lunes, 30 de octubre de 2017

¿Qué dice la Biblia sobre el ocultismo? (Deuteronomio 18:9-14).

¿Qué dice la Biblia sobre el ocultismo? (Deuteronomio 18:9-14).
Las Sagradas Escrituras reconocen con mucha frecuencia la existencia de Satanás.  Según Ezequiel 28:16-17, su corazón se llenó de orgullo debido a su belleza y se rebeló contra la autoridad de Dios.  El profeta Isaías 14:12-15 también lo menciona bajo los mismos términos.  Aunque estos pasajes se refieren a personajes históricos pero con aplicaciones a este oscuro personaje.  La humanidad en general tiene dos opciones respecto a Satanás,  sus demonios y su existencia.  Por un lado está la obsesión acerca de este tema y ver demonios por todos lados.  Y el otro extremo es el de ignorar su existencia al grado de no creer que existe.  Sin duda alguna, esto último favorece mucho a Satanás. Así que, como creyentes no debemos ignorarle y debemos estar siempre listos para sus ataques contra nosotros (1 Pedro 5:8).  Pablo en 2 Cor. 2:11 nos recuerda, para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones. 
         El ocultismo es, el conjunto de creencias, doctrinas y prácticas misteriosas y hasta mágicas que pretenden conocer, explicar y someter al dominio humano los mas misteriosos fenómenos de la vida material y síquica.  Debemos afirmar, que todas las prácticas ocultistas tienen su origen en Satanás.  Hoy día, el ocultismo con toda su gama de prácticas se han vuelto muy populares y hasta con la creencia de ser inofensivas.  Por ejemplo la celebración de Halloween donde tristemente el medio social ha involucrado los niños y darle así, una matiz inofensivo y hasta gracioso ver los niños vestidos pidiendo dulces en las calles olvidando totalmente el trasfondo de esta satánica celebración.
          La Biblia habla mucho de cuál debe ser la posición del hijo de Dios respecto a este tipo de prácticas.  Moisés habla al pueblo de Israel antes de entrar a la tierra prometida y dice, Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, NO aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones (Deut. 18:9).  En los siguientes versículos, Moisés describe cuáles son esas prácticas:
         1.  No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero (v. 10).
         2.  Ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos (v. 11).
         3.  Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.
         4.  Perfecto serás delante de Jehová tu Dios (v. 13).
         5.  Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios (v. 14).
         La Biblia es muy clara en su posición sobre estas prácticas y costumbres.  Por ejemplo en Éxodo 22:18 dice, A la hechicera no dejarás que viva.  El Antiguo Testamento describe una serie de reyes que desobedecieron esta ordenanza divina.  El reinado de Acab y Jezabel fueron promotores de la hechicería, maldad y todo lo que tenía que ver contra Dios (1 Reyes 16:29-34, 2 Reyes 9:22).  El rey Manasés no se queda atrás (2 Reyes 21:1-7), hizo lo malo ante los ojos de Jehová, según las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel… pasó a su hijo por fuego, y se dio a observar los tiempo, y fue agorero, e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira (v. 2, 6). 
         Veamos algunas prácticas prohibidas por la Biblia:
         1.  La astrología (2 Reyes 17:16, 21:3, 23:4-5).  Es una manera de adivinación donde se le atribuye personalidad a los cuerpos celestes como deidades dando dirección a los destinos humanos para el mañana.  El horóscopo se ha vuelto muy popular.
         2.  La adivinación y la magia (Deut. 18:10):  es la práctica de obtener secretos del futuro mediante métodos no permitidos por el Dios de la Biblia.  Según Deut. 29:29,  las cosas secretas pertenecen  a Jehová nuestro Dios, mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre…
         3.  La nigromancia, el espiritismo (1 Samuel 28:11-16).  Es el intento de obtener información por medio de los muertos o del mundo de los espíritus (Deut. 18:10-11, No sea hallado en ti quien…consulte a los muertos). 
         4.  La hechicería (Éxodo 22:18, A la hechicera no dejarás que viva). 
         En la actualidad tenemos una serie de prácticas que aunque no están descritas en la Biblia no dejan de ser prohibitivas por su trasfondo de tratar de adivinar.  Veamos algunas de ellas:  leer las cartas del Tarot, los amuletos, leer la mano, el huevo, la taza de café.  Hacer limpias (manera de deshacer algún hechizo o lograr la buena suerte, buscar el amor, trabajo, dinero, la buena suerte, salud etc).  La santería (sincretismo religioso que viene de la unión de la iglesia católica y religiones africanas).  Las religiones orientales están saturadas de estas prácticas prohibidas. La Nueva Era también va en esa misma línea. La ouija o guija es un tablero con el alfabeto y números con el cual se pretende establecer contacto con los espíritus. Hoy día, esta práctica se presenta como un juego inofensivo pero que ha provocado serias desagradables experiencias con aquellos que buscando un pasatiempo, se han llevado  lo contrario.   
         Finalmente la Biblia es muy clara y nos da una serie de recomendaciones:
         1.  No imitar esas prácticas (Deut. 18:9, No aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones)
         2.    Hay un llamado a la pureza (Deut. 18:13, Perfecto serás delante de Jehová tu Dios).
         3.  Recordar que la mentira es la estrategia de Satanás (Juan 8:44).  Jesús le llama padre de la mentira.
         4.  Hagamos buen uso de la provisión divina (Ef. 6:10-12, Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo).

         5.  En medio de todo ello, en Cristo tenemos la victoria final.  1 Juan 3:8 dice, Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.  Cristo en la cruz del Calvario venció por completo a Satanás y nos dio la victoria. 

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