¿Cómo enfrentar la
oposición? (Nehemías 4:1-10).
La vida no siempre es fácil ni
suave. La vida es una proposición dura, pero lo más difícil son los primeros
cien años (Wilson Mizner). Debemos
saber, que la vida y las dificultades van de la mano. Estas ponen a prueba nuestra fe, perseverancia y paciencia. Las adversidades provocan en nosotros falta
de confianza en la bondad de Dios.
Desata dudas, vacilaciones y hasta enojo. En muchos casos perdemos el control de la
vida. En nuestro andar diario, seremos
confrontados con nuestra fe.
Confrontación es, poner una
persona o cosa frente a frente.
Mantenerse en actitud de oposición ante un problema. Pocos
disfrutan una confrontación. No es
divertida.
Nehemías
nos enseña cómo enfrentar las adversidades de la vida sin quejarse y buscando
el respaldo de Dios en su proyecto. En
los primeros capítulos nos muestran un hombre solidario y que pone en las manos
del Señor su ambicioso plan de ir a Jerusalén y reedificar los muros y puertas
de la ciudad. Se mantuvo fielmente
orando por cuatro meses pero al mismo tiempo planificando todo lo relacionado
con su viaje. En 2:4, el rey le hace la
pregunta que estaba esperando. ¿Qué cosa pides? Nehemías abre su corazón y le plantea su
proyecto. Seguido a ello, el rey le hace
dos preguntas claves. ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás?
Y agradó al rey enviarme después que yo le señalé tiempo (2:6). Nehemías no solo plantea su deseo de ir. Le hace una petición planteando las
necesidades a cubrir para su proyecto en Jerusalén. Solicita madera, permiso para cruzar las
fronteras y el rey le provee de todo incluyendo hasta soldados para su debida
protección (v. 7-9). Hemos visto en
Nehemías un hombre de oración y de planificación. Dios honró su vida.
El
pasaje arriba citado, nos muestra una etapa que a cualquiera puede
enfrentar. La oposición es
inevitable. Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se
enfureció en gran manera, e hizo escarnio (burla) de los judíos. Todo aquel que se meta al liderato debe
saber que enfrentará la crítica con o sin razón alguna. Personas como Sanbalat son muy comunes
encontrarlos. Es interesante que la
crítica surge por el progreso de la obra de construcción. Después de años de estar en pobreza, tristeza
y abandono surge la envidia por el progreso de los judíos. Eclesiastés 4:4 dice, He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta
la envidia del hombre contra su prójimo….Prov. 14:30b agrega, ….la envidia es carcoma de los huesos. La crítica surge de varias personas que
se unen justamente para hacer esa labor.
Y habló delante de sus hermanos y
del ejército de Samaria….Y estaba junto a él Tobías (v. 2-3). Lo que estas personas no sabían, era que
estaban criticando el proyecto de Dios.
Nuevamente
Nehemías nos enseña cómo enfrentar la crítica.
Lo hace nuevamente orando. Oye, oh Dios nuestro (v. 4)….Entonces oramos a nuestro Dios….Nunca
podemos afirmar que se ha orado bastante.
Pablo en 1 Tes. 5:17 nos dice, Orad
sin cesar. Mas que una carga o un
deber, la oración es una valiosa oportunidad de acercarnos a Dios y platicar
con él. La oración continua, persistente
e incesante es parte esencial en la vida cristiana. Nehemías no enfrentó la crítica respondiendo
con lo mismo. Aparte de orar, usó el
sentido común. Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda
contra ellos de día y de noche. Los
resultados se dejan ver. Edificamos, pues el muro, y toda la muralla
fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para
trabajar (v. 6). Una vida con
propósito depende de Dios pero también tenemos nuestra cuota de
responsabilidad. Los críticos desmoralizan,
los líderes animan. Colocar vigilancia
no era falta de fe sino hacer la parte que les tocaba.
Nehemías
tuvo que reforzar los puntos débiles que la ciudad tenía. Las
fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no
podemos edificar el muro (v. 10).
Este versículo nos muestra un sentimiento de frustración, pérdida de
fuerza y confianza. Todo lo anterior
afectaba al pueblo seguir con la obra.
Así que, Nehemías reorganiza al pueblo (v. 13-14). Coloca las familias en sitios estratégicos
para seguir construyendo y preparados para la defensa de la ciudad. …puse
al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos….No
temáis delante de ellos, acordaos del Señor, grande y temible….Unir esfuerzos
fue una acertada decisión. Como se dice, en la unión está la fuerza.
Los
últimos versículos de este hermoso capítulo, describen un Nehemías tomando
decisiones en base al sentido común sin dejar de depender de la protección de
Dios (v. 15-23). Nehemías no detuvo la
construcción pero tampoco descuidó la seguridad de la ciudad. Los que
edificaban, cada uno tenía su espada ceñida a sus lomos, y así edificaban…Y ni
yo ni mis hermanos, ni mis jóvenes, ni la gente de guardia que me seguía, nos
quitamos nuestro vestido, cada uno se desnudaba solamente para bañarse (v.
17, 23). En nuestro andar diario,
seremos confrontados con nuestra fe. La
crítica muchas veces será inevitable.
Nuestra madurez y humildad se
manifestará en cómo reaccionamos ante la crítica. Aprendamos de Nehemías, lo hizo orando a Dios
y usando el sentido común. Bendiciones a todos.
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