Rindiendo cuentas de nuestra
mayordomía (Mateo 25:14-30).
El primer principio en la
mayordomía cristiana consiste en: aceptar
y reconocer que lo que tenemos es de Dios.
El rey David en 1 Crónicas lo afirma, …Porque todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. Un mayordomo cristiano es aquel que
administra los bienes de Dios. Así que, por lo tanto rendir cuentas es una
obligación. Esto consiste en presentar
un informe de cómo van los asuntos o negocios del propietario. Jesús en repetidas ocasiones habla de este
concepto : Lucas 16:2, …Da cuenta de tu mayordomía….Mateo
25:19, Después de mucho tiempo vino el
Señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Por lo tanto, si tarde o temprano daremos
cuenta de nuestra mayordomía es importante lo que el apóstol Pablo recomienda
en Col. 3:23-24 dice, Y todo lo que
hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo
que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor
servís. Lo anterior debe ser un
principio de vida y mayordomía cristiana.
En Matero 25:19, Jesús hablando sobre la parábola de los
talentos, dice Después de mucho tiempo
vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. El término significa ajustar. Tres siervos de
este amo, recibieron dinero para ser invertido.
Dos de ellos se dieron prisa y negociaron con ellos. Mostraron diligencia. Esto debe servirnos para reflexionar cómo
estamos respondiendo a lo que Cristo ha depositado en nuestras manos. Como hemos dicho al inicio, un principio
básico de la mayordomía cristiana en reconocer que lo que tenemos viene de la
mano de Dios y debemos ser diligentes en administrarlo.
Tomando como base Col. 3:23 donde se orienta a hacer todo
como para el Señor, debemos esmerarnos en dar lo mejor. 1 Cor. 3:8, 10, Pablo nos dice, Aunque cada uno recibirá su recompensa
conforme a su labor….pero cada uno mire cómo sobreedifica. En el pasaje de 1 Cor. 3:8-15 el apóstol
repite la expresión cada uno y
alguno. Eso significa que seremos
recompensados individualmente conforme a nuestra fidelidad en el servicio. Por
ello la observación, mire cómo
sobreedifica. No podemos engañar al
Señor en lo que hacemos. Él sabe nuestra
motivación dentro de nuestro corazón.
¿Qué calidad de materiales usamos en el servicio? Y si
sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera,
heno hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta…(1 Cor.
3:12-13). Los primeros materiales (oro,
plata y piedras preciosas) son materiales de calidad y valor. Representan fidelidad, servicio de calidad
como respuesta al llamado de Dios. Los
siguientes tres (madera, heno y hojarasca)
representan lo mínimo. No caminar
la milla extra. Todo nuestro ministerio
estará expuesto para ser evaluado por el Señor.
La obra de cada uno se hará
manifiesta….Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá
recompensa. Si la obra de alguno se
quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por
fuego (1 Cor. 3:13-15). Debemos
aclarar que la salvación no tiene nada que ver en esta situación. Cristo evaluará la calidad de nuestro
servicio. ¡Motivaciones, actitudes,
sentimientos, conducta etc!
Todos daremos cuenta.
En 2 Cor. 5:10 Pablo nos recuerda, Porque
es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para
que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea
bueno o sea malo. Comparecer: es
poner en evidencia, descubrir, mostrar.
Muchos de esto lo hemos olvidado y no mostramos ningún interés en la
calidad de nuestro servicio. En Mateo
25:21, 23 vemos el fruto de los dos siervos fieles, Ven, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te
pondré, entra en el gozo de tu señor. Por
ellos y por mucho mas, debemos mantener la motivación en dar lo mejor al
Señor. Apoc. 22:12 nos recuerda, He aquí, yo vengo pronto, y mi galardón conmigo,
para recompensar a cada uno según sea su obra.
Muchos debido a nuestros afanes estamos cansados y no le damos al
Señor servicio de calidad (oro, plata y piedras preciosas). Todo lo contrario estamos sobreedificando con
madera, heno y hojarasca. ¿Qué nos dirán
cuando comparezcamos ante el tribunal de Cristo?. Tarde o temprano daremos cuenta de nuestra
mayordomía. Seamos fieles a nuestro
llamado dando lo mejor a Cristo.
Bendiciones a todos.
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