lunes, 7 de agosto de 2017

El crecimiento espiritual, marca de un discípulo de Cristo (2 Pedro 3:18).

El crecimiento espiritual, marca de un discípulo de Cristo (2 Pedro 3:18).
Sin duda alguna todos amamos a los niños y nos encantan.  Pero también sin duda alguna, ningún padre desearía que su lindo bebé se quedará así de pequeño y  no creciera.  El crecimiento es una cualidad de todo ser vivo y debemos saber, que no es la excepción en la vida espiritual.  Imaginémonos:  ¿Acaso no sería interesante que Dios nos vistiera a los creyentes de acuerdo a nuestro crecimiento o progreso espiritual?.  Es un buen momento de reflexión:  ¿Cómo nos vestiría el Señor?
            ¿Sabia usted que cuando dejamos de crecer espiritualmente empezamos a retroceder perdiendo sensibilidad hacia Dios y nuestro entendimiento de la Palabra se vuelve mas difícil?  Un discípulo es aquel que tiene una relación estrecha con Jesús y que ha iniciado un progreso en su vida espiritual. Pablo en Filipenses 1:6 dice,  Dios empezó el buen trabajo en ustedes, y estoy seguro de que lo irá perfeccionando hasta el día en que Jesucristo vuelva (TLA).  Un discípulo es alguien que refleja un constante crecimiento espiritual. 
            Debido a lo anterior, debemos mencionar en primer lugar, el crecimiento en el discípulo de Cristo es obligatorio.  En su segunda carta 3:18 el apóstol Pedro nos recuerda,   Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.  El verbo creced, es un imperativo (es una orden).  Es importante observar que el apóstol nos indica que en el crecimiento debemos mantener un equilibrio en la gracia y el conocimiento.  La gracia se mantiene con el amor y tolerancia.  El conocimiento nos da discernimiento, y estabilidad para cuestionar y  juzgar.  Sin duda alguna nuestra base como fuente de crecimiento son las Sagradas Escrituras.  1 Pedro 2:2 nos dice, Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.  A modo de reflexión, Pedro nos dice que todo niño al nacer desea y necesita la leche como su único alimento hasta cierta edad.  La leche la desea con esmero pero esta debe ser sin contaminación (pura, sin adulterar).   Es interesante saber que cuando la leche está adulterada (especialmente con agua) pierde su valor nutricional.  Como medida de crecimiento Efesios 4:13 agrega, Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.  Para medida, Pablo usa el término metro. 
            En Hebreos 5:11-14, el escritor nos da una serie de principios donde nos describe que el crecimiento produce madurez espiritual.  Veamos a continuación un desglose del pasaje descrito y veremos algunas señales de no haber crecido:
            1.  Tenemos una incapacidad de entender la Palabra de Dios (v. 11):  ….por cuanto os habéis hecho tardos para oír.   Algunas versiones usan:  tardos, lentos, perezosos, les cuesta entender etc.  Es penoso ver hermanos con mucho tiempo en el evangelio y con grandes dificultades para encontrar un pasaje.  Libros como Habacuc, Sofonías, Abdías, Filemón, Esdras, Hageo y en muchos de los casos ni sabían de su existencia.  Hay temas que son desconocidos para algunos como ser.  Melquisedec (Gn. 14:17-19), Aarón hermano de Moisés.  Josué y Caleb, únicas personas nacidas en Egipto que entraron a la tierra prometida con la generación nacida en el desierto.  Rut y Booz fueron los abuelos del rey David (Rut 4:17, 22).    Como hemos dicho ya, cuando dejamos de crecer espiritualmente, estamos estancados y empezamos a retroceder. 
            2.  Después de tanto tiempo (v. 12):  Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo…..Los lectores de esta carta no eran  nuevos creyentes.  Después de tanto tiempo….Sin embargo a pesar de estar en el evangelio mucho tiempo no habían crecido lo suficiente.  Debido a ello, su conocimiento bíblico era limitado.  No tenían capacidad de entender los primeros rudimentos….las enseñanzas mas sencillas (TLA).  Hay temas bíblicos que descocemos por no investir el tiempo en la lectura bíblica. 
            3.  Ha habido un retroceso (v. 12):  Tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.  Como todos sabemos, en los primeros meses de un niño, la leche es un alimento de primera necesidad.  Sin embargo, después de algunos meses (quizá unos 6 en algunos casos), la madre debe empezar a darle otros alimentos para su debido desarrollo físico.  Por ejemplo:  verduras, frutas, sopitas etc.  Pablo en 1 Cor. 3:1-2 dice, De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.  Os di a beber leche, y no vianda, porque aún no eráis capaces, ni sois capaces todavía.  La alimentación determina nuestra edad.  Nuestra vestimenta determina nuestra edad.  Nuestro conocimiento bíblico determina nuestra madurez cristiana y crecimiento espiritual. 
            4.  Contraste entre un bebé y un adulto espiritual (v. 13-14):
                        a.  Un bebé es inexperto.  No sabe distinguir entre lo bueno, lo malo.  Lo verdadero y lo falso.
                        b.  Un adulto es (v. 14):  maduro….. tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. Saben distinguir entre lo bueno y lo malo.  Están acostumbrados a hacerlo, son como la gente adulta, que ya puede comer alimentos sólidos (TLA).  La adultez y madurez espiritual no se mide por la cantidad de Biblia que sabemos sino mas bien, por lo que estamos obedeciendo o poniendo en práctica (Prov. 2:1-5).  Dios nos llena de sabiduría cuando le obedecemos. 
                        c.  Si notamos, ambos tienen a su alcance la Palabra:  la diferencia está en la aplicación de ella.  ¿Ha dado fruto la Palabra recibida en nosotros?  ¿Hemos crecido espiritualmente?
                        d.  El retraso mental sucede cuando el cerebro no se desarrolla normalmente.  Es una penosa y trágica realidad en la vida de la persona que lo padece.  Para esta persona es una situación o realidad que no ha escogido.  No tuvo opción.  Sin embargo, ¿qué de aquellos que nos hemos quedado como niños, hemos dejado de crecer por voluntad propia?  Lo primero es penoso y trágico (la persona no tuvo opción) pero lo segundo es peor, lo hemos escogido voluntariamente. 

            ¿Cómo nos vistiera Dios hoy día?  Como niños o como adultos.  El crecer en un discípulo de Cristo no es opcional, es obligatorio.  Bendiciones. 

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