El cristiano y su responsabilidad
financiera con Dios (Éxodo 36:1-7).
Nos hemos puesto a pensar cuán
pequeño se ve un billete de $100 cuando lo llevamos a las tiendas, y que grande
cuando lo traemos al Señor para darlo como ofrenda. Debemos tener presente: ¡Dios no necesita
nuestro dinero. Él es dueño de
todo. Somos nosotros los necesitados en
darle a Él! Darle a Dios es muestra de
obediencia, dependencia, amor y fe en él.
Malaquías 3:10 nos dice, Traed todos los diezmos al alfolí y haya
alimento en mi casa, y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si
no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición
hasta que sobreabunde. Nuestros
diezmos y ofrendas, sirven para respaldar la obra de Dios. Nuestra verdadera espiritualidad se mide en
cómo invertimos nuestro tiempo y recursos. En este caso, ¿cuánto de nuestros recursos
sirven para apoyar la obra de Dios?
Cuando
Moisés informa al pueblo de Israel de la construcción de la tienda del
Tabernáculo, es relevante y ejemplar cómo el pueblo responde al reto. En ello notamos básicamente dos cosas. La soberanía de Dios al dar a Moisés cómo y
con qué debía construirse. En Éxodo
25:8-9 dice, Y harán un santuario para
mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el
diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo
haréis. ¿Pudo Dios hacer la tienda
milagrosamente? O ¿proveer los
materiales de construcción?. Sin duda
alguna que sí pudo hacerlo sin ningún problema.
Pero por el otro lado, está la responsabilidad humana en proveer y
construir la tienda. Todos los
materiales solicitados se podían encontrar en el desierto. Dios no nos pide algo que no esté a nuestras
capacidades. La respuesta del pueblo se
ve en su generosidad y su disposición o voluntad en traer los solicitado por
Dios. Debido a la generosidad del
pueblo, Moisés es informado, El pueblo
trae mucho mas de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se
haga (Éxodo 36:5). La generosidad consiste en dar o compartir sin esperar
nada a cambio. Proverbios 11:24 dice, Hay
quienes reparten, y les es añadido mas, y hay quienes retienen mas de lo que es
justo, pero vienen a pobreza. Voluntario
es ser espontáneo, liberalidad, no obligatorio.
No estamos de acuerdo que demos por obligación, manipulación o
intimidación. Según Éxodo 35:22 tanto
hombres como mujeres participaron proveyendo como construyendo.
La
importancia en cómo darle a
Dios. Lo primero es ser generosos, Pablo en 2 Cor. 9:6 nos
recuerda, El que siembra escasamente,
también segará escasamente, y el que siembra generosamente, generosamente
también segará. El apóstol usa el
término eulogio para generoso. Es pronunciar bendiciones. Cuando damos generosamente por fe confiando
en Dios y con el anhelo de producir bendiciones en la obra de Dios eso mismo
recibiremos. Es la ley de la siembra y
la cosecha. Dar se basa en nuestra
determinación, sinceridad, liberalidad.
La viuda pobre descrita en Lucas 21:2, 4 es un buen ejemplo de ello En
verdad os digo, que esta viuda pobre echó mas que todos….mas esta de su pobreza
echó todo el sustento que tenía. Dar
con alegría (no con tristeza, 2 Cor.
9:7): Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza, ni por
necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Propuso significa, cuando venimos al templo ya de antemano hemos
decidido cuánto daremos. No es una
decisión de última hora ni impulsivo ni obligatorio. Dios ama al dador alegre. Dios ve nuestro corazón al darle. En Deuteronomio 16 respecto a las fiestas
donde el pueblo debía ir, repetidas
veces afirma, Y te alegrarás delante de
Jehová tu Dios (v. 11)….Y te
alegrarás en tus fiestas solemnes (v. 14)…..y estarás verdaderamente alegre (v. 15)…..Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías, cada
uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te
hubiere dado (v. 16-17). Sacrificialmente (2 Cor. 8:3): Pues
doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun mas
allá de sus fuerzas. Dios no nos
pide lo que no tenemos. Dios nos pide en
proporción a lo que tenemos y nosotros respondemos con la voluntad en
darle. 2 Cor. 8:12 dice, Porque si primero hay la voluntad dispuesta,
será aceptada según lo que uno tiene, no según lo que no tiene. Daremos de acuerdo a nuestras capacidades
pero no dar lo que nos sobra. Lucas 21:4
dice al respecto, Porque todos aquellos
echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobraba. Dar con amor
(2 Cor. 8:7): ….y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta
gracia. Cuando damos sin amor
estamos dando de forma legalista y por obligación. El verdadero amor conlleva la generosidad y
por ende el amor. Juan 3:16 dice, Mas Dios muestra su amor para con
nosotros….dio a su Hijo unigénito….
Finalmente,
veremos algunos principios bíblicos sobre el dinero:
a.
Reconocer que las riquezas vienen de Dios (Deut. 8:18): Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él
te poder para hacer las riquezas…1Crónicas 29:11, ….porque toda las cosas que están en los cielos y en la tierra son
tuyas, y tú eres excelso sobre todos….v.12, Las riquezas y la gloria proceden de ti….v. 14, Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu
mano te damos. Este principio es
fundamental y no tendremos ningún problema al momento de darle a Dios.
b.
No amar al dinero (1 Timoteo
6:10). Porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. ¿Cómo se demuestra el amor al dinero?
1. Preocupación constante en hacer riquezas
(Lucas 12:15-18). Prov. 23:4-5, No te
afanes por hacerte rico. Sé prudente, y
desiste. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas, como alas de águila, y
volarán al cielo.
2. Nunca tendremos lo
suficiente, siempre querremos mas (Fil. 4:11, ….he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación).
3. No somos generosos (el rico insensato).
c.
La bendición de Jehová es la que enriquece (Prov. 10:22). Este
versículo nos abre los ojos para tener una perspectiva correcta sobre los
bienes materiales. El dinero es una
posesión muy incierta. Cuando nuestra
confianza está sobre él, de cierto tendremos serios problemas en la vida. Hay personas llenas de bienes materiales pero
no tienen gozo en la vida. Por el
contrario, hay personas con pocos bienes y disfrutan la vida. Seamos de estos últimos. Bendiciones a todos.
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