Sacando buenas cosas del corazón
(Mateo 12:35-37).
Cuando hablamos del corazón, nos
referimos a nuestro miembro que late unas 70 veces por minuto. Bombea sangre en una tubería de unos 160,000
kilómetros. Mas bien son dos bombas. Un lado bombea sangre azulada, color que le
viene por los alimentos que ingerimos y del oxígeno. Esta sangre es bombeada hacia nuestros
pulmones donde se deshace del dióxido de carbono y obtiene mas oxígeno. La segunda bomba recibe nueva sangre y la bombea
hacia nuestro sistema. Hay muchas cosas
que pueden ser dañinas para nuestro corazón.
La ansiedad, el uso del cigarro, alimentos llenos de grasa, el alcohol,
las emociones fuertes etc. Así que la
alimentación sana , tener emociones bajo control y el ejercicio balanceado nos
ayudan a tener un corazón sano.
El
pulpo, animal marino posee tres corazones. Uno se encarga de bombear la sangre oxigenada
al cuerpo, los otros dos llevan la sangre sin oxígeno a las branquias (órganos
respiratorios). La razón del porque tres
corazones, es debido a la gran actividad física a la que se ve sometido, ya que es un gran nadador y predador en
constante movimiento.
Cuando
la Biblia habla del corazón del hombre, se refiere a la parte interna de
él. Es lo que tenemos dentro y lo que
realmente somos. Es el asiento de
nuestras emociones. Marcos 7:21-23 nos
dice: Porque del corazón de los hombres, salen los
malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los
hurtos, las avaricias, las maldades, las lascivias, la envidia, la
maledicencia, la soberbia, la insensatez.
Todas estas maldades de dentro salen, y contamina el hombre.
Lo primero que debemos sacar de
nuestro corazón son palabras que edifican
(Mateo 12:35-36). El hombre bueno, del buen tesoro del corazón
saca buenas cosas….Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los
hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. La palabra bueno significa, excelencia, agradable, bondadoso etc. Jesús nos afirma que cuando hay cosas buenas
dentro de nuestro corazón, lo demostraremos por medio de nuestra lengua
expresando buenas palabras. Jesús nos
advierte, de toda palabra ociosa (inútil,
sin propósito, negativas, sin fruto) que
hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Así que, usted y yo somos responsables de
lo que decimos y cómo lo decimos. Nuestra manera de hablar delata lo que
tenemos dentro del corazón. Lucas 6:45 dice, El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno, y el
hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia
del corazón habla la boca. Hay una
serie de retos en cuanto al buen uso de la lengua:
1. Hablar para edificar (Col. 4:6): Sea
vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo
debéis responder a cada uno. Nuestra
manera de hablar debe ser correcta siempre.
Seamos cuidadosos en lo que decimos y cómo lo decimos.
2. Tener una lengua amable (Prov. 31:28): Se
levantan sus hijos y la llaman bienaventurada, y su marido también la alaba. La mayoría de nuestros problemas familiares y
conyugales pueden solucionarse con una lengua amable. Prov. 15:1 nos recuerda, La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el
furor.
Segundo,
debemos amar (1 Cor. 13:4-5). El amor
es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no
se envanece, no es indecoroso, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda
rencor. Veamos lo que no es el amor,
no es envidioso. Envidia es la tristeza o enojo que experimentamos
cuando deseamos lo que otro tiene. Es la
rivalidad por el éxito, logros y ventajas de los demás. Santiago 3;16 dice, Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra
perversa. Muchas veces la envidia es
producto de autoestima. Nos sentimos
inferiores cuando alguien tiene lo que yo deseo. No es bueno ni saludable la comparación. 1 Pedro 2:1 dice, Desechando, pues, toda….envidias.
La envidia nos roba la paz.
En 1 Samuel 18:8-9 describe la reacción del rey Saúl cuando David
regresa a Jerusalén después de haber vencido a Goliat. El canto de las mujeres no fue de su agrado. Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez
miles. Y se enojó Saúl en gran manera, y
le desagradó este dicho, y dijo: A David
dieron diez miles, y a mi miles, no le falta mas que el reino. Y desde aquel día Saúl no miró con buenos
ojos a David. Saúl nunca disfrutó de
su posición como rey y se dedicó a perseguir a David todo como producto de la
envidia, falta de satisfacción y de seguridad.
Venzamos la envidia amando.
Reconocer nuestra falta.
Arrepintámonos y busquemos el perdón de Dios. Oremos por esa persona que Dios está bendiciendo
por la que nosotros estamos sintiendo envidia.
El amor …..no guarda rencor (v.
5). Rencor es un sentimiento de odio o
antipatía hacia la persona de la cual hemos recibido algún daño. Es una palabra que no suena agradable. Una persona libre de rencor, no lleva cuentas
de las ofensas recibidas (Mateo 18:21-22).
¿Qué haremos con las ofensa recibidas o con la persona que nos ha hecho
daño? El pasado no lo podemos cambiar.
Así que, no lo sigamos trayendo al
presente (Fil. 3:13-14). Busquemos la
reconciliación y la paz (Mateo 5:23-24, Romanos 12:18, Lev. 19:18).
Finalmente
busquemos el fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22). Mas el
fruto del Espíritu es….gozo, paz….fe. Antes
que nada, Pablo nos pide en Efesios 5:18, No
os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del
Espíritu. Como vemos es un mandato
cuya traducción sería: permitan que el ES les controle
continuamente. Ser llenos del ES no tiene nada que ver con hablar lenguas. Si tan solo este versículo fuese una realidad
en nuestras vidas, la vida misma de la iglesia fuese muy
diferente. Veamos los resultados de una vida llena del ES:
1. Una vida de alabanza a Dios (Ef. 5:19): ….alabando
al Señor en vuestros corazones. La alabanza como un estilo de vida.
2. Una relación conyugal en sujeción mutua (v.
21).
3. Caminaremos sujetos al ES (Gálatas
5:16): Andad en el Espíritu…
4. Gozo (v. 22):
alegría espiritual interna no asociada o relacionada con lo
exterior. Podemos estar enfrentando
situaciones adversas con gozo (Santiago 1:2).
5. Paz (v. 22):
es la calma o control interior que viene como resultado de la confianza
total en Dios a pesar de….En un mundo lleno de conflictos, lo que mas anhelamos
es la paz. Fil. 4:7 dice, Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. La paz que viene de Dios la humanidad no la
entiende. Juan 14:27 dice, La paz os dejo, mi paz os doy…
5. Fe (v. 22):
es un llamado a ser fieles. Debemos ser personas confiables, dignos de
crédito y de fiar. ¿Somos personas de
confianza? ¿Hemos sido creyentes
confiables en lo que Dios nos ha mandado?
Recordar que tarde o temprano daremos cuenta a nuestro Dios (Mateo
25:19, 21, 23). Así que, uno de nuestros
retos para el próximo año, sea el de sacar buenas cosas de nuestro
corazón. Bendiciones a todos.
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