda, porque
NADA hemos traído a este mundo, y sin duda NADA podremos sacar.
De
lo anterior podemos compartir algunos errores que no debemos repetir:
1. Según él, tiene control de su propia vida: Sus planes eran maravillosos: muchos
bienes tienes guardados para muchos años….(v. 19).
2. Este hombre no había entendido que es Dios
quien tiene la última palabra.
3. La acumulación de bienes no nos asegura vivir
mas ni tampoco la vida eterna.
4. Dios tiene la última palabra en nuestras
vidas y decisiones como también, en la administración de bienes
materiales. Tarde o temprano daremos
cuenta de nuestra mayordomía de los bienes recibidos por Dios.
Así
que, seamos recíprocos con Dios. Así es
el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios (v. 21). Ser rico para con Dios es ser generoso con
los demás (este rico fue egoísta y avariento).
Hoy se vive como si nunca moriremos.
Este hombre vivió creyendo que su bienestar dependía exclusivamente de
sus bienes materiales. Mamón (dios de
las riquezas) llegó a ser su dios. Ser
rico para con Dios es, ampliar nuestros graneros para beneficiar a otros. Así
que, aprendamos a hacer tesoros en los cielos porque ahí los bienes materiales
no tienen vencimiento (Mateo 6:19-20).
Contrario aquí en la tierra donde la
polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan.
Diariamente
debemos tomar decisiones. Contemos con
la guía de Dios en ellas. Su palabra es
la mejor guía que tenemos. Usémosla para
nuestro beneficio. No vivamos al azar,
planifiquemos considerando a Dios en ellos y tener siempre presente: usemos nuestros recursos para bendecir a los
demás. Dios les bendiga.
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